Nuestro destino era Tupiza, y para llegar teníamos que estar 3 horas allí, sin baño, conductor algo ebrio, vías desastrosas… Si vuelvo por esa parte de Bolivia, seguro preferiré hacer el trayecto a pie.
Al llegar, nos sorprendió encontrar un pueblo lleno de pizzerias, lo cual sin duda fue un alivio inmediato. Allí, la gente vive del turismo, llevan grupos por toda la reserva. El tour comenzaba a las 8am, nos cargamos de dulces, galletas y 5 botellas de vino gigantes que nos costaron casi 3 dólares cada una.
Los paisajes en el camino fueron maravillosos al punto que olvidé por completo que durante 4 días, no tendría encuentro de ninguna clase con una ducha. Llegamos al refugio, y es tal cual lo pintan: camas de piedra, de una plaza (o menos), viejas cobijas muy pesadas y luz hasta las 8 de la noche. Mejor, porque debíamos dormir para levantarnos a las 5am.
Nuestro primer destino fue el Pueblo Fantasma, y con vergüenza debo admitir que el frió me gano, fui incapaz de moverme y no llegué a bajarme del jeep. Pero pasó sólo esa vez. Durante los 5 días consiguientes, conocimos lugares que no logro describir con palabras…
Y bueno, ahí están las fotos.
P.D.:No les recomiendo tomar vino de tres dolares a esa altura y con ese frío…
Alejandra Gaitán