Millán Ludeña es un guayaquileño casi masoquista que busca descubrir y luego eliminar los límites fisiológicos, mentales y espirituales: ha corrido cien kilómetros en la Antártida, doscientos cincuenta en el Sahara, y ahora quiere correr del lugar más profundo de la planeta hasta el lugar más alto del planeta.

 

A pesar de haber logrado cosas que ningún ecuatoriano haya logrado en el deporte extremo, el verdadero talento de Millán es su capacidad de contar historias. En lo que sigue, Millán nos cuenta qué le motiva exponer su cuerpo a desafíos impensables para la mayoría de nosotros y la misión que le anima seguir buscando retos cada vez más exorbitantes.