A pesar del avance de las industrias extractivas, como la del petróleo, existen comunidades que buscan alternativas responsables con el ambiente. En Ecuador han encontrado propuestas económicas diferentes como la bioeconomìa. Con este nuevo modelo, las comunidades no destruyen sus ecosistemas y usan de manera responsable los recursos naturales para producir bienes y servicios.
Un ejemplo reciente es Kallari, un emprendimiento de pequeños productores kichwa que se dedican al cultivo y producción de la vainilla. Los achuar también han apostado por proyectos de bioeconomía. Uno de ellos es la producción de la cachama, un pez originario de la Amazonía. Solo en 2011, produjeron 12 mil libras de carne de cachama que se usó para el consumo de las familias, la venta e incluso el intercambio con otras comunidades.
A través de estos proyectos de bioeconomía en Ecuador, las comunidades amazónicas se benefician porque eliminan a los intermediarios en la comercialización y es un trabajo que hacen en familia. Además de ser una alternativa responsable con el medio ambiente.