Antes de las elecciones municipales de 2014, SUMA consideró una alianza con el partido CREO de Guillermo Lasso, pero finalmente decidió juntarse con el movimiento Vive del exconcejal Antonio Ricaurte. SUMA fue miembro fundador de La Unidad junto a los partidos Social Cristiano, Sociedad Patriótica, y Avanza. Era una alianza construído para presentar un único candidato para enfrentar al oficialismo en las elecciones presidenciales de 2017, pero en octubre de 2016, SUMA anunció que la abandonaba para buscar nuevos aliados, y la semana pasada retomó su acuerdo con CREO. SUMA parece definir el oportunismo político en el panorama ecuatoriano: sin rumbo, sin convicciones, sin vergüenza, persigue el viento electoral esperando una ráfaga que lo lleve al poder.
Daniela Chacón, en cambio, defiende valores específicos que abordan muchas complejidades. Cofundó el movimiento libertario del Ecuador, pero no es tan idealista como para pensar que el Estado nunca debería intervenir en la sociedad. Cuando habla de gobernanza municipal, Chacón expone varios matices: las alcaldías suelen manejar recursos escasos —como la tierra—, cuya gestión no puede ser simplemente entregada al sector privado. Por ejemplo, dice Daniela que “cualquier sistema de transporte requiere algún tipo de subsidio.” En nuestra conversación, tratamos de identificar esos cruces en que la ideología no encaja en la realidad política.
Daniela Chacón estudió administración pública y trabajó en la Asamblea Nacional (el legislativo ecuatoriano). Fue, también, analista política. La conversación con ella aborda su perspectiva sobre los últimos años de política dominada por el movimiento PAIS, su roce con el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, y su visión de ciudad.