El 7 de octubre de 2019, organizaciones de derechos humanos como Surkuna, la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU), la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH), el Observatorio de Derechos y Justicia y Amazon Frontlines presentaron un informe de la situación de derechos humanos durante el estado de excepción decretado en Ecuador a inicios de octubre de 2019. 

Según las organizaciones, “la policía nacional ha utilizado el estado de excepción como una herramienta para violar derechos humanos”. Varios de los manifestantes detenidos durante las protestas, tienen golpes en la cara, cuerpo y han recibido amenazas. En el informe se menciona el caso de Luis Tipantuña, quien perdió su ojo derecho por el impacto de una bomba lacrimógena durante las manifestaciones en el Centro Histórico de Quito. Cristian Rivadeneira estudiante de Sociología de la Universidad de Cuenca “huyó de una arremetida de la policía, ocultándose en una vivienda”, dice el informe. La policía entró a la casa donde escondía y lo golpeó en el suelo. “Producto de puntapiés recibidos de parte de la policía en el suelo”, se le fisuró una costilla. 

Otras de las agresiones registradas por las organizaciones están “tratos crueles, inhumanos y degradantes” en lugares de detención, “incluida la propia unidad de flagrancia”. Los detenidos, según el informe, habrían estado incomunicados durante horas en unidades policiales y centros de detención. 

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