El 23 de agosto, el pueblo Shuar Arutam firmó una declaración en la que se oponen a la consulta previa. Su territorio está concesionado en un 56% a diez empresas mineras, de las que solo conocían a cuatro. Los proyectos se instalaron sin el consentimiento de ellos y trajeron conflictos sociales como aumento de la delincuencia, explotación sexual, ocupación militar y sus tradiciones se estaban perdiendo. Además de desplazamientos forzados y violentos. 

Los Shuar Arutam piden al gobierno que se respete su Plan de Vida, donde dicen que quieren mantener su territorio libre de minería y actividades extractivas. Con la declaración buscan rechazar la minería y también la consulta previa que, históricamente, no se ha respetado y ha servido para justificar la entrada de las empresas a su territorio.