Setenta y cinco días después de que GK publicara la investigación Una decena de acusaciones de abuso sexual en una iglesia católica de Guayaquil sigue sin resolverse, la Arquidiócesis de Guayaquil ha informado al país que Luis Fernando Intriago Páez ha dejado de ser sacerdote católico.

Arquidiocesis Guayaquil

 Arquidiocesis Guayaquil Intriago  

En el reportaje, un equipo de GK recogió los testimonios de una decena de jóvenes que, cuando adolescentes, fueron sometidos por Intriago a un ritual físico llamado ‘la dinámica del pecado’ en el que los desnudaba, golpeaba, torturaba y tocaba. El texto citaba el proceso por el que Intriago era juzgado en el Vaticano desde 2014, las formas en que intentó silenciar a los adolescentes que lo denunciaban y, además, a tres obispos que conocieron el caso, y a varios excolaboradores del clérigo que habían denunciado a las autoridades eclesiásticas lo que sucedía.

Durante los siete meses que duró la reportería, los editores que la dirigieron se intentaron comunicar con Intriago en varias ocasiones. Solo contestó una vez, y fue uno de sus abogados el que contestó a las llamadas, pidiendo tiempo. Dijo —y muchos aún lo creen— que Intriago era víctima de una persecución, pero no dio detalles. 30 horas antes de que el reportaje saliera al aire, el equipo de GK le envió un correo insistiendo en su versión de las denuncias. Ni Intriago, ni sus defensores, contestó.

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A las seis y media de la tarde del 9 de mayo de 2018, el reportaje se publicó. De inmediato, otros medios nacionales e internacionales recogieron la noticia e hicieron sus propios reportajes.

El viernes 11 de mayo, la arquidiócesis de Guayaquil convocó a una rueda de prensa: “Condenamos toda forma de abuso físico, psicológico y sexual de menores, que se dan en las familias y en las instituciones, por constituir un grave delito, que debe ser investigado y sancionado por la autoridad competente”, dijo monseñor Luis Gerardo Cabrera, arzobispo de la ciudad. Cabrera llamó a los actos de los que se acusaba a Intriago “conductas inapropiadas”, lo que fue duramente cuestionado. La Ministra de Justicia, Rosana Alvarado, dijo en su cuenta de Twitter: “¿Qué tal si llamamos a las cosas por su nombre? El abuso sexual no es «conducta inapropiada» sino conducta criminal. (Y por si acaso, no se sanciona con penitencia, sino con sentencia)”.

Tras conocerse el caso, Intriago negó todas las acusaciones mediante un comunicado. En el boletín decía que analizaba medidas legales, y que  el “proceso canónico está en etapa de APELACIÓN, por la particularidad que el obispo, Mons. Antonio Arregui, remitió el expediente a la Santa Sede, dando un informe, con su criterio personal, en base a supuestos no comprobados y no en base a las pruebas recabadas a lo largo de todo el proceso penal-canónico y que consta en Actas”. Según el boletín difundido el 23 de julio por la Arquidiócesis de Guayaquil, la apelación a la que Intriago hacía referencia se resolvió el 7 de junio de 2018 “rechazando su segunda apelación, presentada en el 2016, por carecer de fundamento”.

Al pronunciamiento del entonces sacerdote respondió, en otro comunicado, un grupo denominado Víctimas Luis Fernando Intriago. “Luis Fernando Intriago se acostumbró a lograr el silencio de sus víctimas cuando cada uno de nosotros creía estar solo. Hoy nos hemos unido, y lograremos que se conozca qué es lo que hizo».

Las investigaciones abiertas por la Fiscalía por los hechos denunciados continúan su trámite.