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La selección Sub 20 de Ecuador se recuperó bien, pero tarde. Fue un resurgir levantado por la urgencia. Argentina le había pasado por encima, le tocaba en el área, le ahogó la marca, le clavó cinco. Le destruyó la honra, apenas rescatada por los dos goles de José Cevallos. Los peruanos, en cambio, desbarataron a los ecuatorianos en el contraataque, eficiente contra los siempre ofensivos equipos de Sixto Vizuete. Ese 2-0 era el fin. Ecuador hizo lo que le tocaba con Bolivia (5-0). Recuperó la diferencia de gol y se preparó para lo imposible. A punta de instinto, venció a Paraguay y arañó una posibilidad de clasificar a la segunda ronda del Sudamericano que se juega en tierra uruguaya. Jugadas sus cuatro fechas, la Sub 20 igualaba en puntos con Perú y Paraguay, que tenían que jugar un partido más, entre ellos. Con el empate los dos pasaban. Lógico: terminó 1-1. Esta eliminación en la primera ronda ha puesto en entredicho a la Ley del Juvenil, que en 2014 obligaba a los equipos ecuatorianos a alinear a un jugador de diecinueve años en todos los partidos. Desde que se creó, en 2006, se han jugado cinco sudamericanos. En tres, la Sub 20 cayó en la primera ronda, en 2011, llegó al mundial de Colombia, y en 2013 perdió todos sus partidos en la segunda ronda del Juventudes de América.

 

Perú 2-0 Ecuador. Esta fue la derrota de la eliminación, contra un rival directo. La Sub 20 de Ecuador perdió también contra Argentina, pero venció a Bolivia y Paraguay.

Nueve años han pasado desde que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) aprobó la Ley del Juvenil. La idea era darles minutos a los sub 20, que jugaran en estadios llenos, que supieran cómo es la competición de alto nivel, para que nos los tomara por sorpresa en el Sudamericano, donde selecciones como Argentina, Brasil y Uruguay van con nombres que suenan en sus respectivas ligas. Luego de cinco sudamericanos, la Ley del Juvenil no ha probado ser efectiva: 110 jugadores han sido convocados a la Sub 20 desde 2007. De esos, 27 han sido convocados al menos una vez a la selección (24%) y 9 fueron a un mundial de mayores (7%). Suena rentable, pero los porcentajes no se comparan con los de la selección Sub 20 de 2001, de la que salieron 6 mundialistas (21%). En porcentajes, esa selección que entre el sudamericano y el mundial de Argentina convocó a de 23 jugadores, puso el triple de futbolistas en la Copa del Mundo que las cinco generaciones juntas de Sub 20 con la Ley del Juvenil.

El peruano Juan Carlos Oblitas, técnico de Liga de Quito entre 2004 y 2006, decía que “por imposición no se descubren jugadores”. Que la liga ecuatoriana iba a ser el hazmerreír de las demás, advertía. Lo cierto es que nadie se burló afuera. Pero sí en casa. Los juveniles –excepto Michael Arroyo, de Emelec– duraban cuarenta segundos en la cancha. Todo lo que había logrado la federación era que los equipos perdieran un cambio. En el Sudamericano de 2007, Ecuador cayó en la primera ronda. Aparecieron Alexander Domínguez, Fernando Guerrero, Felipe Caicedo y –por supuesto– Arroyo. Hoy, tres de ellos son hoy seleccionados indiscutibles y dos son titulares. Pero la ley no había demostrado mucho: Tanto Guerrero (Real Madrid Castilla, España) como Caicedo (Basel, Suiza) venían del fútbol europeo.

Antes del Sudamericano 2009, la FEF había corregido el reglamento: Los juveniles debían ser futbolistas sub 19 que jugaran al menos el primer tiempo. Ese año jugaron Jefferson Montero, Fernando Guerrero (entonces en independiente del Valle), Marlon de Jesús, Joao Rojas y Juan Luis Anangonó. A ellos se sumaba Fidel Martínez, que jugaba en Cruzeiro, de Brasil. Ellos ya sabían lo que es ser titular en el fútbol profesional. Pero otra vez la mini Tri se volvió a casa temprano. La ley no había pasado su primera prueba real. Hoy, de esos jugadores, solo Montero y Rojas son regulares en la selección de mayores. El resto llega ocasionalmente a las listas.

La clasificación al mundial de Colombia 2011 parecía darle razón a la FEF, pero nunca más Ecuador clasificó al mundial Sub 20. En 2013 pasaron a la segunda ronda para perder contra todos. Y eso es un síntoma: La Ley del Juvenil no ha logrado lo que se propuso. Es más un problema para los técnicos que un proyecto potenciador de las inferiores. Es un problema para los entrenadores del fútbol ecuatoriano. Mientras planean la estrategia, tienen una decisión paralela, igual de seria, que tomar: Dónde afecta menos el juvenil. Es evidente: A los sub 19 los siguen remplazando una vez que acaba el primer tiempo. Salvo en Independiente del Valle, River Ecuador, Emelec y Liga de Quito. Independiente y River son equipos de viven de sus canteras. Emelec siempre ha trabajado sus inferiores, y Liga de Quito tomó una decisión difícil cuando en 2014 puso a siete sub 20 en su primer plantel.

La mitad de los seleccionados para el Sudamericano 2015 salieron de esos cuatro equipos. No de la Ley del Juvenil. De hecho, la figura del plantel, José Cevallos Jr., es producto del trabajo en las inferiores de Liga de Quito y el año que estuvo en Juventus Primavera, una filial del club de Turín, Italia. Cevallos no puede ser visto como un acierto del reglamento cuando en su equipo es fácil ver a tres o cuatro sub 19 al mismo tiempo en cancha. Pero la Federación insiste. Al igual que en 2013, ahora el juvenil deberá ser un sub 18. En 2016, volverá a ser un sub 19. La edad cambia según el año sea par o impar, para que los jugadores que podrán ser convocados para el próximo Sudamericano sub 20 no solo tengan minutos en cancha el año previo al torneo.

Hasta ahora, forzar las cosas no ha dado resultados. Se suponía que los jóvenes ecuatorianos igualarían o tendrían ventaja ante sus rivales, pero las cosas parecieran seguir igual. Es cierto que en Brasil 2014, Ecuador llevó a ocho jugadores que pasaron por la sub 20 desde 2007. Cuatro fueron titulares en al menos un partido, pero Domínguez fue el único que destacó en un equipo donde Enner Valencia fue siempre la figura. Desde la Ley del Juvenil, más jugadores que alguna vez pasaron por la Sub 20 se han mantenido en primera categoría, y más jugadores jóvenes han sido vendidos al extranjero. Pero en las selecciones Sub 20 y de mayores, no se ha podido superar lo que ya había logrado Ecuador en el Mundial Sub 20 Argentina 2001 y la Copa del Mundo Alemania 2006, donde la Tri logró alcanzar los octavos de final.

El fútbol no crece porque lo diga un reglamento.

Bajada

¿Mejora la Ley del Juvenil el rendimiento de la Sub 20?