Este es El Respiro, la dosis diaria de noticias buenas del 18 de junio para sonreír y olvidarnos —por un rato, al menos— de la emergencia sanitaria.
El fósil del huevo más grande de la historia
Científicos de la Universidad de Chile y del Museo Nacional de Historia Natural encontraron en 2011 un misterioso fósil del tamaño de una pelota de fútbol americano en la Isla Seymour de la Antártica al que le apodaron The Thing. Nueve años después se ha resuelto el misterio: La Cosa es el huevo más grande de la era de los dinosaurios del que se tiene registro.
Investigadores de la Universidad de Texas en Austin, de la Universidad de Chile y del Museo Nacional de Historia Natural confirmaron que el huevo —de aproximadamente 66 millones de año— corresponde a un reptil marino. Probablemente, a un mosasaurio, una especie de depredadores marítimos relacionados con los actuales lagartos de lengua bífida como los dragones de Komodo y serpientes.
El extraño huevo que mide alrededor de 29 centímetros y tiene una masa estimada de 6,5 kilos. Es el segundo huevo más grande que se ha descubierto, después del pájaro elefante, el pájaro más grande de la historia, encontrado las reservas del museo Museo de Ciencias de Búfalo, Nueva York (no sabían de qué o qué era hasta que en 2018 unos científicos determinaron que era un huevo de un pájaro elefante).
La investigación publicada en la revista Nature, determinó que se trata de un huevo de cáscara blanda y que su descubrimiento podría cambiar la forma en que se piensa de las criaturas marinas de la época. Lucas Legendre, uno de los investigadores de la Universidad de Texas en Austin, dice que «es muy extraño encontrar fósiles de huevos de cáscara blanda bien preservados.” Su gran tamaño ha permitido observar una perspectiva única del proceso reproductivo de estos animales, que se cree existieron cerca del final del período Cretácico —justo antes de la extinción masiva de los dinosaurios.
Bailando durante la pandemia
Bailar se ha convertido en un respiro para las residentes del centro de la Fundación Alas para personas adultas con discapacidad intelectual, en Madrid.
La Fundación Alas se fundó en 1978 y desde entonces trabaja para que mujeres adultas con discapacidad continúen su vida con dignidad, en un lugar que les permita crecer, integrarse en el entorno laboral y vivir en un lugar donde pueden sentirse queridas, seguras y respetadas. Sin embargo, adaptarse al encierro por la pandemia de covid-19 ha sido un reto para las 52 mujeres que habitan en la fundación.
El personal ha integrado dinámicas interactivas como el uso de pictogramas y la lectura de historias para explicar a las mujeres de la residencia los peligros del coronavirus, que ha infectado a casi 245 mil personas y ha causado la muerte de más de 27 mil en España.
Pero esto no era suficiente para aprovechar todo el tiempo libre que tenían cuando aún no se relajaban las medidas de confinamiento en España. No podían recibir visitas ni socializar de cerca entre sí. Por eso, la fundación empezó a organizar distintas actividades como hacer rompecabezas, ver conciertos en vivo y bailar.
Maricarmen Lara, de 55 años, se ha adaptado a las restricciones mejor que la mayoría de sus compañeras y usando una máscara color morado, baila y da vueltas alegremente. Concha Delgado, coordinadora de actividades, dice que “cualquier cosa que puedan hacer que les brinde algo que esperar es importante”: es como un tanque de oxígeno para que todos, tanto el personal como las residentes, puedan seguir en marcha.
A pesar de disfrutar del baile, Maricarmen, quien ha vivido en el centro desde 1981, extraña el contacto físico cercano. Sin embargo, espera que con el levantamiento progresivo de las restricciones pronto pueda salir. Paula de la Rocha, gerente del centro, también espera que más pacientes que van por el día regresen pronto.
Burbujas que llevan polen
Investigadores japoneses han logrado fertilizar árboles de pera usando polen transportado sobre una capa delgada de una burbuja de jabón.
La disminución en el número de insectos polinizadores en todo el mundo, el trabajo pesado de realizar la polinización artificial manualmente y el costo creciente de los granos de polen, motivaron a un grupo de científicos japoneses a buscar alternativas para este paso clave en la producción de muchas frutas y verduras.
El proyecto, financiado por la Sociedad Japonesa para la Promoción de la Ciencia, encontró que las propiedades fisicoquímicas de las burbujas de jabón podían ser estabilizadas mecánicamente para que sean capaces de entregar efectiva y convenientemente hasta 2 mil granos de polen a las flores gracias a su adherencia, suavidad y alta flexibilidad.
Después de disparar con una pistola de burbujas en un huerto de peras, las suaves esferas jabonosas alcanzaron una tasa de éxito del 95%. Las frutas comenzaron a formarse alrededor de 16 días después —un ritmo igual al de la polinización manual.
Eijiro Miyako, el investigador líder de esta iniciativa, dijo que “no se observaron diferencias significativas entre la polinización manual y la polinización con pompas de jabón”. Por ello, este nuevo método podría ser mucho mejor que hacerlo manualmente. Además, ya se han hecho pruebas con un dron portando una pistola de burbujas. Su tasa de éxito fue del 90%.
Ciertamente, existen algunos problemas con esta técnica. Por ejemplo, el viento y la lluvia pueden arruinar los esfuerzos de polinización. Sin embargo, Miyako confía que usar la tecnología para implementar técnicas de mapeo y localización pueda ayudar a superar estas restricciones.
Una vacuna contra el covid-19 en Alemania
La empresa biofarmacéutica alemana CureVac empezó los primeros ensayos clínicos de una potencial vacuna para el covid-19.
El Instituto Paul Ehrlich (PEI), una agencia federal del Ministerio de Salud Alemana que controla los permisos en materia de vacunas y medicamentos biomédicos, autorizó a la empresa a iniciar las pruebas, tras un minucioso estudio del potencial perfil riesgo-beneficio de la vacuna.
Los ensayos se llevarán a cabo en las instalaciones del Instituto de Medicina Tropical y Parasitología Humana de Tübingen y tendrá varias fases. La primera contará con la participación de 168 voluntarios sanos entre los 18 y 60 años. Se les administrará la vacuna en la dosis más baja: dos microgramos. Conforme aumente la tolerancia del virus, se prevé aumentar el número de participantes, así como la dosis de la sustancia activa. Se espera que a finales del verano, se pueda ampliar los límites de edad e incluso llevar a cabo ensayos internacionales.
Peter Gottfried Kremsner profesor de la Universidad de Tübingen y jefe del estudio explicó que el “objetivo de los estudios es determinar la tolerancia y una respuesta inmunológica específica contra el virus”.
La potencial vacuna de CureVac es una vacuna de ácido ribonucleico (ARN) que posee información genética para la construcción de una proteína del SARS-CoV-2, el virus que causa el covid-19. Con la vacunación, se espera que las células humanas produzcan esta proteína, que el cuerpo reconoce como extraña y genere anticuerpos en su contra.
A inicios de esta semana, el Ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, anunció la compra del 23% de las acciones de CureVac y una inversión de 300 millones de euros (338 millones de dólares) para ayudar a la empresa a tener mayor seguridad financiera y continuar con los estudios para obtener una vacuna contra el covid-19 que ha afectado a más de 8 millones de personas en el mundo.
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Esto fue El Respiro, las buenas noticias del 18 de junio de 2020. Se publica todos los días a las 8:45 de la noche. Es una dosis de buenas noticias para contrarrestar la ansiedad y preocupación que nos causa la emergencia sanitaria generada por el covid-19 en el Ecuador y América Latina.