El 24 de febrero de 2020 una retroexcavadora del Municipio del populoso balneario ecuatoriano de Salinas abrió un canal en la playa de San Lorenzo para liberar agua negra hacia el mar. Los turistas que llegaron por el feriado de carnaval miraban intrigados desde la orilla. 

 

Salinas es uno de los destinos más visitados en Carnaval. Según el viceministro de Turismo Mariano Proaño, es el feriado más importante del año para las playas del país. En videos que circularon en redes sociales, los turistas se quejaban del mal olor del agua negra y sospechaban que sean aguas servidas como, por ejemplo, las que salen de los lavaplatos y los sanitarios. Las aguas servidas contienen contaminantes y gérmenes. Por eso deben ser evacuadas de forma segura, para proteger a las personas y al medioambiente. 

 

El alcalde de Salinas, Daniel Cisneros, dijo en su cuenta de Twitter que los sistemas de alcantarillado pluvial (las aguas lluvias) y sanitario (las aguas servidas) son independientes. “No existe posibilidad de que se unan con aguas contaminadas” dijo.

 

Los técnicos del Ministerio del Ambiente llegaron a San Lorenzo para “monitorear y dar seguimiento” a lo que sucedía en la playa. Los técnicos verificaron que era un canal para evacuar “aguas lluvias acumuladas en las vías del cantón”. Raúl Ledesma, Ministro del Ambiente, dijo en Twitter que dispuso abrir una investigación “sobre la responsabilidad de lo ocurrido en Salinas”. Cuatro horas después, la Dirección Provincial del Ambiente Santa Elena confirmó que el canal fue habilitado por el Municipio de Salinas “sin la autorización” del Ministerio del Ambiente.

 

El director provincial del Ministerio del Ambiente, Richard Flores, por disposición del ministro Ledesma, presentó una denuncia en la Fiscalía en contra del Municipio de Salinas. “Como autoridad nacional ambiental no permitiremos impunidad y que se perjudiquen nuestros recursos naturales” dijo Ledesma en su cuenta de Twitter. 

 

En la denuncia presentada en la Fiscalía dice que las aguas estaban “presuntamente contaminadas” y que tenían “olores ofensivos”. Dice, también, que la mancha gris en el mar ocasionó “caos a los turistas que se encontraban en el sector”. En la denuncia, el Ministerio del Ambiente, pide que se investigue la presunta contaminación ambiental para “determinar responsabilidad y sanciones posteriores”.  

La Fiscalía no descarta que las aguas que salieron al mar sean contaminadas. En su cuenta de Twitter confirmó que investiga el “delito ambiental” en el que presuntos trabajadores municipales “abrieron un boquete para el desfogue de aguas de lluvia y servidas a la playa San Lorenzo”.