Falso

Después del terremoto de 7,1 grados que golpeó a México el 19 de septiembre de 2017 —y que ha dejado ya más de 220 fallecidos–, en el Ecuador circuló un audio en el que un hombre no identificado que dice estar “afiliado al USGS, que es la institución que regula y reporta estas alarmas sísmicas”. Según el audio, el USGS ha notificado una alerta para la costa del Pacífico (que incluye Ecuador) “a partir del 23 de septiembre”. Esta información es falsa: no se puede predecir terremotos.

El USGS  (siglas en inglés para Servicio Geológico de los Estados Unidos) es una oficina científica del Departamento del Interior estadounidense que se ha cansado de repetir que no puede predecir terremotos. El geofísico del USGS John Bellini vía telefónica dice, con una risa de resignación: “No podemos predecir o anticipar terremotos. No sé de dónde nace ese audio, pero no es información del USGS”. El Instituto de Geociencias Americano (AGI, por sus siglas en inglés) es enfático al responder la pregunta de si es posible predecir sismos: “Ni el USGS, ni cualquier otro científico ha predicho un terremoto. No sabemos cómo, y no sabremos [cómo hacer estos pronósticos] en el futuro cercano”. No se sabe si habrá un terremoto a partir del 23 de septiembre, pero es falso e irresponsable decir que hay una alerta del USGS al respecto.

Según algunas personas que han difundido el audio, la alerta no se refiere a terremotos sino a tsunamis. Sin embargo, el USGS no emite alertas de tsunami: el servicio encargado de alertar a las poblaciones costeras del riesgo de olas gigantes tras sismos es la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (la NOAA, por sus siglas en inglés). Un tsunami solo se puede pronosticar después de que un terremoto o erupción volcánica haya sucedido en algún punto del mar, y el riesgo de que llegue a ciertos países solo puede ser evaluado por los científicos después de saber la intensidad y la profundidad del sismo. Por eso, una imagen que circula también por redes sociales diciendo que Estados Unidos advierte de un gran terremoto que causará tsunamis en Ecuador, Perú y Chile también es falso. Esta imagen ya circuló en 2016, en los días posteriores al terremoto que devastó varias zonas del Ecuador.

Otro mensaje que circula en redes dice que la ONU habría advertido sobre un “megaterremoto en México y Estados Unidos en los próximos 48 horas”. Esto, como cualquier otro mensaje que hable de pronósticos inmediatos de terremotos es falso, debe ser descartado y no compartido.

Lo único que se puede predecir  son las probabilidades de futuros terremotos, hecho en base a los la periodicidad de sismos en el pasado. Sin embargo, estos modelos de predicción no son ni remotamente tan específicos como los audios e imágenes falsas que circulan aseguran. Como ejemplo, el AGI dice que los científicos han estimado que existe un 76% de que haya un terremoto de magnitud 7 en el norte de California en los próximos 30 años. Queda claro que cualquier predicción de rangos específicos como semanas, días o meses de determinado año es infundada. La única manera de prevenir los efectos de los terremotos es mejorando las construcciones y que las autoridades velen por el cumplimiento de lo parámetros antisísmicos de las edificaciones. “El USGS enfoca sus esfuerzos para la mitigación de largo plazo de los daños producidos por terremotos brindando asistencia para mejorar la seguridad de las estructuras, y no en lograr predicciones de corto plazo” dice la AG.

La desinformación se está volviendo uno de los efectos más comunes de las catástrofes naturales. Se esparcen con rapidez por las redes sociales: van de grupo de WhatsApp en grupo de WhatsApp, sin ser corroboradas, sin verificación —compartidas por temor, por ingenuidad y hasta por si acaso.