22058230033_ce041dd0c5_z.jpg

El republicano Donald Trump anunció el inicio de su campaña para presidente de Estados Unidos en junio de 2015, y desde entonces no ha parado de escandalizar a la opinión pública.Trump ha sido un empresario de éxito —acumula una fortuna de más cuatro mil millones de dólares, según la revista Forbes y un sin fin de corporaciones y marcas exitosas—, y su carrera de negocios lo presenta, para muchos, como un modelo a seguir. A ese éxito habría que sumarle su más reciente logro: lidera la intención de voto del partido republicano con un 30.14% (casi el doble que su inmediato seguir, Ted Cruz), pero tiene un problema —que tal vez se le está yendo de las manos—: Internet y todos lo que lo habitan. 

En el escenario político, Trump ha hecho de muchos enemigos: musulmanes, mujeres, liberales, mexicanos, latinos. Muchos del rechazo de estos grupos proviene de Internet. En la era de la política 2.0 ese terreno es demasiado importante —quizá fundamental—: todos los expertos resaltan la excelente campaña digital de Barack Obama en 2011. Muchos creen que esa fue la mayor ventaja que tuvo. Trump se ha enfrentado a ese colectivo virtual (pero existente) y ha ofendido principios y códigos morales de muchos de los habitantes de Internet. Más allá de toda la burla y mofa que pueden causar los diferentes posts, gifs y memes de Trump, nos está recordando el pasado (no tan lejano) de patriotismo desorbitado y aparatoso. En el Reino Unido, por ejemplo, medio millón de personas firmaron una petición en línea para prohibirle la entrada a suelo inglés. Fueron tantos que el Parlamento británico está ahora obligado a tratarlo dentro de la agenda legislativa. En esas se ha metido el bueno de Trump. Pero tal vez lo más revelador sea esta pregunta: ¿ha visto alguien este año algún tweet o artículo que hable bien sobre Donald Trump y su candidatura?

Hace poco, Trump tuvo un cruce con Jeff Bezos, el CEO de la empresa de retail más grande del mundo, Amazon, uno de los referentes de Internet. Trump lo acusaba —a través de una serie de tweets— de haber comprado el Washington Post como una “empresa sin fines de lucro” para que Amazon pudiese evitar pagar altos impuestos. Esto fue desmentido por expertos económicos que demostraron que el diario fue adquirido por Bezos Expedition (otra empresa privada de Jeff) y no por su más conocida megatienda en línea. 

Screen Shot 2015 12 21 At 6.42.31 Am

La declaración de Trump se dio porque el Washington Post publicó una serie de artículos que iban contra su campaña. Parecería obvio —menos para Donald— pero declararle la guerra a Amazon es irte contra muchos de los millones de sus usuarios. Bezzos —que  ha tuiteado 5 veces en su vida— le contestó:

 

Cuando el candidato republicano pidió que se prohibiera la entrada de musulmanes a su país, tal vez no sabía que ofendía —además de los millones de personas que practican esa fe— a una de las personas más influyentes en la industria digital: Sudar Pinchai, actual CEO de Google. Pinchai escribió una columna pidiéndole a los musulmanes estar conscientes de que sus valores pueden sobrepasar el temor que discursos y declaraciones como las de Trump pueden causar. Mark Zuckeberg, jefe máximo de Facebook (que es el equivalente a ser el alcalde de Internet) se unió al respaldo a los musulmanes. 

 

I want to add my voice in support of Muslims in our community and around the world.After the Paris attacks and hate…

Posted by Mark Zuckerberg on Wednesday, December 9, 2015

Trump no solo se ha ganado el rechazo de buena parte del Internet, sino que está perdiendo terreno en una contienda electoral digital: Internet abrió el juego, y todos tenemos la capacidad influir en los demás. ¿O creen que Trump podría, con este post, no puede convencer a un joven en Delaware que vote por Hillary Clinton?

Aquí arremete contra Arianna Huffnington, CEO de Huffnington Post.

 

Acá contra Katy Perry.

 

La declaración de guerra no es solo con un sector político, sino a toda una comunidad, formada por el conjunto de grupos y congregaciones, de diversos nichos. Cargar contra la mayor fuerza comunidad del mundo es una estrategia muy atrevida, y a Donald Trump se le está yendo de las manos. No se trata de si sus propuestas son las correctas o no para el país, ni a decir cuál debería ser su estrategia política digital, pero hay aclarar que las reglas del juego de Internet, no se ponen a través de declaraciones unilaterales (como los escandalosos dichos de Trump), sino a través de las reacciones, respuestas —y en general, retroalimentaciones— que producen esas afirmaciones en las personas que lo  habitamos.

Encuesta Donald Trump

Bajada

¿Derrotarán las redes sociales del mundo al candidato presidencial republicano?

 
 
Fotos Body

screen_shot_2015-12-21_at_6.42.31_am.png

Fotos Body

screen_shot_2015-12-21_at_6.46.17_am.png

fuente

Foto: Nathan Rupert bajo licencia CC  by 2.0. Sin cambios.