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@IvonneGuzmn

Si ustedes y yo todavía estamos aquí seguramente es por la buenísima onda de un tal San Cristóbal, patrón de los choferes y de los incautos que están a su merced (también solía serlo de quienes tenían dolor de muelas, pero con tanto trabajo que tiene por acá con más de 20 000 accidentes de tránsito al año ha renunciado a ese y a otros encargos). Porque si no se han dado cuenta o nadie les ha dicho, en este país la gente se muere como canguil en avenidas y carreteras, a manos de psicópatas que en lugar de portar armas maniobran volantes de carro.

 

Todos los que ponemos los ojos como platos cada vez que por la tele o en Internet nos enteramos de que ya salió otro gringo a dar bala sin razón aparente y mató a 5, 12 o 26 personas, deberíamos horrorizarnos igualito, o más, cada vez que nos llega la noticia de un nuevo accidente de tránsito con muertes y mutilaciones incluidas. El último con varios muertos ocurrió el miércoles pasado, en la carretera entre Riobamba y Ambato: murieron nueve personas. Y ese mismísimo día otros 17, de 45 que iban en el bus, quedaron heridos en una vía de El Oro, según los reportes de El Comercio, el jueves 3 de enero. Los psicópatas motorizados comienzan bien su cosecha del 2013.

Sí, psicópatas. ¿O no los han visto volar a 135 km por hora en una vía por la que máximo se puede ir a 90 km/h, mientras rebasan por derecha e izquierda, yendo en zigzag, y mandan mensajes de texto por celular? Si eso no es estar mal de la cabeza, quiere decir que son unos perfectos malnacidos; son malas personas, a quienes las vidas de los otros les importan un salado rábano. Eso podría incluso no importar, allá cada uno con su escala de valores, lo grave es que a esas mismas lacras sociales un fracasado sistema de control de tránsito les otorga licencias Sportman o Profesional. Como dice un grafiti pintado en una pared de Quito: Se tramitan licencias para conducir… o matar.

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En serio, tenemos un problema y no es poca cosa. El portal Ecuador Inmediato publicó el 12 de diciembre pasado este titular: ‘Los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte en el Ecuador’. Según los datos de la Agencia Nacional de Tránsito, aunque el número de accidentes bajó del 2011 al 2012: de 22 265 a 21 289, el número de muertos no lo hizo. En 2011 murieron 1 853 personas en las vías, y en 2012 hubo 2 019 muertes.

Como lo hacen el alcohólico o el drogadicto que quieren salir del rollo que los está matando, tenemos que comenzar por reconocer que estamos enfermos. Estas cifras impersonales: 2 019 muertos entre enero y noviembre del 2012 en accidentes de tránsito en el país nos están gritando que padecemos una enfermedad social (igualita que la que padecen los gringos con su obsesión por las armas de fuego). La impericia, la embriaguez y el exceso de velocidad son las tres primeras causas de accidentes. Ergo: algo está funcionando mal dentro de los cerebros de quienes manejamos, porque es única y exclusivamente culpa nuestra. Es nuestra decisión ir a mil por hora creyendo que eso nos hace más bacanes; no respetar ni un poco las leyes de tránsito –que respeten los giles–;  y correr el mismo riesgo que el borracho de la canción de Rubén Blades que jura que a él el alcohol no le afecta los sentidos… y termina hecho pomada por “el truck” que no ve aparecerse en la oscuridad.

Lo dicho, señores, si no fuera por el tal San Cristóbal ni yo estaría echándoles esta cantaleta, ni ustedes leyéndola. Y como dice el gran Blades, piensen dos veces antes de hundir el pie en el acelerador. Buen día.

 

Ivonne Guzmán