Sarayaku, significa “río de maíz” y es una localidad ubicada a cinco horas en canoa de Puerto Canelos, que con aproximadamente 1300 habitantes, crece a orillas del Río Bobonaza en la provincia de Pastaza.
https://gkillcity.com/sites/default/files/images/imagenes/100_VARIAS/riofrio.jpg
Son los últimos días de enero e inmerso en la selva amazónica, se escucha el sonido de los tambores, que no para de sonar, durante los cuatro días que dura ésta celebración ancestral llamada Uyantza.
La fiesta y los preparativos son dirigidos por cuatro priostes, cada uno con alrededor de 90 ayudantes, hombres y mujeres. Los preparativos comienzan con una minga para recolectar leña y al día siguiente los hombres salen de cacería por doce días; mientras las mujeres se quedan cosechando yuca, haciendo chicha y elaborando vasijas de barro.
Durante la caza, cada hombre fabrica su tambor con las pieles obtenidas y su sombrero con piel o plumas; el sombrero preferido es el elaborado con plumas de tucán. Mientras que la carne se ahúma para conservarla hasta el regreso a la comunidad y abastecer los cuatro días de fiesta.
En el primer día de fiesta o Shamunguichu, que quiere decir “la llegada de la selva”, las mujeres se preparan desde la madrugada y algunas desde la noche anterior para recibir a los hombres, pintándose la cara con la tinta extraída de una semilla llamada witug. Cargan un poco de chicha y se dirigen en canoa hacia una pequeña playa a esperar a los cazadores.
Un tiro de escopeta anuncia la llegada, las mujeres eufóricas reciben a sus hombres con chicha en mano. Ellos beben la chicha, se forman con sus tambores, comienzan a tocar y empieza la fiesta.
Eriberto Gualinga, uno de los priostes, junto con sus ayudantes contabilizan 257 animales: tucanes, pavas, monos, puercos sajinos, bagres, entre otros. Se detallan todos los animales capturados en un registro. La caza es controlada y la gente es consciente de la importancia de un manejo sustentable de sus recursos naturales. Por esta razón, la fiesta que originalmente era anual, ahora se la realiza cada dos años y se está considerando hacerla cada tres o cuatro.
En el segundo día o Sisa Camari, que quiere decir “ofrenda de flores”, la gente de la comunidad visita las casas de los priostes llevando consigo las ofrendas, los hombres llevan ramos de palma y las mujeres flores. A cambio, reciben chicha, que a más de ser bebida, es también usada según la tradición para bañar a los invitados.
El tercer día o Mikuna Camari, es “el gran banquete”, donde las mujeres mayores de la comunidad cocinan toda la carne, para con su sabiduría, hacer alcanzar la comida a las personas que llegan a visitar al prioste.
En el útlimo día o Puru Pakina, “rotura de vasijas”, los hombres rompen los barros, es decir, las vasijas previamente elaboradas por las mujeres. Posteriormente los priostes se visten con todas las pieles, visitan a los otros priostes, se reúnen en la plaza central, bailan y todos juntos bajan al río, donde se despojan de las pieles y sombreros, marcando así simbólicamente la circularidad de esta fiesta: lo que se toma de la naturaleza se lo devuelve a la naturaleza.
Nota del Editor: Esta es la primera parte de una serie de trabajos sobre la comunidad amazónica Sarayaku, el “Pueblo del Mediodía”. Gente muy reservada en sus costumbres y en sus vínculos con el exterior, nunca antes permitieron que se fotografíe o filme la Fiesta Uyantza. Gkillcity va a presentar los testimonios gráficos de una serie de fotógrafos que pudieron estar presentes en la ancestral presentación.
Dominique Riofrío