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The theory of everything es todo lo que no esperamos ver en una película sobre el cosmólogo y astrofísico Stephen Hawking. En lugar de centrarse en su trabajo científico o en las limitaciones físicas causadas por la esclerosis lateral amiotrófica que padece, el filme del director James Marsh es, sobre todo, una melosa love story de su vida junto a Jane –su primera esposa–, en medio de sus problemas familiares y su lucha por continuar sus investigaciones. El mayor desatino de la película está en que no se decide: tambalea entre el biopic y el drama romántico.

La película brilla más por la actuación de Eddie Redmayne –ganador del premio Oscar en la categoría de Mejor Actor, quien interpreta a Stephen Hawking– que por la ejecución de la historia. Según Redmayne, la personificación de Hawking desde sus primeros años como un estudiante destacado de la Universidad de Cambridge lo consumió, pues representó un gran esfuerzo físico: debía exagerar sus facciones y permanecer en incómodas posiciones, entrando y saliendo del personaje, para mostrar cómo la enfermedad afectaba el cuerpo del científico de forma paulatina, sus dificultades para sujetar objetos, escribir y caminar.

Además de la actuación de Redmayne, la película tiene otra fortaleza en su parte visual. El trabajo fotográfico de Benoît Delhomme encuentra el balance adecuado entre los tonos cálidos y azulados de la estética vintage –por la ambientación sesentera– para crear la atmósfera de una historia de amor, sobre todo en su primera parte, que cuenta sus inicios como compañeros universitarios, pareja y, finalmente, esposos.

A medida que el metraje aborda más la enfermedad de Hawking, los vacíos en el guión de Anthony McCarten –quien adaptó la novela “Travelling to Infinity: My Life with Stephen” de Jane W. Hawking– se hacen más evidentes. Luego del matrimonio de Stephen y Jane, la historia cae en un abismo dramático, pues su tono cambia de película romántica a película biográfica. Desde este punto se enfoca de forma casi cronológica en la vida personal de los protagonistas. Utilizando el recurso narrativo de la elipsis –es decir, de los saltos temporales– muestra el avance de la enfermedad de Hawking, mientras su vida profesional va tomando forma.

The theory of everything es una película sobre un científico en la que su guionista no se arriesga a profundizar en la ciencia. Al tratarse de una biopic sobre la vida de un físico tan importante, el filme debía exponer cuestiones científicas reales. Ese era el verdadero desafío para el guión de McCarten, quien no logra más que exponer a medias las teorías de Hawking, de forma vaga e incluso confusa, como al hablar de agujeros negros y singularidades espacio-temporales.

Esta película pudo tener todo lo que lleva a un filme a ganar el Oscar: la historia de un personaje trascendental con grandes obstáculos en su vida, una historia de amor llena de esperanza y también de tragedia, y un drama basado en la vida real. Sin embargo, The theory of everything no alcanza a develar todos esos matices, y simplificó demasiado los conflictos de uno de los genios científicos más grandes de la historia.

Bajada

Un poco biopic, un poco película romántica