A Guillermo Lasso le preguntaron en radio La Voz del Tomebamba si quitar impuestos desfinanciaría al Estado y él respondió: “Llega un punto en que usted sube los impuestos y la recaudación baja. Por ejemplo, en el 2016, el gobierno subió el IVA (Impuesto al Valor Agregado) del 12% al 14% y la recaudación del IVA cayó en un 5%”. La declaración del candidato es verdadera pero precisa de ciertas puntualizaciones. En un sentido conceptual, lo que Lasso dice es verdadero —el aumento del impuesto produjo una caída en la recaudación— pero esa baja no solo obedece a esa subida de dos puntos porcentuales, sino a la suma de otros factores.

Se debe hacer una puntualización: la recaudación de IVA no ha bajado en 5%, sino en 7,76% desde que se aprobó la Ley Orgánica de Solidaridad y Corresponsabilidad Ciudadana para la Reconstrucción y Reactivación (Ley solidaria). Sin embargo, hay que señalar que en el mismo periodo del año anterior —sin ley— la recaudación también bajó. En abril de 2016, el economista Juan Jacobo Velasco explicaba que la merma en la recaudación obedecía a la política procíclica negativa del gobierno. “Desde 2009, la lógica fiscal de la Revolución Ciudadana ha sido procíclica: gasto superior a nuestros ingresos en época de bonanza, con el consecuente aumento de la deuda externa” —escribió en el ensayo Los impuestos que paga la esperanza— “Ahora la situación fiscal es extremadamente delicada y el efecto de la crisis se traslada directamente a la economía. De hecho, tal como lo muestra el SRI, la recaudación cayó en los principales ítems de tributación: en febrero de 2016 hubo una merma del 13% respecto del mismo mes del año pasado”. A menos dinero, la gente gasta menos. “Al gravar con más impuestos solo se refuerza la tendencia recesiva de caída del gasto, en este caso privado”, decía Velasco.

Después del terremoto del 16 de abril del 2016, el presidente Rafael Correa presentó a la Asamblea Nacional la Ley Orgánica de Solidaridad y Corresponsabilidad Ciudadana para la Reconstrucción y Reactivación de las zonas afectadas por el terremoto. Se publicó en el Registro Oficial el 20 de mayo del 2016 y entró en vigencia el 1 de junio de 2016. A partir de esa fecha, el IVA incrementó del 12 al 14%. Para determinar si hubo una reducción en la recaudación se debe comparar desde junio hasta noviembre del 2015 con el mismo período en el 2016— los últimos datos disponibles del Servicio de Rentas Internas (SRI) todavía no incluyen la recaudación de diciembre de 2016. Según estos datos, el total de las recaudaciones de IVA entre junio y noviembre de 2015 es de 3.087.515 miles dólares, mientras que en el mismo período en 2016 es de 2.847.802 miles dólares. Si se calcula la variación porcentual entre los dos años encontramos que en el 2016 la recaudación bajó en 7,76%.

Si se compara de la misma manera los períodos de enero a mayo de 2015 con los de 2016, se obtiene una reducción en la recaudación del 20,6%: ante del terremoto, la situación económica del país en general ya había causado una caída que se agudizaría con la decisión de subir de 12 a 14% el IVA. El 28 de abril de 2016, días después del terremoto, la Subdirectora de Cumplimiento Tributario del SRI, Paola HIdalgo, explicó ante la Comisión de Régimen Económico de la Asamblea Nacional que el incremento causaría una contracción de entre el  25% y el 30% de la recaudación. Sin el aumento, Hidalgo dijo que ya se esperaba una reducción de un 20% de la recaudación. Con la reforma, esa baja aumentaría.