La minería a gran escala se caracteriza por grandes explotaciones de minerales, como cobre, oro, plata. Suele estar a cargo grandes empresas transnacionales porque son las únicas que tienen la capacidad económica y técnica para explotarlos.

Una mina a gran escala gasta mucha energía para procesar los metales, por lo que requiere de “la construcción de represas hidroeléctricas, oleoductos y gasoductos”. Además, según William Sacher, profesor de la Universidad Andina, Simón Bolívar (UASB), la megaminería implica la construcción de vías de comunicación como carreteras, puertos y aeropuertos. 

La mayoría de los proyectos a gran escala “tienen una duración de 10 a 40 años, después de los cuales las compañías mineras cierran las minas y se trasladan a la búsqueda de nuevos proyectos”, según el Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM, por sus siglas en inglés).  En la mayoría de los casos, dice Sacher, el material de las minas es exportado de forma no procesada, en forma barata hacia el extranjero.