Las parroquias de San Antonio de las Aradas y Fundochamba fueron las más afectadas por el fuego. Los sectores Santa Rosa, Valdivia, Limón Alto, Limón Bajo, Granadillos, Plaza del Inca, El Sauce, Saraque, Cabuyos y la Quebrada Collingora fueron los focos de los incendios —los lugares donde inició el fuego.
Aunque los cantones Calvas y Espíndola están cerca de Quilanga, los incendios no llegaron a esas poblaciones. Sin embargo, como medida de prevención, el lunes 9 de septiembre, se suspendieron las clases en las escuelas de Fundochamba y San Antonio de las Aradas, en Quilanga, y en Lucero, en Calvas. La medida buscaba evitar que los estudiantes sean afectados por la contaminación causada por la ceniza. Al siguiente día los estudiantes volvieron a sus clases.
El domingo, 8 de septiembre, cuarenta personas de Limón Alto de la parroquia de San Antonio de las Aradas fueron evacuadas y llevadas a un centro de salud cercano. Ahí recibieron asistencia médica —por problemas de visión y respiratorios por el humo— y mascarillas. Luego de dos horas, retornaron a sus casa. Un día después, se hizo lo mismo con treinta personas de Saraque de la parroquia Fundochamba. La gobernadora Costa explicó que las evacuaciones se hicieron “por seguridad, no porque se había quemado una vivienda o porque se había lastimado alguna persona”.