El sector del Cerro Santa donde antiguamente se ubicaba la Cervecería Nacional fue foco de interés por parte del Municipio y la empresa privada para crear el nuevo centro turístico de la ciudad llamado «Puerto Santa Ana», a mediados de la década del 2000. Este proyecto, que en su primera etapa preveía hacer 7 edificios de apartamentos y locales comerciales, los museos de Barcelona y Emelec, así como el de Julio Jaramillo, quedó completamente en el olvido ya que el proceso de promoción y venta (realizado por subastas al mejor postor) fue un verdadero fracaso. Es decir, alrededor de 15 millones de dólares (de nuestro dinero ) fueron invertidos en un negocio de carácter privado, nunca terminado y sin ningún éxito.
La imagen que vemos en la foto de arriba es como debería estar el proyecto si es que todo hubiese salido según lo planificado por parte de la Fundación Malecón 2000, promotor y ejecutor de la idea. Lo cierto es que hasta el día de hoy no habita nadie ahí, ni existe comercio o movimiento alguno. En otras palabras, CERO turismo, CERO inversión, CERO empleo.
Otro megaproyecto que está en proceso de construcción es Ciudad del Río. Es el nuevo Complejo Empresarial de la empresa NOBIS. Este proyecto que se asemeja mucho a Ciudad del Sol (de la misma NOBIS) es el plan de rescate del fracasado Puerto Santa Ana. De esta forma se intenta recuperar la inversión anterior. Es la jerarquización de la propiedad (suelo) para lograr que la rentabilidad y la plusvalía de la zona recuperen estatus.
Lo curioso de este asunto es que en ninguno de estos dos proyectos de “desarrollo urbano” han sido incluidas las 200 familias que habitan en ese lado del Cerro. Debe ser muy indignante para sus habitantes ver tamañas edificaciones durante todo este tiempo y que nunca hayan sido tomados en cuenta. Que una calle adoquinada sea lo que separa dos realidades totalmente distintas habla del nivel de segregación al que estamos acostumbrados los guayaquileños.
El desarrollo, en tanto proceso conflictivo de construcción social, debe tener por objeto mejorar la calidad de vida de las personas. La idea de bienestar humano tiene que estar ligada con las de equidad y solidaridad.
“Al otro lado del cerro” es la voz de sus habitantes. La necesidad de mostrar y demostrar que ellos también tienen derechos y que deben participar en procesos de desarrollo urbano inclusivos, no en procesos discriminatorios y segmentados.
El miércoles 3 de octubre a las 15:00 pm, en la Defensoría del Pueblo, se realizará la audiencia que busca la legalización de los terrenos que corresponden a los habitantes del cerro.
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Juan Carlos Flores y Fabián Rodriguez