Paola Vintimilla fue Reina de Quito en 1991 y finalista de Miss Ecuador dos años después. Ha trabajado en televisión y radio, y hace un año y medio busca hacerse un espacio en la política. Nos recibe en el despacho de uno de sus coidearios en la Asamblea Nacional, Luis Fernando Torres. Su cabello largo, negro, le cae por la espalda y los hombros cuando entra a la pequeña sala de reuniones en donde atiende la entrevista. Lleva una camisa a rayas, blanca con azul y una falda larga. Cerca del pecho, un lazo rosado, emblemático de la lucha contra el cáncer de seno.

Empecemos con el tema Assange. Usted ha dicho que no va a parar hasta que se le retire la nacionalidad ecuatoriana ¿Por qué?

Porque todas las iniciativas que uno tiene en la legislatura tienen que tener un término, un fin. No es cuestión de hacer un escándalo y no llegar a nada. Vamos diez meses peleando por toda la información del señor Assange, y por fin tengo un Canciller que cumple con la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública, Lotaip y me entrega toda la información que yo había requerido hace diez meses.

En esa información encontramos, no una, sino varias irregularidades para entregarle la nacionalidad al señor Assange. Crearon una norma ad hoc, que ya es indignante porque no se puede crear una norma para ayuda a una sola persona. Declararon esos documentos como secretos pero no pasaron por el protocolo ni estaban en los archivos de documentos secretos, no pasaron por el sistema informático de la Cancillería.

Todas las personas que son nacionalizadas en nuestro país tienen que estar en ese sistema informático para registro, como es obvio, pero la señora Espinosa también lo pasó de lado.

Las fechas no coinciden. El señor Assange renuncia a su calidad de asilo, cosa que seguramente no fue aceptada por María Fernanda Espinosa y, aparte, agradece por la naturalización el 4 de diciembre.

Si hacemos memoria, cuando llegaron los rumores de que se le había dado la nacionalidad al señor Assange, ella lo negaba en todos los medios de comunicación. Pero resulta que, al parecer, el 4 de diciembre, él ya tenía la nacionalidad pero a nosotros nos dijeron el 12 de diciembre, cuando ella ya se vio entre la espada y la pared.

¿Entonces usted pide que se le retire la nacionalidad por las irregularidades que ha habido durante el proceso?

Por dos cosas pido que se le retire la nacionalidad. La primera, por las irregularidades. La segunda, y la más importante tal vez, porque la nacionalidad no se regala, se gana. El señor Assange no ha hecho nada para ganarse la nacionalidad ecuatoriana.

En todo caso ha dicho que somos pequeños, que somos insignificantes y ahora pretende demandar al Canciller de la República que le está dando el asilo, al demandar al canciller está prácticamente demandando al Estado ecuatoriano.

¿Usted también es contraria al asilo diplomático del que goza Assange?

Creo que debieron haber analizado mejor las consecuencias que traía darle la condición de asilado, uno. Dos, el darle asilo en las oficinas de una embajada no es lo correcto: normalmente se les da en la residencia, donde puede vivir una persona, no en las oficinas que, de lo que tengo entendido, no conozco, son bastante reducidas y está afectando, durante más de seis años, el trabajo dentro de la Embajada en Londres.

Pero ahí hay una postura de derechos humanos

Exacto, por eso digo que se debió analizar muy bien antes de dárselo.

¿Y ahora que ya lo tiene?

Ahora que ya lo tiene, todos los tratados internacionales sobre Derechos Humanos están sobre la Constitución de los países, por lo tanto quitarle el asilo no es una cosa fácil, debe ser más una iniciativa de él. Tiene que tener las garantías, sé que están trabajando en eso, las garantías para que él decida salir de la embajada, porque vivir en esas condiciones y con el nuevo protocolo que tiene, no creo que esté dispuesto a seguir viviendo de esa manera.

Vintimilla trabajó en televisión y radio. Habla con rapidez, interrumpe mucho —incluso reconoce que le cuesta escuchar en las entrevistas, pero hace el intento de enmarcarse en el rol de política. Mueve las manos y su rostro cambia de expresión constantemente.

Sigue siendo una situación muy complicada. A menos que él tuviera otra garantía, él no va a pedir que se le retire el asilo, por lo tanto el Ecuador está en una postura un poco conflictiva, hay el tema de derechos Humanos por un lado y por otro todo lo que usted ha mencionado, la presión de la opinión pública.

Lo has dicho correctamente. Tú lo has dicho todo. Por eso no me voy a meter en el tema del asilo, esa es una decisión del gobierno pero como ecuatoriana, como nacionalista, como patriota que soy,  sí voy a exigir que el Presidente de la República le retire la nacionalidad que vilmente y mañosamente se le otorgó con el único fin político de hacerle diplomático, y de esa manera sacarle a Moscú como consejero de la Embajada ecuatoriana en Moscú.

Una analista nos decía que hubo un desconocimiento en el manejo de la Canciller Espinosa en este tema porque de todas maneras, incluso para llevarlo a Rusia, era necesaria la aprobación de Reino Unido. ¿Qué dice eso desde su perspectiva del manejo que le dio la Canciller al tema?

Durante diez años el correísmo estuvo acostumbrado a hacer y deshacer a su antojo pero hay países soberanos, que siguen las leyes. El Reino Unido le da una respuesta muy contundente: no le podemos considerar como diplomático en nuestro país porque es un prófugo de la justicia británica. Así de sencillo. En su momento se le criticó a ella, ¿qué pensaban que iba a hacer el Reino Unido? Ahora sabemos que realmente lo que querían era trasladarlo a Moscú.

Pasemos a la agenda legislativa. Esta Asamblea ha sido muy criticada, tuvieron un presidente que fue removido. ¿Qué deudas aún tiene la Asamblea con los ciudadanos?  

Yo voy a discrepar con la opinión de muchos. Yo creo que esta Asamblea ha hecho cosas muy buenas también. Lo que pasa es que lo que llama la atención son los escándalos, las riñas entre asambleístas, lo de los diezmos ahora, lo del expresidente de la Asamblea pero creo que hay cosas muy positivas: se han hecho reformas a la LOAI, a la LOES. Lo último, que es muy importante, yo fui la ponente del Acuerdo de Marrakech, es muy importante para el tema de tramitología y transparencia en las aduanas, es un tratado ligado a la Organización Mundial de Comercio, prácticamente todos los países están menos Haití, Venezuela y Ecuador. Ahora ya somos nuevamente parte de esto que nos traerá inversión extranjera, bajará los costos de producción de las empresas. Se ha hecho la Ley de Optimización de Trámites.

De las cosas que ahora me acuerdo, tengo pésima memoria, se han hechos muchas cosas, se está trabajando en La Ley de Comunicación, en una Ley de Seguridad Pública.

Se hacen buenas cosas, pero a los medios de comunicación y a la ciudadanía lo que más les llama la atención son las cosas negativas, pero no quiere decir que no se ha trabajado en este año y medio.

Te puedo hablar por mí y mi bloque, hemos trabajado muchísimo, hemos presentado buenos proyectos de ley que todavía no salen.

Yo tengo un proyecto de ley muy avanzado para eliminar el techo de utilidades. En la época del correísmo, a los empleados privados, de telefónicas, de petroleras, les bajaron del 15% al 3% máximo de utilidades. Mineros y petroleros son más de 4 mil familias. Ese proyecto parece que tiene el consenso de todas las bancadas y por lo tanto está listo para tratarse en la Comisión de los Trabajadores, esperemos que sea pronto y que llegue al pleno porque esa gente tiene derecho a sus utilidades.

Está el tema de la Ley Glas, la mía fue presentada en febrero, la de Eliseo Azuero fue presentada en junio. La mía lleva más de seis meses en la Comisión esperando que entre en la agenda pero entendemos que la presidenta de la comisión es afín al exvicepresidente Glas, y entonces me parece que va a ser un poco complicado que estos dos proyectos sean puestos en calendario.

¿En qué difiere su proyecto del que presentó el legislador Azuero?

No recuerdo muy bien el de Eliseo Azuero, pero el mío pide que a todos los expresidentes y exvicepresidentes que se vean envueltos en casos de corrupción y tengan casos de sentencias ejecutoriadas en firme, se les retire las pensiones. Azuero hablaba de algo de los 65 años, yo sí pido una sentencia ejecutoriada porque es lo constitucional.

Paola Vintimilla, legisladora del PSC. Fotografía de José María León para GK.

Paola Vintimilla, legisladora del PSC. Fotografía de José María León para GK.u

¿Usted está satisfecha con su trabajo legislativo, entonces?

Estoy satisfecha con mi trabajo, total y completamente, muy contenta con lo que estamos logrando. Estoy contenta con lo que ha hecho el Partido Social Cristiano, creo que es un bloque orgánico, coherente. Como hemos dicho: de donde vengan las buenas ideas, de cualquier bancada que sea, nosotros apoyaremos y las malas estaremos en contra.

De todas maneras el bloque socialcristiano sí ha sido criticado, sobre todo cuando se votó para elegir a la Presidenta de la Asamblea, decían que hay un acuerdo con el Presidente Moreno.

Quisiera que esa gente que habla así me dijera cuál es el acuerdo con Moreno.

Esto le iba a preguntar. ¿Hay algún acuerdo con el gobierno para que País tenga gobernabilidad?

Yo diría: investiguen un poquito más a fondo. Hay asambleístas de otras bancadas que manejan instituciones públicas. ¿Qué maneja el Partido Social Cristiano? ¿Qué institución pública hemos puesto nosotros una persona afín a nuestro partido? Ninguna.

Ninguna, y pueden investigar todo lo que quieran. El hecho de que apoyemos muchas cosas que presenta el gobierno, y el hecho de que hayamos apoyado el nombramiento de la presidenta —porque, además, es la que tenía los votos, nadie más los tenía— pensando en el bien de la asamblea, teníamos que votar por quien los tenía: en este caso, Elizabeth Cabezas.

Pueden hablar mucho del Partido Social Cristiano pero no nos pueden demostrar absolutamente nada porque no tenemos ningún acuerdo tangible. Nuestro acuerdo es con el país, por el bien del país. El Presidente necesita gobernabilidad, en las cosas positivas seguirá planteando con el apoyo del bloque.

La misma crítica les han hecho ahora que empiezan a sonar nombres para las seccionales de 2019. Carlos Luis Morales, quien posiblemente sea candidato en el Guayas fue un aliado del correísmo.

Es una decisión de la provincial de Guayas. Yo no me pienso meter.

Al hablar de las supuestas alianzas del PSC con el gobierno, se pone tensa. Alza la voz. Su rostro se colorea un poco. Se muestra un poco impaciente.

¿Pero cómo se toman esas decisiones?

Esas decisiones las toma la provincial.

¿Pero cómo? Cuéntenos si hay primarias, cómo funciona.

Sí, por supuesto. Somos bastante democráticos aquí en la bancada al igual que en las provincias. Todo es por votación y por apoyo de la gente.

¿Hay votaciones provinciales y una nacional? Cuando le dicen, usted va a ser candidata para Pichincha. ¿Cómo eligen eso?

Él es un precandidato. Yo soy precandidata para la Prefectura en Pichincha porque así me ha pedido el partido. Durante este mes haré campaña. Desde el día 1, si han seguido mi trayectoria, saben que todos los viernes yo he estado con la gente en diferentes barrios y sectores de la provincia y de Quito.

Por otro lado, los lunes yo recibo en mi despacho a las personas que tiene sus preocupaciones, sus problemas, los recibo y con mucho gusto trato de ayudarles.

Mi trabajo no es desde ahora, es desde el día uno porque yo me comprometí a eso.

Ahora me están pidiendo que vaya a la prefectura. Para mí eso sería un honor, no hay nada que me gustaría más que servir a mi provincia; pero veamos qué sucede de aquí a un mes, quiero ver, más que lo que vea en las encuestas, el sentir de la gente. Si realmente Pichincha está preparada para la primera mujer prefecta y si está de acuerdo con las ideas y propuestas que le estoy llevando.

No he tomado una decisión todavía, no puedo decir sí o no, pero me encantaría.

Ahora, aquí en la Asamblea tengo varios proyectos en marcha y mi tema de fiscalización ha sido muy exigente en tiempo y me gusta lo que estoy haciendo. Lo estoy disfrutando y estoy sirviendo al país, que es lo que yo quería, y sirva a la provincia o sirva al país, las dos opciones son buenas para mí.

Regreso a la pregunta, ¿cómo deciden su candidatura?

Se hace votación entre la gente del partido, de cada provincia.

¿Y cuándo son las primarias?

Cuando ya se vaya a decidir, aún no se ha puesto fecha pero me imagino que será en noviembre  porque hasta el 23 de diciembre se pueden inscribir en el CNE.

¿Qué pasaría con el trabajo en la Asamblea? ¿No sería dejarlo a medias?

Exacto, son las cosas que uno tiene que valorar y pesar. Dejar la asamblea sería muy duro para mí y para mis proyectos pero vendría un nuevo reto que también es maravilloso.

Yo fui Reina de Quito hace 27 años, he hecho labor social hace 27 años, mi trabajo es la gestión, es lo que más me gusta, hacer obras, poder ayudar a la gente directamente.

En la Asamblea esto es un poco imposible.

Ayudamos pero de manera diferente, con las leyes y temas de fiscalización  pero el poder hacer una carretera o, acuérdate que la Prefectura tiene a su cargo Educación y Salud, que no tiene ninguna otra prefectura, por ejemplo esto de llevar las clínica móviles como se hace en Guayaquil, se podría aplicar esto en la provincia.

Es muy diferente a la asamblea, cuando sale una ley, voy año y medio y no tengo ninguna ley aprobada porque los tiempos en la asamblea son larguísimos y las posiciones políticas, ideológicas paran muchas cosas que uno quiere hacer.

¿Hay más negociación allí?

Claro, es más complicado pero la otra parte sería estar en un puesto público en el que no estás en el ojo político porque el Alcalde es el que se lleva ese peso, pero estás en un lugar donde puedes hacer mucha obra.

No sé por qué muchos políticos le hacen el feo a la Prefectura cuando a mi me parece un lugar ideal, tranquilo para trabajar y hacer obra.

Lo que usted dice sobre la mirada pública, ¿puede ser desgastante? ¿Le incomoda?

Es que es desgastante, es agotador. El que estén a la expectativa todo el momento de la mínima palabra que dices para usarlo en tu contra, aquí no te pasan nada. Ningún error se pasa.

¿Quién no lo pasa?

Los medios de comunicación, la opinión público, las redes sociales, la gente no está viendo lo bueno que estás haciendo si no esperando cuándo te equivocas para caerte.

Vintimilla analiza la posibilidad de ser candidata a la Prefectura de Pichincha. Fotografía de José María León para GK.

Vintimilla analiza la posibilidad de ser candidata a la Prefectura de Pichincha. Fotografía de José María León para GK.

¿Pero no cree que el rol del periodismo es cuestionar?

No, no es que estoy en contra del periodismo, acuérdate que yo vengo del periodismo.

Yo sé, pero es un rol distinto cuando uno es periodista en ejercicio y cuando uno es ex periodista. Muchos de los que pasaron por medios y se dedican a la política suelen decir: nunca me sacan lo bueno, pero sabemos que en el ejercicio del periodismo el trabajo es tener el ojo crítico. Entonces la pregunta era más bien, ¿cómo ve usted ese cambio en su propio rol?

Eso mismo siempre comento yo con mis asesores: qué diferente es estar del otro lado.

Qué fácil era para mí estar en un medio de comunicación y criticar a todo funcionario público que me apetecía o que no me gustaba cómo estaba actuando, pero nunca me puse a ver si había hecho algo bueno o no, solo le caía por las cosas negativas pero qué tanto sabes de lo que ha hecho Paola Vintimilla.

Es la primera vez durante la entrevista que Vintimilla se relaja un poco, incluso llega a sonreír. Su voz parece suavizarse y empieza a soltar las palabras pausadamente.

¿Pero no es ese el trabajo del equipo de comunicación de Paola Vintimilla?

Sí, nosotros comunicamos muy bien. Justamente por venir de eso, de los medios de comunicación, todas las semanas hacemos una rendición de cuenta de mis labores y pongo en todas mis redes sociales.

¿Una sabatina chiquita?

Una sabatina chiquitita. Sale los domingos en la noche, es solo un minuto, a la gente le encanta. Creo que todos los asambleístas y todos los funcionarios públicos deberían trabajar en eso, en una comunicación positiva, en una rendición de cuentas. Es importante que la gente sepa.

A lo que iba era que es necesario un poquito de conciencia en ese sentido: veamos también lo positivo de cada asambleísta, no solo el escándalo, en lo que se equivocó o cuando se olvidó de un tema porque eso es muy duro para uno que está haciendo un trabajo que es muy sacrificado.

¿En qué sentido?

El tema de la familia. Acuérdate que yo tengo cuatro hijos.

¿Es más duro para las mujeres que para los hombres?

No, yo por ejemplo veo que mi esposo es un padre espectacular. Si él estuviera en mi trabajo, él estaría sufriendo igual que yo y por más que uno acomode sus horarios, sus tiempos y trate de darles no la cantidad, sino la calidad en tiempo, a los hijos, sí terminan pagando mucho de esto.

Hay fines de semana que yo no puedo estar con ellos, ese es el momento en que la mayoría de los ecuatorianos que trabajan de lunes a viernes, están con sus familias. El trabajo de un político no es de lunes a viernes, no tenemos vacación.

Todas las vacaciones que hemos tenido en la Asamblea, la Paola ha estado trabajando, no me he podido ir de vacaciones porque hay temas urgentes que no me permiten irme quince días, no porque la ley no me lo permita.

Usted mencionaba hace un momento la posibilidad de ocupar la prefectura de Pichincha. Se habla mucho de exportar el modelo guayaquileño. Daniela Chacón, precandidata a la Alcaldía de Quito, decía que hay que ver cada ciudad con sus particularidades y que no está de acuerdo con la exportación del modelo de Guayaquil. ¿Usted cómo ve eso?

Muchas cosas sí, habrá otras que no, ahí coincido totalmente con Daniela Chacón.

No todo lo que pasa en Guayaquil se podrá aplicar acá, pero sí hay el tema de las clínicas que se acercan a la ciudadanía, que van a los barrios, que tienen un médico general que les pueden hacer un chequeo ese instante, exámenes de sangre, de laboratorio, ¿cómo no va a ser aplicable?

Está el tema de las veterinarias. El alcalde Nebot no los ha promocionado mucho pero para mí, que amo los perros, los gatos y los animales en general, el tema de las clínica que hay en Guayaquil es buenísimo. Tienen quirófanos que no les cuesta nada a los ciudadanos.

En Guayaquil el tema de la basura está concesionado a una empresa privada y funciona muy bien.

¿Por qué no se hace eso aquí? ¿Por qué tenemos que ser los dueños de la recolección de basura cuando ya hemos visto que es un fracaso?

Y seguimos comprando recolectores. En una situación económica que no es la mejor, es momento de hacer alianzas público-privadas. Si mañana tenemos que continuar la Ruta Viva, por ejemplo, tiene que ser concesión porque no tenemos dinero para pagarla.

Hay que encontrar préstamos internacionales que son no reembolsables que están ahí y lo único que se tiene que hacer es aplicar y presentar un buen proyecto pero nadie se toma el tiempo de hacerlo, ni siquiera de investigar. El proyecto de riego de Tabacundo aún no termina. ¿Cuánto tiempo vamos en ese proyecto y nos siguen diciendo que vamos en el 95%? Hay que capacitar a las comunas para que no hagan el riego por inundación. Se desperdicia una cantidad de agua increíble, hay que capacitar a que empiecen a usar el riego por goteo.

El tema de centros de acopio para que lleven todas sus verduras, vegetales y que de alguna manera la prefectura le de un valor agregado a eso, ahí podríamos ganar diez centavos en una lechuga por ejemplo y dejar cinco para la comunidad y cinco para el mismo centro de acopio para que sea autosustentable, no podemos seguir siendo paternalistas y que el gobierno te dé absolutamente todo porque no hay dinero. Hay que ser más ingeniosos. Hay la manera, hay la forma, el Alcalde de Guayaquil, por supuesto que sería un gran referente.

¿En qué sentido?

En el know how, en cómo hacer ciertas cosas, cómo manejar las alianzas público privadas, cómo manejar una concesión que sea beneficiosa, por sus 40 años de experiencia en la vida política y como excelente administrador.

Nebot cumplió 18 años como Alcalde, ¿no cree que esto es perpetuar la imagen de un caudillo? Lo mismo que se criticaba a Correa que gobernó diez años.  

Sí, ¿tú te acuerdas con qué porcentaje de aceptación salió Correa y cuánto tiene Nebot?

Independientemente de eso, no entremos en ese detalle. Habrá críticos y seguidores del uno y del otro, sobre todo por las personalidades tan fuertes de ambos. ¿No cree que la política está siempre gobernada por estas figuras de los salvadores?

Creo que la ciudadanía no puede dejar de ver a Jaime Nebot como un gran líder nacional, ustamente por la figura tan fuerte, la construcción de tantos años en su carrera política, por haber sido un excelente administrador, un excelente político.

La gente, lo primero que hace cuando hablamos de 2021 es pedir por Jaime Nebot.

Creo que la gente ha pedido por Jaime Nebot durante años.

Pero las veces que se ha postulado a la presidencia perdió.

Pero la gente lo pide. Perdió dos veces.

En la Sierra no tiene entrada, según algunos datos.

¿Crees?

No yo, las cifras.

¿Las cifras dicen?

¿Viste que en las últimas encuestas en Quito apoyan a Nebot con el 46%?

"Estoy satisfecha con mi trabajo", Paola Vintimilla. Fotografía de José María León para GK.

«Estoy satisfecha con mi trabajo», Paola Vintimilla. Fotografía de José María León para GK.

¿Como candidato la Presidencia?

Tengo mis dudas, pero la pregunta es sobre la imagen del caudillo, del salvador.

Yo no le veo así, lo veo como una persona con muchísima experiencia de la que tenemos que aprovechar. Quien vaya a la alcaldía o a la prefectura de Pichincha, si no aprovecha el conocimiento de Nebot, sería una locura.

Si yo llegara a la Prefectura, mi principal “asesor” sería Jaime Nebot, definitivamente.

No es ningún caudillo ni mucho menos, es un hombre bastante democrático, una persona muy abierta a conversar. Te digo porque si no, yo no podría estar ahí: soy una mujer de carácter muy fuerte, que me gusta ser escuchada, y me gusta que mi opinión sea tomada en cuenta. Si yo viese que en ese partido, Jaime Nebot es el único que manda y decide, yo no podría estar en el PSC.

¿No es él quien ha designado a Cynthia Viteri o a Paola Vintimilla?

No, tanto es así que hace dos días él me dijo: ‘Paola, usted tome la decisión que quiera. Me encantaría que vaya a la Prefectura pero esa es su decisión’. Le dije sí Alcalde, yo voy a tomar la decisión en un mes porque me gusta mucho lo que estoy haciendo en la Asamblea, pero es mi decisión, no la de él. Y él me lo propone porque la gente del partido le propone mi nombre.

Yo no le veo ningún caudillo ni una persona intransigente ni tiene nada que ver con Rafael Correa.

Él va a terminar después de 18 años con más del 80% de aprobación: dime con cuánto terminó Rafael Correa después de 10 años o con cuánto terminan la mayoría de los alcaldes después de cuatro años. Yo admiro muchísimo ese modelo de desarrollo.

¿Ese es el que usted aplicaría acá?

Yo viví en Guayaquil en el 88 y en el 96, y daba pena la ciudad. Apestaba, estaba lleno de ratas, yo tengo fobia a esos animales. Tú no podías bajar los vidrios porque la ciudad olía mal. La gente no cuidaba su ciudad, ahora el guayaquileño está tan orgulloso de su ciudad, nada huele mal, todo está hermoso, la tecnología está por todo lado, tú tienes acceso a internet en donde estés parado en la calle.

Yo no había ido a La Prosperina o Flor de Bastión o muchos barrios en Guayaquil; en la época de campaña conocí muchos barrios y era completamente diferente a lo que yo conocía, las calles adoquinadas, las casas pintadas de colores, llenas de árboles, piscinas en el exterior, la gente se veía contenta.

Ese no es el Guayaquil que yo recuerdo: yo sí te puedo hablar de una transición, de un cambio de 180 grados y de la actitud del guayaquileño, cómo se apoderó de su ciudad.

Es lo que nos pasaba hace algunos años a nosotros, el capitalino estaba orgulloso de serlo, yo no siento que la quiteñidad haya regresado, eso ya a la gente no le importa, la gente no se da cuenta de peso que tiene ser de la capital.

En el tiempo que usted lleva como asambleísta ,¿qué errores reconoce?

Verás, creo que las equivocaciones son positivas y siempre se aprende de las equivocaciones.

En este año y medio yo puedo decir que me siento una política diferente, sigo siendo más ciudadana que política.

Mis equivocaciones, tal vez, en algún momento fueron ser muy directa y muy poco política, pero no quiero cambiar.

Si la gente lo ve como equivocación ser frontal, ser directa y no esconder nada, pues puede ser.

Pero debe haber algo que usted crea que fue un error, no algo que la gente juzgue desde afuera, sino lo que usted reconozca como error.

Creo que las equivocaciones siempre te sirven, no me quedo en la equivocación sino en lo que aprendí de eso.

¿Entonces cuál es el aprendizaje que usted ha reconocido?

He aprendido más a escuchar en el tema de las entrevistas. Ves que te interrumpo pero regreso y digo no, a ver, escuchemos.

A veces yo tiendo a responder antes de que terminen la pregunta y eso me hacía caer en errores, a responder cosas diferentes de lo que me estaban preguntando.

He aprendido a ser más paciente, a escuchar. Y a escuchar también a las diferentes ideologías políticas dentro de la asamblea. A decir ‘ok, esta persona no comparte mis puntos ni yo los de ella, pero en esto estamos de acuerdo’.

Por eso dentro de la asamblea yo tengo una muy buena relación con 130 de los 137 asambleístas, podemos conversar, nos respetamos y eso solo se logra escuchando y no creer que mi partido o mi posición es la correcta siempre, podemos equivocarnos y seguramente lo hicimos.

Y desde esa experiencia entonces, ¿sí se pueden lograr acuerdos entre socialcristianos y correístas?

Cuántas veces hemos visto votar a los de Creo con los de Correa y eso no quiere decir que esté mal.

En este momento acabamos de aprobar un cambio del orden del día pedido por el ala correísta porque creemos que debe ser debatido. Lo que no pasa con ellos. Cualquier buena idea para cambio del orden del día que venga de la derecha normalmente el ala correísta vota en contra. Ellos son 28 asambleístas bastante radicales pero creo que todos los demás hemos llegado a apoyarnos en momentos en que vemos una causa justa.

¿Cómo ve usted que este tema de los diezmos? ¿Cómo se puede, no solamente de cara a la imagen pública, sino hacer incluso un cambio de mentalidad del funcionamiento de estas prácticas?

Donde se llegue a comprobar de cualquier asambleísta, como hemos escuchado los audios de Norma Vallejo o los otros casos que están en la justicia, simplemente tienen que renunciar, tienen que salir.

Y para algo se están conformando estas comisiones específicas.

En el caso de Norma Vallejo es una comisión que se acaba de conformar ayer y de ahí tiene que salir un informe que debería llegar al pleno y ahí deberíamos votar.

¿La Asamblea la puede sacar?

Sí, con una votación la podemos destituir. Y creo que también debe haber un trabajo fuerte de la Fiscalía. Lo que tienen que hacer, es que si lo ven necesario y oportuno, deben pedirnos el levantamiento de inmunidad para la asambleísta y nosotros tendremos que levantarla. Esa es mi posición.

¿Aunque sea de su partido?

Aunque sea de mi partido. Es que uno no puede dejar pasar eso. Solo de pensar que estás quitándole plata de su trabajo, de su esfuerzo.

Mi gente, mis dos asistentes y mis dos asesores trabajan muy fuerte como para decirles me tienes que dar el 50% de tu sueldo, me parece reprochable al máximo.

Más iras me da cuando le oigo a Fabricio Villamar, la persona que denuncia todo esto, decir que él ya conocía esto hace 30 años cuando era asistente de la Asamblea. ¿Por qué dejó que pasen 30 años?

¿Es distinto hacerlo en la calidad de asambleísta, no?

¿Por qué dejó que pase un año y medio, no?