La rutina empieza a las 4 a.m, con cánticos y olores florales en esta casa colonial transformada en templo. Después, un liviano desayuno de frutas y yogurt les dará parte de la energía que necesitan para salir a las calles durante el día a predicar su mensaje de paz y tolerancia. Son el grupo ISKCON (International Society for Krishna Consciousness: Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna), más conocidos como Hare Krishna, de la ciudad de Quito. Esta asociación mundial, fundada por el «acharya» (maestro) Srila Prabhupada en Nueva York (EE.UU), en 1966 se dedica a promover su visión de bienestar general, difundiendo el Bhakti Yoga, o «servicio amoroso a Dios», tal como lo explican el Bhagavad Gita y otras escrituras traducidas por Srila Prabhupada. Para ellos, Krishna es un nombre de Dios, como Jehová o Alah.
https://gkillcity.com/sites/default/files/images/imagenes/67_varias/pozo.jpg
Los devotos de ISKCON siguen intachablemente 4 principios regulativos:
• No comer carne, huevos ni pescado. (Desarrolla la misericordia)
• No participar en juegos de azar. (Desarrolla la veracidad)
• No realizar vida sexual ilícita. (Desarrolla la limpieza)
• No consumir ningún tipo de intoxicantes, incluyendo tabaco, café y té. (Desarrolla la austeridad)
Estos principios no son impuestos, sino que se siguen voluntariamente por los practicantes.
Su principal actividad es cantar los nombres de Dios con el «maha-mantra Hare Krishna» un número determinado de veces (los devotos iniciados cantan 16 x 108 = 1728 veces el maha-mantra cada día en cuentas de un rosario llamado japa, pero uno puede empezar incluso con una o diez veces diarias):
«Hare Krishna Hare Krishna
Krishna Krishna Hare Hare
Hare Rama Hare Rama
Rama Rama Hare Hare»
Estos cánticos quedan en mi mente al salir del templo, maravilloso lugar escondido en el centro histórico de Quito, el cual mantienen gracias a un restaurante vegetariano que opera en el primer piso, y la venta de inciensos y libros en las calles de la ciudad.»
Carlos Pozo Albán