La selección de Ecuador arranca un nuevo ciclo este sábado 28 de marzo con un amistoso ante México en Los Ángeles. El argento-boliviano Gustavo Quinteros, quien condujo a Emelec a un contundente bicampeonato nacional, asume las riendas de una Tri que ofrece muchas opciones en ataque pero a la vez muestra serias carencias en defensa. No la tiene fácil. Es posible que la Conmebol solo reciba cuatro cupos para Rusia 2018 y el calendario de las últimas cuatro eliminatorias, que le permitió a la selección llegar siempre a la última fecha clasificada o con posibilidades, ya no sea el mismo. Analicemos línea por línea las herramientas que el nuevo estratega tiene a la mano para intentar llevarnos a un cuarto mundial.

El arco

Titular: Alexander Domínguez / Esteban Dreer

Suplentes: Máximo Banguera, Librado Azcona, Adrián Bone

En su primera convocatoria, Quinteros mandó un claro mensaje con las convocatorias de Dreer y Azcona: los nacionalizados son bienvenidos. Habrá que ver el efecto de esta decisión en el vestuario: el veto tácito a los nacionalizados en la eliminatoria pasada surgió por declaraciones categóricas en contra de los extranjeros por parte de los jugadores más importantes de la selección. En todo caso, aumentar la competencia por el buzo número uno de la Tri solo puede ser positivo en el largo plazo. Domínguez y Banguera básicamente tenían el puesto asegurado por las próximas dos eliminatorias, y si bien puede parecer conveniente darles continuidad, también se corría el riesgo de que caigan en una zona de confort y bajen su nivel. Va a ser una lucha interesante, pero al final, la titularidad estará entre Domínguez y Dreer. En parte por su excelente forma, en parte porque Banguera está demostrando no tener la fortaleza mental que un arquero internacional necesita.

La defensa

Titulares: Juan Carlos Paredes, Gabriel Achilier, Fricson Erazo, Walter Ayoví

Suplentes: Óscar Bagüí, Arturo Mina, Luis Cangá, Mario Pineida

Esta es la línea más complicada y donde probablemente veamos más experimentos con nuevas caras. Por las bandas, la selección está bien. La “Hormiga” Paredes es titular indiscutible en el Watford de la segunda división inglesa (actualmente en posición de ascenso directo), y si bien Walter Ayoví ya tiene 35 años, mientras siga poniendo esas delicias de centros y siga corriendo todo el partido, no hay de qué preocuparse. Y cuando alguno de ellos falte, están Bagüí y Pineida. O tal vez Pedro Pablo Velasco. El centro de la zaga es la mayor incógnita: Erazo es fijo en el once, pero encontrarle un acompañante regular además de los tan necesarios relevos va a ser la tarea más complicada de Gustavo Quinteros. En principio todo apunta a Achilier como segundo central, pero el defensor de Emelec es propenso a las tarjetas e inconsistente en sus presentaciones. Arturo Mina (Independiente del Valle) y Robert Arboleda (Universidad Católica) tienen una oportunidad dorada para ganarse un lugar a largo plazo en esta ventana. El juvenil Luis Cangá (Liga de Quito), quien ya debutó con la absoluta en 2014, también podría aparecer durante la eliminatoria.

El mediocampo

Titulares: Cristian Noboa, Antonio Valencia

Suplentes: Osbaldo Lastra, Ángel Mena, Carlos Gruezo, Renato Ibarra, Fidel Martínez, Junior Sornoza

Va a ser interesante ver la configuración de la medular. Ecuador ha sido un practicante ortodoxo del 4-4-2, con dos volantes abiertos y proyectados por las bandas, un mediocentro de corte y un creativo en la mitad de la cancha. Christian Noboa va a ser fijo en el once, la pregunta es dónde exactamente. Un doble pivote junto a un duro volante de marca a definirse entre Osbaldo Lastra, Pedro Larrea y Carlos Gruezo (probablemente Lastra) es una fuerte opción. Luego está la cuestión de Antonio Valencia, un jugador de experiencia y calidad que ningún técnico quisiera desperdiciar. Aquí, Quinteros podría optar por colocar un volante convencional por derecha, alternando con Renato Ibarra y por izquierda pensar en un alero volcado al ataque. Ángel Mena tendrá su oportunidad en algún momento, tal vez como una variante por Noboa, o cuando el técnico decida modificar la figura táctica; luego de dos brillantes temporadas, merece un lugar. Ojo en el futuro con Joffre Guerrón para la banda derecha. El jugador de Tigres de México tuvo fuertes declaraciones contra la FEF después del mundial y eso podría cerrarle las puertas, pero su reciente forma podría poner al seleccionador en una posición complicada si no le da al menos una oportunidad.

La delantera

Titulares: Jefferson Montero, Enner Valencia, Felipe Caicedo

Suplentes: Jaime Ayoví, Miller Bolaños, Juan Cazares, Joao Rojas

Adelante está claro quién es el referente: Enner Valencia. También está claro que Montero va a tener protagonismo por la banda. La pregunta es quién acompaña. En principio, “Felipao” Caicedo es la respuesta más segura. El delantero del Espanyol no está en su mejor momento goleador, pero su presencia en el área y buen posicionamiento le facilitan la vida a Enner. Si hay un jugador que simboliza e interpreta de manera simple el vago y amplio concepto de “aguantar el partido”, ese es Caicedo, con su forma de desgastar a la defensa rival progresivamente y capturar marcas. Jaime Ayoví ha resucitado en la liga argentina y podría ser una variante interesante en una tarde de sequía para los titulares. Mucho ojo al rol que pueda jugar Miler Bolaños. El motor ofensivo del campeón nacional podría reconfigurar el dibujo más hacia un 4-3-3 con Miler como enganche. Si esta táctica prospera, Juan Cazares podría llenar sus botas cuando Miler no esté disponible.

Y entonces, ¿sí se puede o no se puede?

Colombia y Chile tienen mejor plantilla que la nuestra, con varios jugadores estrella en los mejores clubes del mundo. Uruguay tiene un equipo sólido y a dos de los mejores delanteros del mundo. Paraguay podría volver de la mano de Ramón Díaz. En la práctica, cinco selecciones pelean por los cupos que no ocupen Argentina y Brasil. Para superar esta prueba, hacen falta tres cosas. Primero, Quinteros necesita sanear un vestuario que claramente terminó dividido después del mundial de Brasil 2014. La mentalidad “de trincas”, de juntarse en grupillos para tramar, no va a desaparecer; pero el nuevo estratega, curtido en el medio local, podría manejarla con cuidado para evitar conflictos personales que luego se reflejen en la cancha. Segundo, es necesario que los jugadores que ya están en Europa se consoliden en sus ligas y que los talentos emergentes dejen de mirar hacia México como destino principal por los jugosos contratos que allá se ofrecen. Hace falta colocar los talentos emergentes en mercados trampolín como Portugal, Argentina y Holanda. Y tercero, necesitamos ir a la Copa América y –para variar– jugar en serio. Estamos de acuerdo en que el objetivo fundamental es la clasificación al Mundial y que la cita continental será un buen campo de pruebas, pero está claro que en esta eliminatoria remamos a contracorriente y necesitamos que los jugadores entren en un estado mental ultra competitivo lo antes posible.

Hoy, la plantilla es buena, tiene potencial, pero es objetivamente inferior a la de los rivales directos. La tarea de Quinteros es potenciar esa buena base y ponerse al nivel de las mejores selecciones del mundo. Una buena presentación en la Copa América sería un gran paso en esa dirección, pero la verdadera prueba comienza en octubre con la eliminatoria.