Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología y en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre.
—Carl Sagan
La descripción del funcionamiento y la evaluación del mecanismo de acción de la píldora anticonceptiva de emergencia son cuestiones empíricas que requieren de comprobación científica. Es por esto que hoy toca ponerme técnica. Así que ya vengo, voy por mi mandil de médica ad hoc. Trataré de que mis dichos sean los más claros y sencillos posible.
Los anticonceptivos de emergencia son métodos que las mujeres podemos usar para prevenir un embarazo después de una relación sexual desprotegida. Son un respaldo importante en casos de relaciones sexuales coitales en las que, o no se ha usado ningún método anticonceptivo, o ha habido algún tipo de accidente durante el uso del anticonceptivo (olvido de las píldoras regulares o rotura de condón, por ejemplo), o ha habido una violación o sexo coercitivo.
El método más disponible en América Latina y el Caribe es la Píldora Anticonceptiva de Emergencia que contiene Levonorgestrel solo, a la que llamaré PAE. Este es el anticonceptivo de emergencia que el Ministerio de Salud pondrá a disposición de la ciudadanía. El levonorgestrel (LNG) es una progestina, es decir, una hormona sintética que tiene los mismos efectos que la progesterona. La PAE reduce sustancialmente la probabilidad de embarazo después de un episodio de coito desprotegido. Se estima que su efectividad es del 95% en las primeras 24 horas después de la relación sexual. La eficacia disminuye al 85% si se inicia el tratamiento entre las 24 y las 48 horas. De las 48 a las 72 horas la eficacia se reduce al 58%.
Con la finalidad de desmentir una serie de afirmaciones inexactas y antojadizas sobre la PAE, la Organización Mundial de la Salud publicó en febrero de 2010 una Hoja informativa sobre la seguridad de las Píldoras Anticonceptivas de Emergencia de Levonorgestrel.
En este documento la OMS señala que el uso de la PAE es seguro para todas las mujeres – adultas o adolescente- es bien tolerada, no se conoce que provoque alergias, no es adictiva, no tiene contraindicaciones para su uso y se elimina del cuerpo en pocos días. No se asocia con una mayor incidencia de cáncer y no se ha demostrado ningún riesgo de accidente cerebrovascular ni trombo embolismo venoso derivado de su uso. Tampoco aumenta el peligro de embarazo ectópico, ni afecta la fertilidad futura. El LNG no daña a un embrión en desarrollo si se toma por error al inicio de un embarazo, ni puede interrumpir un embarazo en curso (cualquiera que sea la definición de inicio de embarazo).
Si una mujer toma la PAE antes de la ovulación esta inhibe el pico pre-ovulatorio de la hormona luteinizante (esta es la hormona que estimula la ovulación en las mujeres) y así impide el desarrollo y la maduración folicular y/o la liberación del óvulo. Este es el principal mecanismo de acción de la PAE y por eso es que su mayor eficiencia se da durante las 24 horas inmediatas luego de la relación sexual.
La evidencia disponible actualmente muestra que la PAE no impide que el huevo fecundado se implante en la capa que recubre la cavidad uterina. (Los estudios también están en la publicación de la OMS). Y entonces, ¿cómo así la rotulación farmacéutica que traen algunas presentaciones de la PAE suministra información en el sentido de que esta podría interferir con la implantación del óvulo fecundado? Esta rotulación es una vieja exigencia de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos, (Food and Drugs Administration o FDA por sus siglas en inglés) debido a la información de la que se disponía hasta finales de los noventa. A los laboratorios no les ha interesado modificar esta leyenda en los prospectos médicos de la PAE en Estado Unidos y Europa pues esa afirmación, a pesar de no ser cierta, no constituye un problema a nivel comercial. Pero jamás esta leyenda, proveniente de estudios desactualizados y hoy superados, puede tomarse como evidencia de un efecto en el funcionamiento de la PAE. Cabe destacar que en marzo de 2011 la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) y el Consorcio Internacional sobre la Anticoncepción de Emergencia (ICEC) han indicado que no deben incluirse referencias a la implantación en los insertos de la PAE dado que el análisis de la evidencia sugiere que las PAE no pueden impedir la implantación del huevo fecundado.
¿Será que el fácil acceso de la PAE en mujeres adolescentes las vuelve promiscuas o incrementa su actividad sexual no protegida? Varios estudios (que se encuentran debidamente señalados en la hoja informativa de la OMS) demuestran que facilitar el acceso a la PAE no aumenta las conductas sexuales de riesgo. Los resultados de los estudios realizados en el Reino Unido, por ejemplo, fueron más allá. Demostraron que no hay correlación entre el conocimiento sobre, o el acceso a, la PAE en las mujeres jóvenes, y la probabilidad de que se hicieran activas sexualmente. Además, las mujeres adolescentes y jóvenes que han usado las PAE no presentan riesgo mayor de infección de transmisión sexual en comparación con las que nunca han usado anticoncepción de emergencia.
Estas conclusiones de la OMS sobre la PAE también las suscribe la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO). Más recientemente, en la Puesta al día sobre los mecanismos de la acción de la anticoncepción oral de emergencia que publicó en el 2011 el Dr. Luis Távara Orozco, Coordinador del Comité de Derechos Sexuales y Reproductivos de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología (FLACSOG) se llegó a similares conclusiones. Adicionalmente, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el Consorcio Latinoamericano de Anticoncepción de Emergencia (CLAE), y el Consorcio Internacional sobre Anticoncepción de Emergencia (ICEC) recogen estos mismos argumentos y conclusiones en su publicación Argumentos para la defensa legal de la anticoncepción de emergencia en América Latina y el Caribe, publicado en Costa Rica en Noviembre de 2011.
Con todos estos datos científicos disponibles, ¿por qué entonces seguimos recibiendo información desactualizada, inexacta y mentirosa sobre la PAE, especialmente por parte de curas católicos que tienen espacio en los medios de comunicación nacionales para decir cualquier cosa? Realmente no lo sé, para mí no tiene sentido. ¿Será que los sacerdotes no tienen acceso a estos estudios? Pues tampoco. En una revisión cuidadosa de la literatura científica el padre Nicanor Pier Georgio Austriaco OP. PhD. Sacerdote, teólogo y científico, en el ejemplar invierno 2007 del The National Catholic Bioethic Quarterly escribió que “Estudios publicados en los últimos meses, proporcionan pruebas crecientes de que el LNG tiene poco o ningún efecto sobre eventos post-fertilización”. En ese mismo artículo el padre Nicanor también dijo algo de alto impacto: “¿Por qué el LNG, un potenciador de la progesterona que imita su efecto, podría prevenir la implantación cuando la progesterona producida por el cuerpo lúteo inmediatamente después de la ovulación realmente promueve la implantación? Respuesta: No lo hace.”
Como no es difícil imaginar al padre Nicanor le cayeron encima en gajo y sin piedad. Pocos meses después, en la publicación trimestral de otoño de 2008, respondiendo a sus críticos y en apoyo de su conclusión el padre Nicanor presentó argumentos aún más detallados. Dijo que si el LNG es abortivo, este podría tener su efecto aumentando el índice de embarazo ectópicos, pero que los datos combinados a partir de cinco ensayos clínicos con casi seis mil mujeres demostraron que el índice de embarazos ectópicos en las mujeres que han utilizado el LNG es de 1.02%. Comparada con la tasa global de embarazo ectópico de entre 1.24 y 1.97%, por lo tanto, el LNG no aumenta el embarazo ectópico. Otra manera mediante la cual el LNG podría tener un efecto abortivo sería alterando la composición del tejido del endometrio, haciéndolo inhóspito a la implantación. Análisis morfológicos y bioquímicos de biopsias revelaron que la droga no altera las estructuras del tejido. Otra manera de hacer inhóspito el endometrio sería interrumpir la función del cuerpo lúteo que libera las hormonas necesarias para el desarrollo apropiado del endometrio. Después de revisar la literatura científica el padre Nicanor concluyó que los datos sugieren que el riesgo de un efecto pos fertilización del LNG, si fuera real, sería insignificantemente pequeño. Además, un estudio que probó directamente la capacidad de los embriones humanos de implantarse en el tejido endometrial expuesto al LNG –aunque groseramente inmoral, señaló Nicanor- no apoya concluir que es abortivo. Y esto lo escribió el padre Nicanor en 2008, estudios recientes confirman una y otra vez sus conclusiones sobre el LNG.
Y ahora, la pregunta del millón, si la PAE se puede entregar a adolescentes sin la autorización de sus padres y madres, ¿cómo queda la patria potestad de ellos en este asunto? Hay quienes se oponen a la entrega de la PAE o al suministro de información, consejería o educación sobre el uso de este fármaco a adolescentes porque consideran que esto constituye una violación al derecho de los padres a ejercer su patria potestad y su derecho a impartir la educación sexual que desean que sus hijos reciban.
Sucede que los derechos de los adolescentes imponen límites a la patria potestad y esos límites justifican la información que el Estado debe darle a la juventud sobre educación sexual y métodos anticonceptivos. Esta información promueve el desarrollo de la autonomía de los jóvenes, regulan su acceso al conocimiento y las pautas para el cuidado de su salud y ejercicio de su sexualidad; aún en contra del mejor criterio de sus propios progenitores.
Los padres tienen derecho a la patria potestad sobre sus hijos, pero ese derecho ni es absoluto, ni está por encima del derecho de sus hijos a informarse sobre sexualidad y a ejercerla de forma sana y sin riesgos. Pero, olvidémonos por un momento de los derechos en conflicto y pensemos en la realidad. Con el semen adentro (y perdónenme que sea tan cruda para expresarlo), ¡tenemos una situación de emergencia! Y para esa emergencia justamente se aplica la PAE. ¿Se la negaríamos a nuestra hija? Si no queremos que nuestros hijos tengan acceso a esta información porque dudamos de la buena educación sexual y en valores que les hemos impartido o porque tememos que sus hormonas adolescentes los hagan cometer una imprudencia, deberíamos encerrarlos en un calabozo sin internet, sin televisión, sin ventanas y tirar la llave. ¿Sería eso justo o razonable?
Sorprende leer, ver y escuchar en estos días a gente que opina sobre este tema desde el desconocimiento más profundo e irresponsable. Pero sorprende también que medios de comunicación del país den cabida a estos opinadores que no aportan con datos científicos rigurosos, actuales, verificados y verificables sobre el tema.
Tarjeta roja para todos ellos.
Bibliografía y referencias revisadas:
Organización Mundial de la Salud. Hoja informativa sobre la seguridad de las Píldoras Anticonceptivas de Emergencia de Levonorgestrel solo (PAE-LNG). Ginebra,2010. https://www.who.int/reproductivehealth/publications/family_planning/HRP_RHR_10_06/es/index.html
Sociedad Española de Contracepción, Guía actualizada de Anticoncepción de Urgencia. https://www.sec.es/area_cientifica/manuales_sec/manual_anticoncepcion_urgencia/libre_dispensacion.php
Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) y Consorcio Internacional sobre Anticoncepción de Emergencia (ICEC) Mecanismos de acción ¿De qué modo las píldoras anticonceptivas de emergencia levonorgestrel (PAE de LNG) previenen el embarazo? Marzo 2011. https://www.cecinfo.org/publications/PDFs/policy/MOA SP 2011.pdf
Nicanor Pier Giorgio Austriaco, “Is Plan B Abortifacient? A Critical Look at het Scientific Evidence”, The National Catholic Bioethics Quarterly 7, no 4 (Winter 2007):707.
Nicanor Pier Giorgio Austriaco, “Colloquy, More on Plan B –Fr. Austriaco replies” The National Catholic Bioethics Quarterly 8, no 3 (Winter 2008):421-25.
Puesta al día sobre los Mecanismos de la acción de la Anticoncepción Oral de Emergencia, Dr. Luis Távara Orozco, Coordinador del Comité de Derechos Sexuales y Reproductivos de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología (FLASOG), Noviembre 2011.