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@arduinotomasia – @elconejo01

I. Introducción

En el presente artículo se realizará un análisis del desempeño legislativo  de los asambleístas nacionales del periodo agosto2009-octubre2012.

Definir u operativizar la variable “desempeño” resulta difícil: ¿qué deberíamos entender por desempeño? Desde el punto de vista numérico, la variable desempeño ha utilizado tres indicadores para definirse: asistencia a la asamblea, número de intervenciones y números de proyectos de ley presentados.

 

Desde el punto de vista (más idealizado) de la democracia representativa, el asambleísta se encuentra allí para representarnos. Se espera, en primer lugar, que para “representarnos”, esté “presente” físicamente. Sin embargo sabemos, que el mismo hecho de asistir, puede no decir nada o poco de la “calidad” de esa presencia: ¿asistir implica necesariamente participar? Podría ser que no, pero para participar, debería “como mínimo” estar presente.

La asistencia tendría entonces que complementarse con otras variables, como la de intervención. La misma noción de representación implicaría que hay una representación a través de la voz, de la palabra como representación de las/nuestras “ideas”. Desde ese punto de vista, que el asambleísta “intervenga” y que esa intervención sea “activa” debería ser importante.

Sin embargo, también asumimos que la cantidad de intervenciones no sería un indicador que dé cuenta de la calidad de esa intervención.  Desde una perspectiva más crítica, no significa que si se toma mucho la palabra, implica que esa palabra haya sido aportadora para el debate, haya permitido ubicar espacios o límites de los proyectos de ley, haya presentado inflexiones críticas a las propuestas y haya respetado las ideas de aquellos a quienes esa palabra se supone representa.

Finalmente, si bien las intervenciones son importantes en el marco de una democracia deliberativa, la función central de la Asamblea es presentar, debatir y aprobar proyectos de ley, por lo que un indicador central del desempeño deberían ser los proyectos de ley presentados, en tanto permiten a esa palabra concretarse en leyes y artículos concretos que rijan el sistema considerando el espíritu de la Constitución del Ecuador. Aunque, nuevamente: la cantidad de proyectos de ley presentados puede no decir de la “calidad” de esos proyectos en términos de un análisis más detallado.

Problematizadas estas variables para medir desempeño, y si bien podrían crearse nuevos indicadores que especifiquen un poco más la “calidad” de las evaluaciones del ejercicio de los asambleístas, compararlos con otros desenvolvimientos en países distintos o podrían realizarse análisis más cualitativos de los debates y las intervenciones,  este artículo asume – con las problemáticas anteriormente expuestas- las cifras de asistencia a las sesiones, el número de intervenciones y la cantidad de proyectos de ley presentados, como parte de la variable “desempeño”; y, desde esas cifras y considerando además el rubro de sueldo de los asambleístas, se realiza una  descripción y reflexión de la productividad de los partidos en general y de ciertos asambleístas específicos que pueden ser herramientas útiles en tiempos de elección, en la medida en que algunos de ellos se postulan para la reelección.

II. Análisis de desempeño

Uno de los primeros rubros que nos permite acercarnos al desempeño de los asambleístas nacionales por partido, corresponde al cruce de tres variables: porcentaje de asistencia, promedio de intervenciones y proyectos de ley presentados; todo ello ilustrado en el Cuadro 1:

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Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados en la página web de la Asamblea Nacional (Consulta realizada: 3. 2.13)

Si consideramos los resultado de este gráfico, los mejores desempeños los encontramos en Alianza País (MPAIS) en tanto tiene casi la totalidad de la asistencia, un alto promedio de intervenciones y el mayor número de proyectos de ley presentados; sin embargo hay que considerar que actualmente casi el 50% de los asambleístas nacionales (7 en total) pertenecen a dicho movimiento. Mayoría en números que debe tenerse en cuenta, motivo por el cual también se decidió introducir para ello la noción de “promedio”, pero que de todos modos influye en –por ejemplo- el número de proyectos presentados.

Otros casos de alto desempeño son el Movimiento Popular Democrático (MPD) y el Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN); casos significativos de analizar, en tanto altamente productivos en materia legislativa si los comparamos con los resultados de MPAIS: estos partidos tienen también alto número de intervenciones y altos niveles de asistencia. Aunque en el caso del MPD, lo adicional es que cuenta a su vez con un número alto de proyectos de ley presentados: esta última variable –una vez más- de mucho mayor peso que las intervenciones, toda vez leídas como la “materialización” de la deliberación.

Sin embargo, un detalle importante que hay que destacar, es que a diferencia de MPAIS, ambos partidos cuentan con un solo asambleísta: Jorge Escala (MPD) y Vicente Taiano (PRIAN).

De ese modo, en términos de proyectos de ley presentados, podría considerarse que Jorge Escala del MPD cuenta con una productividad legislativa que se acerca a la del total de los 7 asambleístas de MPAIS: el primero con 12 proyectos presentados y un promedio de intervenciones de de 118, mientras que los segundos con un total 21 (12 de ellos correspondientes a Silvia Salgado, quien no va a reelección para esta dignidad) e intervenciones de un promedio de 71.

El más bajo desempeño lo tiene el Partido Social Cristiano (PSC), que alcanza aproximadamente el 37% de asistencia (de un total de 307 sesiones), el número más bajo de intervenciones. Sumado a ello, el PSC (representado por Nicolás Lapentti) a más de ser el que menos acudió, no presentó ni un solo proyecto de ley.

Si bien podríamos también ubicarlo en una ideología opuesta a la del gobierno actual -lo que podría generar contextos con menores oportunidades, incluso medida en términos de número de bloque-, su situación no es diferente a la del PRIAN; y, al igual que ese partido y el MPD, cuenta también con un asambleísta, motivo por el cual podría considerarse a Lapentti como el asambleísta menos productivo en el período 2009-2012.

Por otro lado, para los comicios de este 17 de febrero se necesita tener en cuenta que el desempeño de los asambleístas debe ser de nuestro particular interés, toda vez que los funcionarios reciben un sueldo mensual por haber sido elegidos para dicha dignidad pública: si hacemos un cálculo sencillo tomando como base la cantidad de USD$5000 dólares mensuales (obviando que a mediados del año pasado el monto mensual ascendió a USD$6000), tenemos que en el caso de la variable “promedio de intervenciones”, el partido con mayor costo por intervención es el PSC, como se ilustra en el cuadro 2.

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Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados en la página web de la Asamblea Nacional (Consulta realizada: 3. 2.13)

Como puede observarse en el cuadro, las 4 intervenciones del asambleísta del PSC han tenido un costo de aproximadamente U$60,000, lo que lo convierte nuevamente en el asambleísta más costoso si se mide el “costo de intervención”. Es decir, cada intervención de Lapentti “nos costó” USD$60,000 dólares y no se materializó en ningún proyecto de ley, cuestión analizada con anterioridad (acá) por Xavier Flores.

Los asambleístas con menores costos por intervención pertenecen al MPD y al PRIAN: sus intervenciones  han costado aproximadamente poco más de U$2000.

En sintonía con lo mencionado con anterioridad, es tan o más importante analizar la variable “costo por presentar un proyecto de ley”, que presenta la relación entre el valor total de sueldos recibidos durante el período 2009-2012 por cada asambleísta y el número de proyectos de ley presentados, información que se sintetiza en el Cuadro 3:

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Fuente: Elaboración propia a partir de los datos publicados en la página web de la Asamblea Nacional (Consulta realizada: 3. 2.13). Observación: se utilizó para el cálculo total del sueldo USD$5000 mensuales.

Nuevamente, se observa a los asambleístas de MPAIS como los más eficientes en la medida en que son los que más han presentado proyectos de ley, y el costo de cada uno de esos proyectos podría calcularse en poco más de U$ 11.000. Sin embargo, es importante indicar que 12 de los 21 proyectos fueron presentados por Silvia Salgado, convirtiéndola en la asambleísta más productiva desde el punto de vista de la presentación de proyectos de ley durante el tiempo que ha ocupado el cargo, junto a Jorge Escala del MPD, que en cuatro años también ha presentado 12 proyectos de ley.

Desde esta perspectiva, el MPD ocupa el segundo lugar entre los partidos más productivos, seguido muy cercanamente por el PSP. Si observamos con mayor detalle la productividad de este partido, 8 de 11 proyectos de ley presentados, han sido realizados por Gioconda Saltos, lo que la convertiría nuevamente en una asambleísta altamente productiva de esa organización.

Y si consideramos entonces producciones individuales, casi el 57% de los proyectos de ley presentados en estos cuatro años se concentran en tres asambleístas: Escala (MPD), Salgado (MPAIS) y Saltos (PSP).  Sin embargo, 2 de esos 3 asambleístas no se van a la reelección, lo cual llama la atención que tanto en MPAIS como en el PSP no se lancen los asambleístas más productivos del partido a la reelección y se sostenga a otros con menor productividad (como Irina Cabezas de MPAIS y Silvia Kon del PSP).

III. Consideraciones finales

Estos indicadores de productividad y desempeños pueden servirnos para reflexionar sobre nuestro voto en términos de reelección de asambleístas por partido. Para ello, reiteramos la identificación del PSC como el partido con ninguna productividad en materia de proyectos (leídos –de nuevo- como la materialización de la deliberación), ya que no ha presentado ningún proyecto de ley en cuatro años y solo ha intervenido 4 veces en el total de las 307 sesiones, a pesar de que el asambleísta por el PSC (Lapentti) ha recibido un aproximado de USD$ 240,000 para esa función central en la asamblea.

En todo caso, Lapentti no se presenta como candidato del PSC para asambleísta nacional… aunque sí para provincial por Guayas en la circunscripción 4. Sin embargo, también hay que considerar que MPAIS tiene también asambleístas que no han presentado ningún proyecto de ley en estos cuatro años como Fernando Bustamante e Irina Cabezas, al igual que Scheznarda Fernández (independiente). De ellos, solo Fernando Bustamante no se presenta para reelección.

El análisis también nos permitió encontrar que existen organizaciones políticas que, a pesar de ser minoría para la dignidad de asambleístas nacionales, tienen una productividad legislativa mucho mayor o igual que otros de mayoría: tal es el caso de Jorge Escala del MPD, con una productividad importante en términos de intervenciones, de asistencias y de proyectos de ley presentados.

Finalmente, es menester de los votantes considerar que aquellos elegidos para ocupar los cargos de asambleístas nacionales reciben un salario alto (USD$6,000 dólares mensuales) para en teoría ejercer un buen desempeño en su cargo de legislador nacional.

Para ello, reiteramos la importancia de que para “representarnos”, los asambleístas nacionales deben estar por lo menos “presentes” físicamente. Cuestión que el PRE y el PSC deben tener en cuenta, en vista de sus bajos porcentajes de asistencia; que, desafortunadamente, van de la mano con los números más bajos (nulos en uno de ellos) de proyectos de ley presentados.

Consideraciones necesarias para los comicios de este domingo 17 de febrero.

Arduino Tomasi – Tina Zerega