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Todo el mundo tiene una profecía diferente sobre el fin de la televisión abierta y gratuita. Es un tema de conversación que hace algún tiempo trascendió los pasillos de la industria publicitaria y hoy se da en una clase media alta ecuatoriana que está pagando por entretenimiento a través de la versión latina de Netflix.

El irresistible encanto de no tener que esperar para ver el siguiente capítulo de tu serie favorita ha atrapado a muchos millennials, incluyéndome. Hoy, saber esperar no es una cualidad. De un analógico origen en 1997 —era un servicio de suscripción de Películas en DVD por correo—, Netflix se convirtió en 2007 en el primer y mayor proveedor de video on demand en Internet. Netflix es el pionero con visión que abrió puertas que otros en algún momento usaría.

Sucede lo inevitable: aparece un nuevo competidor que también quiere nuestro dinero. Lo hace con una fuerza que Netflix nunca tuvo, y nos lo pide desde un enfoque aún más conectado con la época: Youtube Red. Esta versión pagada del Youtube que todos conocemos, es otro escalón más hacia la cima absoluta de Google. El gigante del Internet tomó en 2006 el altruista emprendimiento que en un comienzo fue Youtube y lo convirtió en parte de su exitoso modelo de rentabilidad a base de publicidad. Desde la perspectiva de Google, Youtube Red es una evolución complementaria de su esquema de negocios.  

Hay que admitir que Youtube Red ha llegado de último a una fiesta que inició Netflix. Hay otros invitados —competidores, en realidad— de cierta talla: Hulu Plus —un emprendimiento de las grandes cadenas estadounidenses NBC, ABC y FOX— y Amazon Instant Video (atado a la suscripción de Amazon Prime). Tanto Netflix, Hulu y Amazon Instant Video siguen un modelo similar de streamming pagado a cambio de un valor mensual. Ninguno de los tres supera los 12 dólares en cualquiera de sus paquetes. Lamentablemente, en Ecuador no podemos acceder a Amazon Instant Video, y Hulu es todavía muy poco conocido en el mundo: tiene solo cinco millones de suscriptores.

Por eso la llegada de Youtube Red es mucho más importante para los ecuatorianos. Según el índice de Alexa —que clasifica a las páginas web por tráfico— Youtube.com es el sitio web que más visitamos, superando a Facebook, la mayor comunidad global, con mil seiscientos millones de suscriptores —doscientos millones más personas que China. Era algo inevitable: el contenido en video se comparte 3 veces más que cualquier otro en la web. Alexa también nos permite saber que Netflix es el sitio número 75 en vistas en nuestro país.

Ejecutivos de Google —dueño de Youtube y Youtube Red— dicen que Netflix no es competencia para su nuevo servicio porque su programación no será comparable. Con un costo de $9.99 al mes, los usuarios podrán disfrutar de los videos de Youtube sin tener que ver ningún tipo de publicidad. Actualmente el sitio vende banners de diferentes clases y espacios comerciales que aparecen antes de los videos. A esta oferta se suma el acceso de Youtube  Music, Google Play Music y —en un futuro cercano— contenido original exclusivo creado en colaboración con los youtubers más famosos.

Aunque no hay mayores certezas sobre los primeros proyectos que serán parte del contenido exclusivo de Youtube Red, es posible predecir un enfrentamiento. Por lo menos conceptual. En una esquina estará Netflix —con el apoyo de más de 50 millones de usuarios — ofreciéndonos los formatos de entretenimiento que la televisión nos enseñó a apreciar: series de treinta minutos o una hora, películas de dos horas. Del otro lado —y con el respaldo de Google— Youtube nos ofrecerá la pureza y autenticidad del contenido generado por youtubers, que con mayor presupuesto le podrán dar otra dimensión a sus proyectos, suponemos, sin perder su propia libertad creativa. Todo eso en formatos tan distintos como podamos imaginar.

En esta disputa está en juego el futuro del entretenimiento audiovisual, que durante mucho tiempo se resistió a cambiar por no encontrar un modelo sustentable. En los resultados del streamming pagado se ve una luz cada vez más cercana.

Bajada

¿Qué tan cerca está el fin de la televisión abierta?

fuente

Foto de Stephanie Elliott bajo licencia CC  by 2.0. Sin cambios.