Brasil tiene un caso similar al del Ecuador. Recibió médicos cubanos desde 2013 con el programa Mais Médicos, incentivado por la entonces presidenta Dilma Rousseff. El proyecto fue muy criticado por políticos y especialistas de la salud que lo veían como una amenaza y que creían que los cubanos iban a ser explotados. 

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Desde 2013 hasta 2018 más de 8 mil médicos cubanos trabajaron en Brasil. En noviembre de 2018, el Ministerio de Salud Pública de Cuba decidió no participar con este programa en Brasil. El presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien fue uno de los principales críticos del programa, dijo en Twitter que intentaron condicionar el programa Mais Médicos y que Cuba no aceptó. “Se están retirando de Mais Médicos por no aceptar revisar esta situación absurda que viola los derechos humanos” porque el gobierno de Cuba se quedaba con la mayoría del salario y restringía la libertad de los médicos, dijo Bolsonaro en sus redes sociales.

En 2016, el Anuario Estadístico de Salud de Cuba reveló que los médicos cubanos están en 24 países de América Latina y El Caribe; en 27 de África subsahariana;  en dos de Oriente Medio y África septentrional; y en siete de Asia Oriental y el Pacífico, además de Rusia y Portugal.

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Según una investigación sobre Mais Médicos, producida por la periodista Carola Solé para Radio Ambulante, hay unos 50 mil médicos cubanos en más de 60 países del mundo en diferentes condiciones laborales. En algunos casos, dice la investigación, Cuba asume los gastos, en otros los comparte con el país receptor, y en otros recibe una compensación por los servicios prestados. La investigación dice que, según datos del Gobierno cubano, se estima que entre 2011 y 2015 se recibieron más de 11 mil millones de dólares por servicios médicos en otros países. Los médicos cubanos “van a trabajar, básicamente, donde nadie quiere ir” dice la investigación de Solé.