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Durante su informe a la nación de 2016, el presidente Rafael Correa habló sobre los planes de reconstrucción y las medidas tributarias de Japón y Chile tras los terremotos de 2011 y 2010. El presidente dijo: “Bastaría revisar las experiencias de un país mucho más desarrollado, de los más desarrollados del mundo, capitalista, como Japón, cómo actuó en el terremoto de 2011, todas las medidas tributarias que tomó. O Chile un país con un relativo desarrollo más alto que Ecuador con el terremoto de 2010”. Su afirmación es verdadera porque tanto Chile como Japón implementaron medidas tributarias con el objetivo de obtener capital para reconstruir las zonas afectadas por el terremoto, y el tsunami y terremoto, respectivamente. Sin embargo, ambos países solventaron la tragedia con fondos de estabilización económica, con los que el Ecuador no contaba al momento del desastre.

El incremento en el IVA (Impuesto al Valor Agregado) en el Ecuador de 12% a 14% es comparable a los cambios tributarios que se instauraron en Chile porque el financiamiento público previsto para la reconstrucción desde 2010 a 2013 también se realizó a través de un aumento en tributos. En ese caso fueron impuestos sobre empresa (14,9%), del royalty minero (8,3%), contribuciones sobre bienes raíces (3,3%), e impuestos al tabaco (11,7%) con los que se incrementó los ingresos tributarios. En Japón, a través de la Ley de Medidas Especiales para asegurar los recursos financieros necesarios para la reconstrucción, se autorizó un incremento de 2,1% en el Impuesto a la Renta, que rige desde el 1 de enero de 2013 hasta el 31 de diciembre de 2037. Así como el incremento del 10% del impuesto a las empresas que estuvo vigente por tres años desde el 1 de abril de 2012 hasta 31 de marzo de 2015. Hasta aquí, la comparación de Correa es verdadera.

Pero Japón y Chile solventaron su necesidad de capital a causa del desastre natural a través de fondos de estabilización económica, algo que Ecuador no pudo hacer porque no contaba con tal fondo al momento del desastre. Chile utilizó el Fondo de Estabilización Económica y Social, FEES. Y en Japón, los gastos por la emergencia generados desde el 11 de marzo hasta el 31 de marzo de 2011 fueron cubiertos con los fondos de reserva del 2010, que sirven sólo en emergencias nacionales.  

Japón y Chile —a diferencia de Ecuador— no limitaron sus decisiones económicas frente a desastres naturales a reformas en sus sistemas impositivos porque además de contar con fondos para emergencias, implementaron  otras medidas no tributarias como en Japón que eliminó el subsidio infantil y suspendió proyectos como el de eliminar los peajes en las autopistas en Japón, además de crear nuevos fondos exclusivos para la reconstrucción; y en Chile se dio una provisión de gastos para ser utilizado para el terremoto, que constituía el cinco por ciento de los bienes de consumo y las compras de equipos y maquinarias del Gobierno central.

Bajada

Verificación del discurso a la nación del presidente Rafael Correa