La ministra de Justicia, Rosana Alvarado, fue una política de perfil alto durante la década que gobernó Rafael Correa. Tras su salida de Carondelet y la ruptura entre Correa y el presidente Moreno, ella se mantuvo en el poder. En esta entrevista habló de la situación de las personas privadas de libertad, la despenalización del aborto y cómo se siente como Ministra luego del quiebre de Alianza País. Para concretar la entrevista, su equipo de comunicación cambió varias veces la fecha y hora. Finalmente nos recibió el jueves 26 de julio a las cinco y media de la tarde, en su oficina ubicada en el sector de la Mariscal, en el centro norte de Quito.
Quisiera empezar hablando sobre los centros de privación de libertad. Desde la Asamblea se ha intentado varias veces reunir los votos para lograr convocarla al pleno a explicar la situación de las personas privadas de libertad, sobre todo en Turi. Allí hubo una persona asesinada, también falleció —aparentemente se suicidó— uno de los involucrados en la violación y asesinato de la niña Emilia Benavides de Loja. ¿Qué es lo que le está fallando al Estado para que ocurran ese tipo de hechos en un centro de privación de la libertad?
A partir de esta administración se han transparentado las cifras y no ha habido la intención de ocultar ningún acontecimiento, bueno, malo o feo, trágico o que se convierta en algún logro. Alguna vez dijeron que yo normalizaba estas situaciones. No, yo no normalizo. Tanto no normalicé que es la primera vez que a los centros de rehabilitación pudieron ingresar psiquiatras penitenciarios que vinieron de la Organización Panamericana de la Salud porque no tenemos en Ecuador ni suficientes psiquiatras, menos todavía psiquiatras penitenciarios. Creo que no hay ninguno.
Fue precisamente el ingreso de ese tipo de profesionales los que yo quise que ingresen para ver cuáles son las condiciones de encierro que pueden derivar en diferentes tipos de enfermedades mentales. No es algo que se puede hacer de manera constante porque hay una ausencia de recursos, de personal, son muchos los temas que han sido pendientes en el sistema penitenciario.
El llamado a la Asamblea fue inicialmente porque Ecuavisa presentó un reportaje en 2017 en el que se presentaban hechos del 31 mayo de 2016. Hay imágenes captadas por cámaras en las que someten a personas privadas de libertad a torturas, participan policías, hay un delito de por medio. Ecuavisa nunca señaló las fechas, no sé con qué ánimo pero nunca señaló las fechas. Eso llegó a la Asamblea y como el año no estaba especificado, se creía que eso concernía a esta administración.
De todas maneras yo pedí ser recibida en la Asamblea, fui a la Comisión de Justicia y creo que la información que allí presentamos dejó bastante clara la situación. Lamentablemente, cuando se hizo la denuncia de esos excesos del 31 de mayo de 2016, el Ministerio de Justicia no presentó acusación particular y eso impide que se pueda apelar la sentencia. Sobre lo que ocurrió el 31 de mayo de 2016 hubo denuncia, pero no acusación particular.
¿Entonces en qué quedó eso?
En nada, pues salieron liberados algunas de las personas que inicialmente estaban siendo investigadas pero ese es un tema judicial sobre el que no puedo hacer juzgamientos.
Luego, lo que sucedió con el asesino de la niña Emilia. Se practicaron 18 pericias médico legales que confirman suicidio. Sucede en los centros de rehabilitación, en los contextos de encierro, que las personas no pueden liberarse de las ansiedades. En muchos de los casos, como en este crimen que era violación y muerte, hay remordimientos salvo que se trate de un psicópata que no siente ningún tipo de remordimiento.
En este caso las personas fueron trasladadas de Loja a Cuenca precisamente porque en las cárceles del Ecuador y del mundo hay algunos códigos con respecto a los delincuentes sexuales. Tratamos de impedir que se cometan otros delitos pero eso no es muy sencillo de combatir en estos contextos.
¿Qué tipo de códigos?
Un violador es muy mal recibido dentro de un centro de rehabilitación. De lo que sabemos, en Loja, al señor Nero que se suicida según los informes médicos de la Fiscalía, los otros privados de libertad le hacían señales de que iban a acabar con su vida. Lo estaban recibiendo con palos, sacaron unos barrotes.
Hubo una disposición de la jueza de trasladarlo a un centro regional. En las cámaras se ve cómo llega antes de las 4h30, 4h45 de la mañana. Se ve todo el traslado, el examen, el paso al CDP. Además un Centro de Detención Provisional hay en los centros regionales. Ahí sí tienes un espacio, área de apremio, de mínima, de mediana, de máxima. Eso no hay en los otros centros, en el de Quevedo, Babahoyo, de Cañar. Pero en los centros regionales, como el de Turi, sí. No hay en el país celdas individuales, nunca ha habido, peor en un espacio de CDP donde están los procesados. Sin embargo compartieron la celda las mismas personas involucradas en el caso y que estuvieron juntas en Loja. Es más o menos una hora entre el ingreso de la persona detenida y su muerte.
¿Es inmediato?
Sí, es inmediato. Ahí, es un análisis que quizás no me corresponde, pero había conmoción sobre ese crimen, así que quizás había presión y remordimiento en la persona que se suicida.
Pero ese no es el único caso. También un privado de libertad murió por un disparo en Turi.
Sobre eso hemos pedido el informe de la Policía porque esa es una intervención que solicita la Fiscalía. Ingresa la Policía y le da aviso al Ministerio de Justicia apenas diez minutos antes del ingreso para que la Policía haga una requisa en un pabellón en el que supuestamente había un arma. Esa es la muerte de alias Garfield. Esto sucedió en marzo de este año, sobre eso le hemos pedido información a la Policía porque esto es en el pabellón de máxima seguridad especial que está solamente bajo custodia de la policía, no hay agentes de seguridad que no sean de la policía, la policía es el filtro. Hasta ahora no hemos recibido ningún tipo de informe.
Pero la pregunta es sobre la responsabilidad del Estado en este tipo de centros. ¿Qué está faltando por parte del Estado?
¿Sabes cuántos agentes necesitamos? 11 mil.
¿Cuántos hay?
Hay 1526.
¿Falta presupuesto?
Falta personal y también presupuesto. Cuando te dicen por qué son tan invasivas las técnicas de revisión de las visitas. Estamos haciendo los protocolos, estamos tratando de levantar normas técnicas. Eso demanda tiempo porque tienes poquitas personas trabajando en esas normas pero es necesario implementarlo para tener todo por escrito porque así, con la norma por escrito se puede hacer el reclamo a la policía o a los agentes que intervengan. Con estos protocolos tratamos de hacer el control riguroso y que nadie se sienta invadido. Antes que el cacheo que te puede hacer un agente de seguridad, necesitaríamos un arco y cámara escáner, de esas incluso que revisan cavidades.
Escuchaba el otro día una persona que decía que no le revisaron los bolsillos, en los bolsillos casi nunca vas a encontrar nada. Lamentablemente es en las zonas íntimas, en las toallas sanitarias en uso, en los pañales de los niños. Ningún país ha podido combatir las formas más inventadas de cómo se hace tráfico de estupefacientes. En Ecuador es una de las tareas pendientes y para eso se necesita apoyo tecnológico. Los escáneres podrían servir más que el mismo personal.
¿Y el tema de armas es igual?
Las armas entran por la puerta. Sí hay la posibilidad, se ha escuchado en algún momento, que cuando se construían los centros de privación de libertad, el crimen organizado, a través de las personas que trabajaban en la obra civil, encaletaban armas. Eso es una posibilidad. El mundo penitenciario es un mundo que desafía mucho. Es un mundo muy desconocido y complejo: vos vas y ellos ya están de vuelta. Van muchísimo más rápido de las posibilidades que tiene el Estado de controlar porque estás frente al crimen organizado.
No estoy hablando de las personas privadas de libertad que se llaman polillas, las que se roban un celular, los arranchadores que van y vienen. Yo hablo del crimen organizado, de los que pueden sobornar a un agente de seguridad penitenciaria.
Justamente allá quería llegar. Usted hablaba en una entrevista en la que se refería a que es un espacio de “fácil contaminación”. ¿Ha habido casos concretos en los que se ha encontrado personal del Ministerio o de la Policía vinculado a delitos dentro de los centros de privación de libertad? ¿Se tienen contabilizados los casos y quizás hasta dónde ha llegado la investigación?
Yo tengo presentadas no solamente las denuncias, yo soy acusadora particular en algunos de los casos. Cuando hicieron el motín hace mes y medio más o menos en Esmeraldas, yo soy la acusadora de un PPL perverso.
Yo me he convertido no solo en la denunciante sino en la acusadora particular, igual en los agentes de seguridad lamentablemente como suele suceder, te presentan después acciones de protección para reincorporarse al Ministerio, hacemos cambios administrativos, también hay unos que están prevalidos en su condición de funcionarios de carrera.
Pero así como hay gente de primera, valiente, decidida, honesta, también te encuentras con lo peor. Nosotros teníamos 1533 agentes, ahora hemos bajado a 1528, 1526 por la desvinculación de algunos de ellos que están denunciados.
¿Y esos están en procesos legales de investigación?
Sí. Además no solo son los agentes de seguridad. Tienes por ejemplo funcionarios administrativos, personal, promotores deportivos, educadores, aún cuando vienen más del Ministerio de Educación. El año pasado, cuando yo tenía unos dos meses en el Ministerio, había una persona a la que con mucha frecuencia se le dañaban los parlantes para hacer el ‘Ejercítate Ecuador’. Se le dañaban los parlantes siempre y siempre sacaba, componía, e ingresaba. En un momento se le dijo que abra los parlantes y trató de evadir ese control y empezó a ponerse nervioso. Desarmamos el parlante rapidito y encontramos adentro celulares. Iniciamos el proceso. Fue en Turi, pero Turi no es de ninguna manera el centro más complicado o conflictivo. Creo que alrededor de Turi hubo en algún momento como una acumulación de PPLs por casos de conmoción. Se ha tranquilizado pero no quiere decir que sea un centro regional hay que al que ponerle siempre atención.
Pero entonces en este caso era algo que ingresaban los celulares, esa denuncia se hizo, lamentablemente la Fiscalía no quiso acusar, y si es que no hay acusación de la Fiscalía hasta ahí llega el proceso. Nosotros en otro caso pudimos apelar, o sea trato, te digo, y trato de alcanzarme para todas las cosas.
¿Y dónde se atoran estos casos? ¿En la Fiscalía?
La Fiscalía tampoco tiene el número suficiente de fiscales o la función judicial el número suficiente de jueces. O sea creo que estamos frente a ese comentario que el Estado es obeso, gigante, y sigues teniendo problemas de personal, hay unos que tal vez podrían superar lo necesario, el personal de apoyo, pero el personal agregador de valor sigue siendo poco, dependiendo de las necesidades de las instituciones.
¿Se han contabilizado los casos de este personal que menciona bien sea promotores culturales o agentes?
Sí, creo que sí tenemos. Este rato no tengo el número exacto pero podríamos pedir, porque alguna vez pedí para la Asamblea.
Luego, la Ministra nos entregó un listado en el que constan los procesos penales por delitos relacionados a la función pública de servidores del Ministerio de Justicia. Allí se detallan ocho causas en contra de al menos 10 funcionarios hasta abril de 2018. Las investigaciones que lleva la Fiscalía son por supuesta evasión, delitos contra la fe pública, ingreso de artículos prohibidos, concusión, receptación de armas eléctricas, desacato y daño a bien ajeno.
Quizás hay ahí un problema con el exceso de privados de libertad. Es decir, si tomamos en cuenta este debate que hay ahora sobre, a propósito del expresidente Correa, se habla sobre el abuso de la prisión preventiva. ¿Ese abuso tiene que ver con la cantidad de presos que hay ahora?
La cantidad de problemas son proporcionales a la cantidad de personas privadas de libertad para las que no tienes plazas, o sea el hacinamiento claro que es un problema que desemboca en otro tipo de problemas cada vez más graves. Si tienes en un pabellón la capacidad para 100 y están 120 o 110, todavía puede ser manejable. Pero si en un pabellón que tiene cabida para 100 y están 160, una gripe se convierte en una pandemia. Los servicios básicos, el agua no te alcanza, la cantidad de agua que llega a un centro de privación de libertad empieza a escasear las posibilidades de que los agentes puedan controlar rápidamente un pabellón son diferentes si son 10 agentes para 200 personas si son 10 agentes para 1000.
El problema, generalmente, una chispa se convierte en un incendio y el agente llega a botar gasolina muchas veces. El tema de la sobrepoblación, el hacinamiento, es recurrente en los centros de privación de libertad de América Latina. Aquí en el Ecuador teníamos antes del 2007 un hacinamiento de casi 120% cuando se construyeron los espacios de los centros regionales, o sea Guayaquil, Latacunga y Turi en Cuenca, tuvimos un hacinamiento del 0, por un par de meses porque no nos duró mucho más. Inmediatamente entró en vigencia el Código Orgánico Integral Penal si es que las condenas son mayores, es mayor el tiempo de permanencia en los centros de privación de libertad. Tenemos ahorita un hacinamiento que está llegando al 40% que es coincidente con el número de personas en cambio procesadas, pero que tienen prisión preventiva. Casi un 40% de las personas que están dentro de los centros tienen prisión preventiva solamente, no han sido sentenciadas.
Justo coincide la cifra entonces.
Es coincidencia, si es que disminuyéramos la utilización de esta figura que además siempre ha sido cuestionada por los abogados que tienen una visión mucho más humanista del Derecho penal, que es de última intervención, si utilizáramos esos criterios… Hay casos en los que no queda otra alternativa que la prisión preventiva, delitos de sangre, delitos sexuales, por supuesto, de conmoción. Pero en el caso del hurto de un celular, el robo de un blue jean, que son casos que existen, mandarle con prisión preventiva a una chica de 18 años que se sacó un blue jean, tendrá que ser sancionada pero no necesariamente con prisión preventiva y después con cárcel.
¿Cuántas personas privadas de libertad hay actualmente?
38.006 al corte del 18 de julio.
De esta cifra es que hay el 40% de hacinamiento…
Sí. Casi 39%.
¿Y cuánto le cuesta al Estado mantener a estos privados de libertad?
Estamos actualizando eso, son 400 dólares mensuales, precisamente porque son varios rubros no solamente tienes que hacer cuentas de la alimentación que es de 2.50 dólares más IVA diarios, no por comida sino diarios. Parece una cifra ínfima como miserable, si es que uno hace también otro análisis cuánto invierte diariamente en alimentación una familia de modestas condiciones económicas, no es muy distante una cifra de la otra. Puede haber en esto una sorpresa pero más allá de la alimentación hay otros costos mucho más elevados, los traslados por ejemplo. Traslados por acercamiento familiar. Hay gente que no tiene ninguna visita. La única persona que les visita soy yo. Eso les pone ansiosos, les deprime, les pone violentos, les pone muy agresivos. Te piden un traslado, hay que analizar si ese traslado no le enfrenta a otra persona privada de libertad de la banda contraria y eso pueda terminar en desgracia.
A veces dicen ¿pero por qué les tienen en el centro de Latacunga a estas personas si es que son de la misma banda? porque si les cambias a Turi o a Guayaquil, se enfrentan con la banda enemiga y bueno todos sabemos en qué puede desembocar.
¿Y qué implica un traslado?
El cambio de un centro a otro. Generalmente motivado por acercamiento familiar. Porque sí es súper triste, principalmente para el caso de las mujeres que dicen estamos en Cuenca, yo soy de Esmeraldas, no he visto a mis hijos dos años, no recibo visitas familiares, no hay quién me ayude con el pago de un economato, que es este supermercado que tienen con las posibilidades de comprar un snack, alguna cosa. No les puedes dar tampoco frutas o algo más nutritivo.
¿Por qué?
Hacen chicha con eso, dejan fermentar y elaboran chicha artesanal de todos los sabores que se te ocurra. Yo he estado ahí y he visto de menta, de piña, de coco, de manzana, de pan, de papa, de remolacha. Todo lo que se te ocurra. Pero además ahí ves la necesidad de sobrevivir o sea son cosas que van a suceder.
¿Se puede decir que actualmente el sistema está funcionando para que haya una rehabilitación? Porque eso también ha sido parte del debate reciente, que el violador, el asesino entra y sale peor o el que traficaba con una cosa chiquita termina saliendo como un traficante grande.
Eso siempre se ha dicho de las cárceles. De que son escuelas de perfeccionamiento de delitos no es nuevo. Se ha dicho desde hace 100 años hasta ahora.
¿Pero qué se puede decir del sistema de rehabilitación?
Yo creo que es un sistema que ha mejorado. Y no lo digo solamente yo, lo dice la Cruz Roja Internacional, la ONU: las condiciones penitenciarias actuales en el Ecuador han hecho que inclusive parezca que el país ha dado ya un gran salto y que los organismos internacionales que trabajan en este tema no le vean como prioritario al Ecuador, que pretendan más bien revisar el caso de Bolivia, por ejemplo, de otros lugares a nivel de la región, de Centroamérica. Creo que hay un porcentaje de personas privadas de libertad que son en verdad muy difíciles, que no tienen el ánimo de la voluntad de rehabilitarse, definitivamente. Pero el 80% o tal vez 85% sí tiene voluntad de rehabilitarse. Que sí intenta rehabilitarse, que llega a la cárcel y paradojas de la vida, ahí tiene la posibilidad de la universidad o del colegio porque 1 de cada 10 privados de libertad es bachiller. Me refiero que cuando estuvieron libres no iban al colegio. Y 1 de cada 100 tiene tercer nivel de educación.
¿Y hay alguna cifra sobre la gente que está regresando permanentemente a la cárcel?
Sobre reincidencia, eso tiene el Consejo de la Judicatura.
Casas de acogida
Hace un rato estábamos hablando sobre cuánto cuesta un privado de libertad y aquí el vínculo para ir al siguiente tema que le habíamos planteado que es las casas de acogida. Una de las personas a cargo de una casa de acogida nos decía que en algún momento supieron que se le daba más dinero a un preso que a una mujer en casas de acogida.
Están equivocados. En el caso de la persona privada de libertad porque un poquito se interrumpió antes, además de los traslados, tienes que hacer cuenta de la propia infraestructura, servicios básicos, pagas muchísimo en agua por ejemplo, dejan abiertas las llaves, dañan los servicios, los lavabos, las tuberías, las lámparas, el sistema eléctrico, todo lo que se te ocurra. Tienes que también hacer cuentas de la vestimenta, el servicio de agentes de seguridad, policías, las carceleras, la salida a audiencias, la atención en salud, en educación, todo eso va sumando y por eso es que te da más o menos 400 dólares mensuales por cada persona privada de libertad. En las casas de acogida en cambio la atención a víctimas viene a través de una disposición que es legal donde dice que desde el Estado puede haber donaciones para los servicios que puedan prestarse para sectores prioritarios o así resueltos desde el gobierno nacional. En este caso por los temas de violencia, se han venido haciendo diferentes convocatorias.
El costo de las víctimas es bien elevado. Atender a víctimas es bien elevado porque requieres primero…hay gente que dice ‘pero se paga mucho en personal’ y sí porque una víctima necesita un médico, una psicóloga, una trabajadora social, entonces son estos costos de los profesionales que están atiendo los que, no me gusta utilizar este término, hacen caro el servicio. El servicio se hace caro por la violencia. Eso es lo que significa un enorme costo económico y en costos sociales ni hablar. Entonces, con respecto a las víctimas, hay 22 organizaciones con las que hemos firmado estos convenios y nosotros les damos, por ejemplo, montos por honorarios mensuales. Son 6400 dólares para honorarios.
¿6400 dólares a una casa?
Sí. Aquí están los costos, tenemos casi 2 millones de dólares que se desembolsan a través de convenios con 22 centros y casas de acogida. Entonces tienes más o menos unos 10 mil dólares mensuales para cada una de las casas, en términos de personal.
Si se prorratea para el número de mujeres que se atiende, ¿se tiene un costo de cuánto cuesta atender a cada mujer?
Alguna vez hicimos como al ojo, era más elevado que una persona privada de libertad.
Pero no tiene esa cifra…
No, pero tal vez me estaría inventando. Pero era más elevado que una persona privada de libertad.
¿El monto que se ha asignado a las casas de acogida ha ido aumentando con los años o es el mismo convenio desde el inicio que se mantiene hasta ahora?
Es el mismo convenio. Este año tuvimos 1 millón 912 mil dólares para 22 casas. Los convenios se firmaron recién en abril. ¿Qué pasó en enero, febrero, marzo? Aquí están las razones por las cuales no pudimos firmar a tiempo. Yo les he pedido un poquito más de justificaciones o sea hemos tenido que ser un poco más estrictos porque eso hizo que inclusive las liquidaciones no nos hagan llegar en el mes de enero. Nos llegaron recién en el mes de marzo refiriéndonos la liquidación del año 2017. Y en más de un caso, las casas de acogida tuvieron que hacer devoluciones al Ministerio para evitarse problemas después con Contraloría.
¿Por qué sucedió esto? Por la poca formalidad con la que se llevaron a cabo las atenciones. Entonces hoy hemos sido un poco más estrictos, severos, en exigirles toda la lista de beneficiarios, todas las facturas para poder proceder con la liquidación. Acuérdate que al ser de cualquier manera una institución que no es del Estado y que recibe recursos del Estado, es susceptible de una auditoría de parte de la Contraloría. Entonces, esa fue la razón por la cual nos retrasamos.
Pero una de los planteamientos que hacen ellas es que les cambian siempre las reglas del juego. Como han pasado de tres entidades distintas, del MIES, luego al Interior, ahora Justicia. Y cada quién tiene parámetros distintos e incluso si es que cambian las propias autoridades del Ministerio, dice que les piden otros documentos que originalmente no estaban y terminan haciendo un trabajo administrativo cuando en realidad tienen necesidades inmediatas.
Pero los convenios no se pueden renovar automáticamente. Y más que hablar de un cambio en las reglas del juego, creo que por primera vez hay reglas de juego. Esto nos pasa en los convenios con las casas de acogida y también con los vicariatos que tenemos. Es la primera vez. Y yo les he dicho que inclusive es una manera de precautelar. Finalmente para mí es una responsabilidad gigante la que acarreo como ministra pero para ellas también y en situación de más debilidad porque bueno, yo soy ministra pero ellas no. no sé si me hago entender, entonces por ese lado han sido ya te digo, les ha faltado prolijidad, dos veces tuvimos que declarar desiertos estos concursos, convocatorias en donde llamábamos a las casas y a los centros de atención. Yo necesito, el Estado, todas las mujeres necesitamos de la presencia sólida de las casas de acogida, no hay otra alternativa. De otra manera, con tanta violencia, no hay Estado que pueda encargarse. Necesitamos la presencia pero también tienes que dar cuenta en qué invertiste los recursos porque de otra manera lo que te ganas es un problema súper serio con Contraloría.
Otro de los planteamientos que ellas hacían es buscar una forma de hacer un convenio distinto que pueda ser bianual o que no requiera tanta burocracia, por retomar las palabras de ellas, porque lo que pasa es que finalmente se desembolsa el dinero que entiendo que ahora fue en junio, ustedes no pueden financiar los seis meses anteriores sino que lo hacen de julio en adelante y eso genera un problema.
Yo sí creo que para el próximo año no vamos a tener problemas porque ya han quedado más claras estas reglas. Pero me parece que no es un tema de burocracia sino que sí hay bastante ligereza en la manera como a veces se manejan los recursos. Dado que lo que se atiende es a víctimas, a mujeres que necesitan atención. Por supuesto, pero eso no elimina tu responsabilidad ni administrativa, ni civil, ni penal. Yo te digo, algunos centros nos tuvieron que devolver recursos.
Pero por qué.
Porque no habían utilizado.
¿O porque no había respaldos de facturas?
Claro, pero ¿cómo solucionas eso? Yo tal vez hasta puedo creerles que lo que le faltan son respaldos pero estaría actuando contra ley. Pasas eso por alto y tienes un problema.
¿Hay alguna forma de mejorar estos convenios para evitar que haya tantos meses vacíos?
Sí. yo he visto eso además varias de ellas son compañeras, gente a la que conozco, que reconozco que es correcta, decidida, comprometida en estas causas. Estoy segura que para el próximo año ya no vamos a tener estas demoras y estamos tratando de encontrar un mecanismo con el cual podamos hacer la compensación porque yo sé que no detuvieron el servicio de atención a víctimas. Yo sé que una mujer violentada en febrero, llegó y recibió atención. Yo estoy segura de eso. Entonces allí estamos encontrando algunas maneras para hacerles como un ajuste o una devolución porque el servicio no fue interrumpido.
El Ministerio ahora está buscando una forma de cubrir retroactivamente…
Sí, ver si hacemos un convenio de pago por ejemplo, que se da cuando no ha habido contrato, y puede ser observado por Contraloría pero es legal. Es una de las alternativas legales. Tienes que justificar muy bien, presentar un informe técnico, otro jurídico, y proceder al convenio de pago. Yo he dado la instrucción de que procedamos.
Porque justamente uno de los argumentos era que cuando estaban bajo la responsabilidad del MIES sí podían obtener estos pagos de meses anteriores cuando había pasado el mes.
Seguramente fue a través de convenios de pago, como te digo es cuando no hay de por medio un contrato, puede ser observado, de hecho habrá un examen de Contraloría seguramente pero es legal, no es ilegal el pago. Entonces vamos a proceder con eso.
¿Y el convenio para los próximos años busca subsanar los errores que hay ahora? Porque una de las quejas es ‘no podemos seguir o hay el riesgo de que se cierre’. Cuando pasan dos, tres, cuatro, cinco meses ya el personal se va porque no hay sueldo, no tienen para pagar el agua, comprar la comida…
Entonces debían haberse previsto y organizado presentado facturas y liquidación. O sea también me parece que no puedes relajar los controles sobre recursos que no son privados sino públicos. Imagínate que yo también mañana diga ‘no, no tengo comprobantes de eso’, me queman. Y lo mismo sucede para este tipo de instituciones que hacen un buen trabajo, requerimos de sus centros, necesitamos de su presencia pero necesitamos que sean un poco más ordenados también. Como te digo, hubo devoluciones al Ministerio. ¿Cuándo sucede eso? Entonces me parece que, no en todas, hay unas más organizaditas que otras, me parece que puede ser también un tema de una administración que puede verse un poco más severa. Creo que eso es bueno, nos evita problemas a mediano plazo.
Entiendo además que es un porcentaje que cubre el Ministerio, ¿por qué no cubre todo?
Es que tienen diferentes formas de financiamiento. Reciben el apoyo de gobiernos locales, de ONGs más grandes.
Algunas, otras son más vulnerables…
Algunas son mucho más dependientes del Ministerio de Justicia. Unas desempeñan un trabajo además en diferentes casas, la Casa María Amor en Cuenca no solamente tiene un local, tienen décadas de este tipo de trabajo…
Pero entiendo por ejemplo que la de Lago Agrio está en mucha más vulnerabilidad que otras.
Si he visitado esa casa, hay más fragilidad.
¿Y por qué el Estado no puede cubrir todo el funcionamiento?
Más tarde o más temprano estamos hablando de presupuesto. Los costos de la violencia son imposibles. Por eso es que me da tristeza ver la poca sinceridad con la que se dicen adoloridos por la muerte de una mujer, por una víctima de violencia sexual y no sé qué y se oponen a la ley, al reglamento, le ponen peros, crean cucos.
¿Quiénes?
Estos grupos conservadores que son reaccionarios, que se oponen a discutir sobre derechos sexuales y reproductivos y no ven allí una salida para frenar la violencia.
Derechos de las mujeres
Justamente ahí toca un tema que no quería dejar de tocar. Se está intentado tratar de llevar de nuevo esta discusión del aborto a la Asamblea, se reunieron algunas representantes para hablar de la despenalización en caso de violación. ¿Qué postura tiene el Estado con respecto a esto?
Bueno, el gobierno. Todos saben mi postura, es una postura que no la tengo desde este momento, la he tenido siempre. Me parece que el presidente Lenín Moreno ha sido más sensible frente a estos temas, conoce más y quiere combatir. Es más sensible sobre conocer y está consciente que una mujer violada que aborta no puede irse a la cárcel. Esa es en definitiva el resultado de la penalización. La despenalización impide que la mujer vaya a la cárcel, eso es todo.
Me parece que el Presidente es muy consciente de eso.
En términos de violencia, los pasitos que hemos podido dar aquí, a veces con modestia, pero tener una Ley cuando han sido ciclos de violencia donde ni siquiera se ha discutido la propuesta de una Ley para erradicar, es un paso grande. Una política como la que presentamos el viernes con la Verónica como ministra de Salud, de prevención del embarazo adolescente, más allá de haber echado ya el Plan Familia, cuando somos el quinto país que debe avergonzarse por hacer que las niñas se conviertan en señoras y den a luz.
Ahora tener esta política de prevención creo que da cuenta de cuál es la voluntad del gobierno y la voluntad del Presidente porque estos temas de violencia han sido encarados por él, cuando desde la campaña nos dijo que él iba a luchar por nosotros gritando Ni Una Menos, fue porque dijo ‘una es demasiado’, es un número ya demasiado elevado.
Ahora mismo, bueno, la sentencia de la Corte Constitucional, el Ejecutivo nada tiene que ver sobre eso pero da cuenta que en el país se está discutiendo otra vez sobre posibles soluciones a problemas que son muy estructurales.
¿Y en ese sentido el gobierno estaría, desde el Ejecutivo, apoyando estas iniciativas? ¿Habría interés en apoyar estas iniciativas? Sobre todo en este caso específico que veo que hay discusión de nuevo en la Asamblea sobre el aborto en casos de violación.
Hay discusión de nuevo, yo tengo que conversar de estos temas con el Presidente, quiero conocer cuál es la postura. Hay muchísimas reformas al COIP, a ver si es que en alguna de ellas se vuelve a plantear este tema. Ojalá. Yo creo que el contexto regional motiva a que el Ecuador no se siga quedando atrás en este tema. Finalmente es un tema de violencia y de pobreza.
Otro tema que quería abordar son las denuncias de abuso sexual en las instituciones educativas. Usted estuvo en la Asamblea por este tema, habló un poco de este servicio SEPE que atiende algunos casos, me parece que mencionó 57 personas dentro de los abusos que se habían dado dentro del sistema educativo. Se supone que debería haber una prevención en esto pero todos los casos que han salido no han mostrado también una deficiencia del Estado en esta prevención para que estos casos se den?
Pero siempre se puede hablar de deficiencia, siempre. Creo que también de otro lado es muy difícil que el Estado pueda intervenir cuando la puerta de la casa, del hogar se cierra y se clausura, y la violencia sexual se comete dentro, en la intimidad.
Pero en este caso hablamos de la violencia sexual dentro de las instituciones educativas.
En los casos de violencia, la mayor parte de los agresores están dentro del círculo íntimo. Ahora nosotros hemos activado un protocolo, hicimos un convenio interinstitucional en agosto del año pasado. Participó Consejo de la Judicatura, Fiscalía, el Ministerio de Educación y bueno dirigía este comité, nos reunimos cada cierto tiempo para evaluar los avances. Se presentaron todas estas denuncias en la Fiscalía, se ha modificado el reglamento a la Ley para evitar que los profesores que puedan tener una denuncia de agresión sexual sean reubicados, tienen que ser suspendidos, en eso ha puesto énfasis el Ministro de Educación. Suspendidos mientras se desarrolla el proceso de investigación y luego sancionados penalmente porque lo administrativo no suple el proceso penal.
Entonces yo creo que deficiencias han habido en la posibilidad de dar una respuesta más preventiva construida con anticipación por el Estado, la sociedad, creo que los medios de comunicación también. Estás frente a un niño o niña de 9 años que en la tarde se pasa solo en su casa, enchufado a una televisión, viendo programas chatarra donde se produce y reproduce violencia sexual, el chiste, el morbo, la discriminación, la levantada de la falda, la toqueteada a las mujeres, y en la noche posiblemente presencia el episodio de violencia de género del padre contra la madre y en fin diferentes cosas.
Claro, pero en cuanto al sistema educativo y la labor del Estado como interventor en este tipo de delitos. Porque ustedes tienen entre sus responsabilidades el tema de la prevención. ¿Cómo se aplica eso? Porque de momento yo veo los casos y digo ¿dónde está el Estado?
No sé hasta dónde puedes responsabilizarle de todo al Estado.
No, no de todo pero en cuanto a lo que le compete sí, ¿qué ha fallado ahí?
Yo creo que hay tareas de prevención pero creo que también hay que reconocer los alcances a los que puedes llegar. El número de personas contratadas para los servicios de protección especial es ínfimo con respecto al número de casos que tienen que atender. Ahora mismo tuvimos una mesa de violencia en el ámbito de Salud, por ejemplo, con la participación del IESS y el Ministerio de Salud, la red pública completa, para analizar qué es lo que estaba sucediendo, niños de tres años, donde se están descubriendo casos de violencia sexual.
¿Pero casos en las guarderías?
No, casos que llegan a ser atendidos en el Ministerio de Salud.
Esa era otra pregunta, este servicio especializado de protección leía que atiende a todos, hasta víctimas de inundaciones. Había una nota de prensa que decía eso. ¿A quiénes atiende?
Hay diferentes víctimas, de violencia de género, de violencia sexual, de trata, de explotación, ese tipo de violencias atendemos. Las personas en situación de riesgo o de doble vulnerabilidad, una persona desplazada que además está viviendo otro tipo de discriminación también puede ser atendido por nuestros servicios.
O sea no es un enfoque específico para violencia sexual.
No, no. No solo violencia sexual, también violencia de género por ejemplo. Son atendidos a través de nuestros servicios de protección porque además en violencia de género puede desembocar en violencia sexual también. Las hijas de una víctima de femicidio se quedan expuestos al vaivén de la vida, se quedan sin ningún tipo de protección entonces ahí intervienen nuestros servicios de protección. Como te digo, poco personal en función de la cantidad de casos que tenemos que atender.
Pero justamente quizás ahí hay una falla, ¿no?
¿Más personal? Yo estoy de acuerdo en lo que tiene que ver con el Ministerio de Educación. Los DECEs, los departamentos de consejería estudiantil. A ellos se les ha encargado a través del Ministerio de Educación, ahí están tareas preventivas. En los cambios en la malla curricular, la capacitación de los profesores, pruebas psicométricas. Todas esas son herramientas que contribuyen.
Pero ahí exactamente en lo que usted menciona, abarca algo mucho más estructural y ahí hago el vínculo en declaraciones de un ministro de Estado que dice que una adolescente está con su conviviente, ¿cómo eso es posible desde un propio ministro de Estado? ¿Qué pasa ahí?
Sí, ahí hubo una confusión, él mismo se disculpó. Creo que no comprendemos la dimensión de los términos de nuestro lenguaje. Una niña es una niña, jamás va a tener pareja, jamás va a estar enamorada, a una niña de 12 añitos no podemos reconocerla como enamorada. No es que porque haya dicho ‘sí, la niña ha dado un consentimiento’, la niña no puede dar un consentimiento aunque ella conviva con alguien, no es su conviviente, esa niña está siendo explotada, usada, sobre ella se está cometiendo un delito y si es que ella tiene menos de 14 años siempre ha sido violada si es que está embarazada. Entonces creo que a veces no tenemos mucha conciencia de los términos que utilizamos y es precisamente porque nos falta comprender el fenómeno de la violencia. Luego él se disculpó pero de lo que yo le he escuchado al ministro Toscanini más bien ha sido en términos de lo que nosotros hacemos en el sistema penitenciario en contacto con el Ministerio del Interior ha sido muy sensible en los temas de mujeres.
Para volver a la pregunta que le hice sobre este tema, ¿qué falla por parte del Estado en estos casos específicos? O no hay un mea culpa del Estado de decir ‘a ver, hubo tantos casos de abuso sexual que se destapan, no solamente en el sistema educativo público, también ha habido en el sistema privado, es decir, hay como un patrón hasta cierto punto. Pero qué falla en el Estado en estos mecanismos de prevención, una cosa que mencionaba hace un rato puede ser el tema de presupuesto y personal, ¿qué otra cosa puede estar fallando como para poder tomar estos correctivos y evitar que estos casos se reduzcan?
Yo creo que hay que buscar más dónde se origina la violencia. Creo que hay que combatir los orígenes mismos de la violencia, dónde está. No es posible que una persona se sienta con tanto derecho sobre el cuerpo de un niño o de una niña al punto de hacerle ese daño. ¿De dónde vino esto? Se trata de quien agrede hoy fue agredido antes, dónde está. Porque además ahora hemos levantado la alfombra donde hemos visto todo este horror. ¿Antes no sucedía? Antes no se denunciaba que es diferente y creo que todavía hoy las denuncias son mucho menores a los episodios que realmente suceden. El último caso, que conocimos en la provincia de El Oro, cómo se entiende que haya habido casi conocimiento de los vecinos sobre que el padre es también abuelo de todos los nietos en diferentes hijas y diferentes nietas. ¿Qué es lo que sucedió allí? Se llegó a normalizar lo que estaba sucediendo, la ocurrencia de semejantes crímenes sexuales, con todos los agravantes.
Pero de momento la intervención del Estado cuál es. Porque esto que usted menciona si bien es importante requiere de más tiempo porque son generaciones de educación, de políticas. En cuanto a la reacción inmediata para tratar de reducir estos casos al mínimo.
Es que yo creo que tienes que empezar dando a los chicos información. Los niños hasta hace poco, a los niños tampoco se les ha educado en la verdad, en el obtener información. O sea alguna niña que cuide la cosita, que no se toque la cosita, con los términos más infantiles, que no le dejan ver cuál es la verdad sobre su cuerpo, no le ayudan además a denunciar. O sea tienes una sociedad, una comunidad, que no sé si has visto cómo al niño le dicen ‘salude con besito, abrace, salude’. El niño no quiere dar un beso, no quiere saludar con beso. Otra cosa es que le digamos ‘salude’, ya perfecto. Pero salude con besito, estamos forzando un acercamiento y estamos normalizando que eso puede ser violento. O decirle ‘silencio, es una persona mayor’, son niños educados en eso de que la autoridad viene de los más grandes, a ellos no les puedes cuestionar, no les puedes increpar, de ellos, si te dicen que hay que hacer silencio, tienes que hacer silencio.
Entonces es un tema donde no solamente el actor para la solución tiene que ser el Estado. O sea yo digo las familias, los medios, las iglesias, tienen mucho que decir también. O sea la sotana y la autoridad y la persona mayor, hemos sido criados en eso. Las respuestas son los horrores que estamos viendo. El Estado tiene un alcance, pero ojalá llegase a cubrir todo. Ojalá llegáramos a decir ‘puedo caminar como yo quiero estar vestida a la hora que yo quiera, sola o acompañada porque ese es mi deseo’ y tengo un Estado que me respeta, y una sociedad que es civilizada y me respeta. Pero mientras llegamos a eso, y ojo que jamás va a estar esto en manos de la víctima, la víctima siempre es víctima. Aquí la culpa el que tiene es el agresor, el violento, el machista, el depredador sexual.
Pero mientras llegamos a eso me parece que hemos estado un esfuerzo preventivo a través de, primero, a través del Ministerio de Educación, hacer otra vez pruebas psicométricas. Seguramente van a apartar del espacio educativo a muchísimas personas, formadas, capacitadas, pero que no cumplen con unos perfiles psiquiátricos o psicológicos para ser docentes, para estar cerca de los niños o de las niñas. Creo que las leyes también son herramientas válidas, creo que son importantes, o sea creo que además a partir de las leyes construyes unos mensajes simbólicos que tal vez a un agresor le hace pensar dos veces antes de atacar porque sabe que tal vez no va a quedar impune.
En algún momento en la Asamblea se armó esta discusión, entre oposición y el exministro de Educación que ahora es asambleísta, que le decían ‘mentira, si ustedes encubrían a esta gente, si esta gente luego le servía para votos’.
Ah, por la red de maestros. Eso creo que es perverso. Llegar a ese tipo de conclusiones creo que ha venido bastante de las redes sociales, yo a eso le pongo bastante en duda. Me parece que sí pudo haber habido más sensibilidad en el trato de este tipo de temas. Que si una persona estaba denunciada debía ser inmediatamente suspendida, no reubicada.
Ahí te voy a decir, se está violando mi derecho a la presunción de inocencia porque mientras no tenga una condena…pero bueno de por medio hay el interés superior del niño o de la niña.
O sea creo que hay que saber ponderar los derechos en un estado de derechos. Creo que también ha habido avances, o sea hasta hace pocos años no teníamos fiscalías especializadas en violencia contra las mujeres, o fiscalías especializadas en crímenes sexuales. Hoy tenemos, ¿son suficientes? No son suficientes. Pero son pasos que como Estado hemos podido dar. Si es que hacemos una revisión no significa de ninguna manera un consuelo.
Como dice el Presidente ‘una es demasiado’ si es que hacemos una revisión a nivel regional vemos cómo hemos avanzado, si nos hemos detenido, sí hay avances y son importantes. Haber puesto en el mismo COIP la tipificación del femicidio es un avance también.
Galo Lara
Quería preguntarle sobre el informe del Instituto Interamericano para la Democracia sobre Galo Lara en el que se dice que no se respetó el proceso, de que hay pruebas de cosas que no se han tomado en consideración. ¿Cuál es la postura?
Sobre el tema judicial yo no puedo decir nada, el informe tiene tres hojas y media, unas dos son del proceso judicial, eso pongo a salvo. Lo que dicen es que toda la información de atenciones de salud de él es falsa. Que el Ministerio de Justicia levantó información falsa sobre las citas médicas que tenía. Lo que es falso es ese tipo de aseveración.
Porque él ha denunciado que no se le ha permitido el acceso a sus medicinas.
No, sí tiene medicinas. Creo que tiene nueve visitas. Aquí hay médicos que le atendieron, medicinas que le fueron entregadas, diagnósticos, hospitales que le recibieron de manera que todas esas bitácoras serían falsas también. Este es un informe plagado de faltas de ortografía para empezar pero después de falsedades, de calumnias.
Cuando yo les recibí a los señores del Instituto Interamericano, yo les hice estas observaciones. Me dijeron que ellos no están diciendo eso, les señalé y les dije ‘entonces no leyeron lo que acabaron de firmar’ y entonces dijeron que no se refieren a mi administración, si no se refieren a mi administración bueno, también entonces al menos pongan eso. Aquí está el número de citas, todos los certificados del Ministerio de Salud, no sé cuántas veces se ha atendido con el médico el último año, pero esto es lo de Galo Lara.
¿El médico va dónde él está?
Tenemos policlínico que está dentro de privación de libertad. Pero además el Galo Lara no está en un pabellón cualquiera, él está en el pabellón de atención prioritaria.
¿Por su enfermedad?
Sí, donde están las personas privadas de libertad con alguna enfermedad. Él está en atención prioritaria. En algún momento él había comentado que reconoce los cambios, que no hay ensañamiento. Él fue acusado con el Código Penal que establecía que cuando se cumplía el 40% de la sanción, podían pedir la prelibertad al juez. Él ya cumplió el 40% hace un mes, nosotros le hemos hecho el expediente, no quiso firmar la solicitud. Nosotros hicimos de oficio para mandarle al juez, él tenía que entregar un documento que diga dónde va a vivir para que le concedan la prelibertad, no quería entregarnos. El martes nos entregó, esto ya está presentado ante el juez. Entonces es como raro porque el informe de este Instituto Interamericano dice que es torturado. Y tortura es un delito de lesa humanidad.
Después los señores dijeron que jamás se refieren a mí pero que constataron la tortura. Entonces si no es en mi administración, ¿cómo constataron la tortura? Dicen que hay huellas pero que no son actuales, entonces cómo hay huellas. Dijeron que nunca han hablado de tortura sino de tratos crueles, inhumanos, degradantes, eso está en el informe. Que está ciego, sordo y torturado y sin zapatos. Pero no quiere salir libre.
¿Y por qué no quiere salir libre?
Porque le conviene tal vez políticamente un indulto. Pero si está en esas condiciones y le estoy pidiendo que firme para pedir la prelibertad por qué no si está siendo atormentado, ultrajado.
Rafael Correa
En esta parte a la ministra Alvarado, en varias ocasiones, se le quiebra la voz y se le humedecen los ojos. No deja de ser sorprendente ver así a una de las políticas con más alto perfil en el gobierno anterior.
Ya terminando, muchos de sus excompañeros del gobierno anterior son de los más críticos de este gobierno. Usted era cercana al presidente Correa, usted se siente cómoda trabajando en este gobierno luego de estos impasses tan fuertes que ha habido entre el expresidente y el actual. ¿Cómo se siente usted a esto que ha pasado específicamente entre dos coidearios?
Es súper triste, yo no puedo decir que es de felicidad estos enfrentamientos. Yo vengo desde el inicio de Alianza País, desde el proceso constituyente. Yo hubiera esperado más generosidad hacia el gobierno del presidente Lenín Moreno, comprender los momentos, comprender en qué circunstancias económicas, sociales, habíamos asumido este gobierno. Yo sí esperaba ser más generosos en comprender. Además que venía el gobierno de quien antes fue vicepresidente. Siempre ha sido compañero. Esperaba una reacción más generosa que jamás hubo.
Creo que estábamos 10 o 15 días luego de haber asumido el gobierno y ya empezaron los ataques, unos ataques que no venían ni de la oposición y eso sí fue súper triste, y fue decepcionante.
Yo le agradezco al Presidente porque además en este Ministerio hemos podido dar unos pasos súper importantes. Es un Ministerio que si es que tiene el sistema penitenciario a su cargo generalmente hay noticias que no se venden, que no se comercializan, que no son como muy difundidas, y justo hoy ponían que tan poquito se difundan pero también hay muy buenas noticias. Llevamos ya la universidad para las mujeres privadas de libertad por primera vez, tenemos mujeres privadas de libertad con la Universidad de las Artes empezando cursos de fotografía, de cine, de teatro. Sacamos los discos de las faraonas del amor, son mujeres privadas de libertad que se presentaron ahora en las fiestas de Guayaquil. Levantamos los modelos de educación superior, estamos levantando el de salud. Tenemos el de cultura, deportes. Pudimos disminuir el porcentaje de hacinamiento penitenciario.
Ha pasado un año y le disminuimos en diciembre y en enero, luego otra vez hubo un repunte, pero mantenemos la cifra que creo que de cualquier manera es un logro. Esta cifra siempre va ir in crecendo como se dice. Y del otro lado hemos hecho reparaciones a las víctimas de graves violaciones de derechos humanos. En el periodo anterior apenas llegaron a repararse cuatro casos. En este año de gobierno hemos logrado hacer la reparación de más de 100 casos de víctimas de lesa humanidad.
Todas estas cosas significan que el Presidente me ha dado la posibilidad de estar al frente de un Ministerio que ha conseguido eso. Creo que nadie puede observar lo que se ha podido conseguir. Hay también las malas noticias, estos sucesos desgraciados que a veces se presentan en el contexto penitenciario pero ha sido un Ministerio que ha hecho parte de la causa feminista, de la prevención de la violencia en medio de todo lo que ha estado pasando por aquí han estado también los pescadores repatriados, dos repatriaciones masivas que por primera vez el Estado ecuatoriano ha hecho.
Los Estados Unidos tienen con nosotros unos entendimientos para poder conseguirles de vuelta a nuestros pescadores. Actos importantes, la política de los pueblos en aislamiento voluntario por fin empieza ya a tener su normativa. Y creo que en esa situación los que más indignados pueden resultar son los propios compañeros. Me refiero a los compañeros con los que construimos todo este proceso.
Pero y esa crítica que ellos hacen de que los que se quedan se han acomodado y que son unos traidores.
A mí me sorprende que la crítica hagan a los compañeros que queremos que esto continúe, en medio de los cambios, porque los momentos sí son otros, muy distintos. Hacen crítica a los que nos quedamos y no hacen crítica a los que nos avergonzaron.
¿En qué sentido?
O sea a los Capayas y compañía, a los que tienen ahí unas indagaciones abiertas, a los que se les ha preguntado un montón de cosas de qué habrá sido con esto y no responden.
¿Al mismo expresidente se refiere usted?
A los que están bajo investigación. Me refiero a todos aquellos que tengan alguna deuda con estos procesos de transparencia, de buen manejo de los recursos.
¿Y la vuelta de timón que también les acusan que ahora es un gobierno de derecha y ya no tiene nada de izquierda ni de socialista?
Eso ha sido desde el primer día, nos acusaron de traidores. Yo les decía ‘¿el 30 de septiembre Lenín Moreno fue traidor?’ El 30 de septiembre yo salí a las calles, otros veían desde la tele.
¿Yo soy traidora? Creo que aquí también no son los mismos momentos los que estamos viviendo. ¿Cuál es entonces la salida? Salir de este gobierno, ¿para qué? Si este es el gobierno de Alianza País.
Yo estaré hasta que el Presidente considere que hago algo útil en este Ministerio y quien venga después seguramente superará mi trabajo, así tiene que ser, para eso están las instituciones. O saldré cuando considere que hay unos temas que para mí son cruciales y que me hacen sentir allí sí incómoda.
¿Pero de momento usted está cómoda con el gobierno de Lenín Moreno?
Yo veo todo lo que hemos hecho aquí, veo el respaldo del Presidente, cada una de las acciones han sido porque hemos tenido de él el respaldo, apoyo en la lucha de las mujeres para mí sí es una lucha que vale la pena dar porque es además una lucha emancipatoria, esa lucha no la pudimos dar en la misma dimensión antes. La estamos dando ahora, hay unos pasos mucho más sólidos con respecto a eso, pero tienen que ser todas las luchas.
Comprendiendo el momento económico, el momento social, los resultados de las elecciones, era la primera vez que nos habíamos ido a una segunda vuelta. El tema dejaba ver que no estaba muy fácil, que ya la gente no nos estaba apoyando de la misma manera. Había que hacer cambios. Y en esa lista de cambios el Presidente me consideró a mí para estar frente al Ministerio de Justicia, siempre le reconozco eso al Presidente.
¿Y estos cambios también implican abarcar ideologías de un lado a otro?
Pero también en el gobierno pasado también había, con todos esos compañeros, unos que no eran muy cercanos a la ideología de Alianza País, incluidos esos compañeros que hicieron cambios, se trabajó, se hicieron transformaciones, ahora también hay otro momento económico regional. Y hay también que reconocer lo que nos faltó en un momento era la autocrítica y siempre nos puede faltar eso. Han sido momentos muy duros, muy tristes.
Por la ruptura…
Sí, sí, fue muy doloroso pero además me parece que cómo han tratado de atacarle al Presidente, eso no es de compañeros. Esa manera de atacarle no es de compañeros. Cuando le han querido atacar por su condición de persona con discapacidad, eso no es de compañeros. Las grandes mentes creadoras del mundo desde Frida Kahlo hasta Hawking enfrentaban discapacidades y nadie se atrevió a hacerle señalamientos desde ese punto de vista.
Y usted tiene la misma postura con respecto al presidente Moreno con respecto a la investigación del expresidente Correa, que la justicia haga lo que tenga que hacer, que salga a la luz lo que tenga que salir. ¿Baldas, Gabelas y demás?
Es que además yo soy Ministra de Justicia. Lo único que puedo es guardar una prudente distancia sobre temas judiciales. Aunque quisiera hacer un pronunciamiento no sería conveniente sobre temas judiciales en el Ecuador, no puedo hacer pronunciamientos. Me decían lo de antes de ayer de Espinel, del caso Isaías, digamos, no puedo hacer pronunciamientos.
La última pregunta: ¿usted ha bajado un poco su perfil mediático, a qué se debe eso?
Es que ya no soy asambleísta. Mucha gente me conoció como legisladora, como legisladora puedes salir y sortear más independientemente como con más autonomía, algunas posturas, finalmente ese es tu criterio, es tu voto. Aquí yo soy parte del Ejecutivo así que no puedo salir a apropiarme de una posición como de gobierno.
Eso la gente no comprende mucho y luego la verdad, el Ministerio de Justicia, eso es lo triste, tiene lamentablemente notoriedad cuando le sucede una tragedia. Y eso nos han dicho los propios periodistas. Han hecho cuatro capítulos, difunden los dos primeros. Los hemos llamado y dicho ‘¿qué pasó con los siguientes?’.
Su bajada de perfil no es porque no le gustan los medios.
No, no. Pero sí te digo, aquí sí nos sacamos el aire. A veces no hay mucho tiempo para las entrevistas, a veces las hago esperar. Hay gente que me ha esperado un mes y medio. Como siempre ocurre un suceso judicial, entonces yo prefiero ahí sí no aparecer. Porque siempre están preguntándome sobre algo judicial y no puedo. Me parece que esa respuesta tan de cajón ya viene a estar como devaluada. Pero no puedo pronunciarme sobre temas judiciales, de verdad. No puede una ministra de Justicia pronunciarse sobre temas judiciales.
¿Usted rompió también con sus excompañeros? ¿Ya no tiene relación con ellos?
Ya no tengo relación, no conversamos. Eran compañeros, muchos eran amigos.
Y se rompió todo…
Sí, ya no conversamos.