Hasta el 11 de septiembre de 2019, se incendiaron más de 7000 hectáreas de bosque, pastizales nativos y cultivos de las parroquias Fundochamba y San Antonio de las Aradas del cantón Quilanga, de Loja, según la gobernadora de la provincia de Loja, Lorena Costa.
Costa dice que después de que se controle y apague el incendio, se informará con precisión las pérdidas, pero dice que “fue una gran pérdida sobre la fauna y flora”. El incendio acabó con cultivos de café, yuca, caña y guineo. Los bosques de pino y eucalipto también se quemaron. Además de plantas y árboles nativos como el arabisco, el faique, el laurel y el arupo. Los animales de los bosques como conejos, ardillas, mofetas y el ganado también se perdieron. No hay personas heridas o muertos.
Otra de las consecuencias, dice Costa, es la contaminación ambiental. Por ejemplo, por la caída de ceniza se suspendieron clases, el lunes, 9 de septiembre, en Fundochamba y San Antonio de las Aradas, en Quilanga, y en Lucero, en Calvas.