ELLA es una muchacha rica que creció rodeada de lujos, se dedica a dirigir una de las empresas más importantes de la ciudad. Aún cuando su realidad social es alta, ella es aburrida, pesimista y tremendamente fea. Su nombre no es extenso, ni raro; no tiene nombre de sustantivo sufridor como «María Eutanasia» y sus apellidos son bastante cortos y sencillos. Ella no vive en una hermosa casa con bahía para vehículos y un gran hall con mesa central, con ramo de flores y lámpara de cristal tipo araña colgando desde techo, ella vive en un “depar” y se atiende sola. No tiene una sirvienta buena que la consienta y que sepa que su madre, en realidad no es su madre, porque ella es su madre; ni tampoco una sirvienta que la odie porque envidia todo lo que ella tiene y la ropa de marca que usa y lo exitosa que es profesionalmente.
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Sus padres son divorciados, pero llevan una relación bastante buena entre ellos. Cabe resaltar que ninguno de los dos tiene chofer, no están en la ruina, ni tampoco en la cárcel o enfermos de muerte; su vida es bastante normal y recta, no alcanza para tener algún secreto guardado, son unos ancianos que ya se jubilaron y se gastarán absolutamente toda su plata porque para eso trabajaron toda la vida.
Su padre nunca tuvo una amante, siempre asumió que su relaciones no estaban funcionando y optó por el camino del divorcio antes de empezar otra relación, sin embargo seguía creyendo firmemente en el matrimonio. Luego de 4 divorcios, sus propiedades y su dinero continuaban intactos, todas sus esposas estuvieron con el por amor, y a pesar de ser mucho más jóvenes que él, desde un principio aceptaron la división de bienes. Ellas solo querían sus besos, su cariño y el buen sexo que les ofrecía.
La mamá luego de 5 años de matrimonio aceptó que es lesbiana, y ahora vive feliz con su mejor amiga del colegio, quien le cae muy bien a su ex marido, y es completamente aceptada como una segunda madre por su hija.
EL es un chico promedio, que a pesar de sus largas horas de trabajo bajo el sol, no logra un tono de bronceado perfecto, es más, es blanquísimo, y no se ha realizado carillas de porcelana en sus dientes, por lo que no tiene una sonrisa encantadora. Lo llaman por su nombre completo, jamás nadie le puso un apodo de una sola sílaba como “Chuy”. No lava autos ni habla con jergas, superó su problema de alcoholismo con éxito, y desde ese entonces se ha mantenido estable en el trabajo, mejorando profesionalmente y cosechando éxitos. Sus padres confían totalmente en él, lo respetan, llevan una buena relación y no se meten en su vida sentimental. Vive solo en un departamento cerca de la iglesia del parque central a la cual acude ELLA y cuyo cura se aburre muchísimo, pues nunca se entera de algún buen chisme, asesinato o traición que mantener bajo secreto de confesión.
Las propiedades a las que ambos tendrían derecho como herencia, las donarán a la caridad y están dispuestos a forjarse su futuro ellos solos.
Sus vidas no se cruzarán debido a que el nunca se tropieza con nadie, especialmente si es una mujer rica y generosa, y en caso de que llegara a pasar, él no recoge papeles ni compras y por ninguna razón mira a una mujer desconocida a los ojos.
Rose Regalado
