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 #Internet  y política

In a time of universal deceit – telling the truth is a revolutionary act.
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George Orwell 

1.1.- El poder y el conocimiento
J.L. Austin decía que el enunciado es la herramienta más humana más poderosa. El enunciado transformado en una palabra tiene una capacidad performativa. Una palabra puede construir y destruir. Una mirada a la historia de la humanidad nos muestra que la voz y la palabra son capaces de construir imperios, comenzar guerras o cambiar al mundo.  El internet ha permitido en medidas ciertamente limitadas, la ilusión y la posibilidad de libertad de la palabra. Libre de mediaciones, intérpretes y tecnologías unívocas. El tercer milenio se inaugura con la libertad individual en su más grande expresión. Nuestra vida física ha dado un salto a nuestra vida virtual. 
Teóricos de los medios y el Internet como Manuel Castells y Nick Couldry (2010; 2011) argumentan que por primera vez en la humanidad, todos nos hemos vuelto homogéneos. Aún con la injusticia. De la misma manera, este potencial reclama como pocas veces en la historia, una alternativa a los procesos democráticos tradicionales. Una visión  post-liberal que resida en el valor del valor voz y que vuelva al centro de lo que implica ser ciudadano. Las posibilidades son grandes en cuanto a residir en la libertad del Internet ya que nos  proporciona un argumento convincente y transparente para la política democrática. Sin embargo, las redes de poder de los diversos ámbitos de la actividad humana a su vez están conectadas entre sí. No se funden, sino que participan en estrategias de asociación y competencia, colaborando y compitiendo simultáneamente, formando redes para determinados proyectos y cambiando de socios en función de sus intereses. 
La ética hacker es una abreviación de una lista de principios, e incluye una mezcla de los imperativos estéticos y pragmáticos: un compromiso con la libertad de información, la desconfianza de la autoridad, una dedicación mayor a la meritocracia y la creencia en que las computadoras pueden ser la base por la belleza y un mundo mejor. En lugar de limitarse a la barrera tecnológica, los nuevos ingenieros sociales, prometen encontrar la verdad en un océano de información. Los procesos de contienda social y política se pueden identificar en dos corrientes: por una parte, el internet facilita y apoya (de maera tradicional) la acción colectiva en términos de organización, la movilización y la transnacionalización y, por otro lado, es capaz de crear nuevas formas de acción colectiva. El Internet no sólo ha hecho apoyado acciones de movimientos sociales fuera de línea tradicionales, como las manifestaciones clásicas y hecho más transnacional, pero también se utiliza para la creación de nuevas formas de actividades de protesta en línea y crear modos de protesta fuera de lo electrónico. Por al hacerlo, el Internet se ha ampliado y complementado movimiento social de hoy en día «repertorio de acción colectiva» (Tilly, 1984; McAdam et al 2001). Los repertorios del ciberactivismo oscilan desde peticiones en línea, los bombardeos de correo electrónico, DDOS o “defacements” de los home page de sitios web de grandes empresas, organizaciones o gobiernos. 
Los movimientos sociales, se puede definir como «redes de interacción informal entre una pluralidad de individuos, grupos y organizaciones, que participan en un conflicto político o cultural sobre la base de una identidad colectiva compartida» (Diani, 1992: 13). Su «repertorio de acción colectiva ‘es, como el conjunto de medios que están efectivamente disponibles para un determinado conjunto de personas» y que se utilizan para actuar colectivamente con el fin de hacer afirmaciones sobre los individuos y los grupos. (McAdam et al, 2001)
El repertorio de la acción de los movimientos sociales es tan amplio como hay movimientos sociales y activistas, las metas y las causas, reclamaciones y quejas. Aquí nos enfocamos explícitamente en lo que se ha denominado comportamiento político ‘heterodoxo’: las acciones y tácticas que, por un lado, se «realizan» en el lado no-institucional de política, fuera del ámbito de la participación política convencional -votar, ser miembro de un partido político, el cabildeo- y por otro lado el de la demostración política. Históricamente, los movimientos sociales siempre han dependido de la existencia de mecanismos de comunicación específicos, siguiendo nuestro debate sobre la conformación real de una esfera pública, desde los medios y los debates, este espacio de deliberación siempre ha sido específico. (Silverstone, 2002) 
 Sin embargo, el Internet y la comunicación multimodal han liberado la mediatización como barrera de ininteligibilidad entre el sujeto y la acción política. El Internet es el medio más autónomo, rápido e interactivo de la historia de los medios.   Esta particularidad permite que a mayor interacción y reprogramación del mismo más horizontal y menos jerárquico se convierta el medio, permitiendo así una gestación más rápida de los mismos y una dimensión participativa en tiempo real. Aunque, la participación virtual en sí mismo sea debatible. 
1.2.- De la desobediencia a la institución: El Partido Pirata
Bajo el paradigma del conocimiento libre, en base a los principios de la ética hacker, hacer de este movimiento político un paraguas atractivo para el declive global del interés en la política partidista y representativa. Los conflictos entre la institucionalización de un movimiento hacen ver a los procesos de democracia participativa como inocuos en el tiempo de la verdad digital. Más positivamente, las consecuencias políticas del Internet pueden coinciden con la creciente complejidad tecnológica de los sistemas. No sólo es el sistema técnico relativamente más vulnerable a tales retrocesos en sus puntos más débiles, pero estos se vuelven relativamente más accesibles a una cadena tecnológica que supera el control. Sumado a esto, debido a la naturaleza cada vez más estrechamente imbricada de lo tecnológico la protesta, otorga resultados más radicales si son llevados a cabo con éxito. La vigilancia y control de estos grupos hacktivistas, los primeros ataques realizados desde el 2012 coinciden con otros en los países vecinos y el momento global de protesta. (Castells: 2012, 41-121) Los defacements o los videos de anonymous,  son vistos por los grupos hacktivistas como una forma de desobediencia civil electrónica en la que la forma social de la protesta supera a su contenido tecnológico.
En términos globales, la sociedad está viviendo un cambio radical. En el filo de lo legal camina también The Pirate Party , sus fundadores en el 2004 quienes que apoyaban el movimiento de Piratbyrån, colaboraron para ofrecer contenidos accesibles a todo el mundo desafiando la estructura de la propiedad intelectual global. El partido pirata, que nace del Internet se convierte en una fuerza política cuyo discurso político promueve la libertad en el sentido libertario e individualista más extremo y que al mismo tiempo reconoce las desigualdades del liberalismo y sus sistemas de gobierno. Ante lo cual propone incidir en la legislación y la intervención pública en la toma de decisiones y la rendición de cuentas. 
El tiempo que nos toca vivir nos da una dimensión más cercana de la multiplicidad. Técnicamente, las sociedades se auto-regulan y el ejercicio de control o privar (del latín original privare: despojar de lo público) derechos, acciones, objetos intenta ejercer la presión sobre los actos humanos. Es por esto que, cuando se intenta privar la voz, aunque no sea directamente nos sentimos vulnerados. De la misma manera, este medio se ha superado a sí mismo: el Internet que nos ha devuelto una voz poderosa y cuando es controlado, es fácilmente capaz de encarcelarnos.  No es la primera vez que podemos difundirnos en términos mediáticos y masivos. Pero sí es la primera vez que todos sin excepción tenemos la capacidad de tener una voz, liberarnos de la mediación y ser masivamente escuchados. Y para cuidarlo, cualquier acto es posible. 
Cada acto de reversión digital promete contener una política simbólica, es decir el espíritu de la contienda no se desplaza. El riesgo del movimiento hacktivista en que el «acceso lo es todo » los circunscriben a una mentalidad instrumental y apolítica.  Sin embargo, el uso ingenioso de varios artefactos y sistemas es innovador no por razones estéticas sino por sus capacidades políticas que recuerdan a la búsqueda de la participación en su sentido original. Por lo tanto, la explicación de la importancia de hacktivismo radica en buscar técnicas imaginativas basadas en la tecnología tradicional y aliadas con recursos culturales propios. Finalmente, es deshacerse de la mentalidad servil y reafirma valora que nos recuerdan al reconocimiento de lo sub-alterno por una audiencia global. 
Frente a todo esto, el individuo -empoderado ciudadano global- se presenta libre, con la conciencia de haber ganado su propio espacio en el mundo y de sentirse inmortal ya que la voz (como enunciado) no muere. No se equivoquen, el futuro de los electores está en la reestructuración de los procesos democráticos y en la representación tradicional. A los representantes les toca mirar al demos que bajo el manto de lo digital es finalmente,  liberado.

Referencias:
J.L.Austin (1975) How to Do Things with Words. Boston: Harvard University Press.
Manuel Castells (2009)  Comunicación y poder .Alianza Editorial, S.A.

Diani, Mario and Bison, Ivano  “Organizations, Coalitions, and Movements”Theory and Society, Vol. 33,     No. 3/4

Couldry, Nick (2010), Why Voice Matters: Culture and Politics after Neoliberalism, Los Angeles: Sage

Himanen,  Pekka (2001)The Hacker Ethic: Random House Publishing Group 
Mc Adam, Doug; Tarrow, Sidney; Tilly, Charles; (2005) Dinamics of Contention Cambridge: Cambridge University Press
Silverstone, Roger (2004) ¿Por qué estudiar los medios? Buenos Aires: Amorrortu