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@nomediganrosita

¿Quién no ha visto La Bella y la Bestia? Aquella película con una hermosa enseñanza y mensaje sobre el amor incondicional, en donde su protagonista deja a un lado el aspecto físico de un hombre, para aprender a apreciar su esencia, sus virtudes y aceptarlo con todos sus defectos. Es un mensaje muy humano y tierno. Pero claro, si la fea fuera ella, sería otra historia…

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Collage por: Rose Regalado

Para empezar, Vincent por más feo que sea, jamás se hubiera fijado en Catherine si ella no tuviera esas curvas y esa carita angelical, por que feo que se respeta, es sobrado. La reciprocidad de La Bestia no se dio porque fue capaz de ver la maravillosa persona que era ella, sino porque ella se dio el tiempo de aguantar sus malgenios y su fealdad e insistió incansablemente en estar a su lado. Así, medio resabiado es nuestro género, a veces nos gustan más las negativas que la estética o la personalidad, por lo que creo que el verdadero mensaje del cuento es:

El hombre es como el oso (en este caso léase monstruo), mientras más feo más hermoso.

Bueno mujeres, seamos realistas. Aunque a Catherine le haya gustado la bonita letra y lo buena gente de Vincent, la verdad es que ella debe haber sabido que el final feliz era que se iba a quedar con el castillo lleno de sirvientes, y que él se iba a convertir en un papacito rico con pectorales de acero, sino no se hubiera arriesgado a besar a un seudo lobo en traje de etiqueta y arandeles más malgenio que Scrooge en sus buenas épocas.

Es definitivo, cuando se trata de amor, cada uno es dueño de su destino, a la pareja la elegimos, sacrificamos atributos físicos por inteligencia y respeto, siendo este el final feliz de la historia. ¿Pero qué sucede cuando el cuento de la Bella y la Bestia (en un nivel meramente estético) se transforma en una constante en la televisión? ¿Qué pasa cuando todo lo que vemos son unas mujeres jóvenes y espectaculares acompañadas por hombres que son feos no por hechizo, sino por mayoría de votos?

Atención, no tengo nada en contra de los feos, ni tampoco me considero guapa, pero es tan notoria la desigualdad en la televisión, que llega a molestar. Primero porque las mujeres también tenemos ojos y sentidos que deleitar, y segundo porque el mensaje transmitido es que los hombres sí valen por su cerebro, experiencia y opiniones, mientras que las mujeres por su juventud y cuerpos estilizados.

Entiendo que los medios televisivos tienen una condicionante estética, hay caras que se llevan mejor con las cámaras que otras, y hay criterios de personas específicas que valen justamente por el análisis y la opinión que generan. Hay mujeres muy guapas y extremadamente inteligentes que llevan su profesión de comunicación con excelencia y hombres feos …que también lo hacen.

La oportunidad de trabajo en televisión parece por el momento estar más abierta al género masculino aceptándolos como son y al género femenino con algo de inversión en sus cuerpos. Es preocupante que la balanza obligue a las mujeres a ser guapas primero, para después apreciar sus cualidades profesionales, mientras que a los hombres se los juzgue al revés, al igual que en el cuento.

Este no es un artículo feminista, es simplemente un reclamo de una mujer que también se derretiría al ver a un hombre guapo e inteligente argumentando sus opiniones en un noticiero, o que en este tiempo en que ver noticias se ha convertido en una tortura, le encantaría echar un taquito de ojo y no un duchazo de agua fría al encender la TV.

Rose Regalado