¿Hay argumentos seculares en contra del aborto? Yo trataré de esgrimir uno aquí. El argumento va en contra del derecho al aborto: la idea de que el aborto se justifica porque es una decisión de la mujer sobre su propio cuerpo. Al final hablaré sobre si el aborto puede justificarse como acto, aunque no como un derecho. Espero que el argumento que aquí esgrimo sea original. Cuento entre sus virtudes que no es puramente racional, se fundamenta en valorar cierta práctica y deja el campo abierto a la retórica.
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Foto de madameperipetie.com
Este es el giro ordinario de las cosas: dos personas se conocen, se enamoran, deciden vivir juntos. Eventualmente tienen hijos, eso les alegra y también les asusta un poco. Después de una laboriosa espera, el niño nace y desde entonces es reconocido como persona por el Derecho. Pero esa nueva persona no es un ser extraño para los padres, no es un alienígena recién llegado. Es aquel al que se han referido por largo tiempo durante el embarazo. Aunque jurídicamente no lo era, en el lenguaje de la familia, el feto ha sido persona desde que los padres conocieron de su existencia. Se refirieron a el así, le atribuyeron estados de ánimo, le atribuyeron una personalidad, a lo mejor le pusieron un nombre. Ver al feto como una persona es la realidad compartida de la pareja y de la mayor parte de la sociedad en la que la pareja está anidada. Sí durante el primer o segundo trimestre una persona matara al feto de esta pareja, no cabría decirles “entiendo que han violado su privacidad (entendida como esfera de autodeterminación), pero más allá de eso no cabe que tengan una sensación de pérdida, tengan otro hijo y listo!” Otro hijo no sería aquel hijo.
El aborto como derecho de la mujer niega esta historia. Por algunos meses, la pareja del cuento de arriba vive una fantasía a la que la mujer siempre puede unilateralmente poner fin, sin tener que dar explicaciones a nadie, está en su derecho. Aquí no quiero decir que las mujeres son seres malvados que en la práctica abortan por capricho (me da pena la gente que discute el tema suponiendo esto). Lo que quiero decir es que el Derecho tiene una función expresiva y considerar al aborto como un derecho de la mujer es negar la realidad emocional de la pareja que sí quiere tener hijos. No es posible que el feto sea persona solo para los padres que lo quieren y que no lo sea para los que no lo quieren. O es persona para ambos, o no lo es para ninguno. No digo que en lo cotidiano no sea posible para la gente escindirse y realmente ver al feto querido como una persona y al feto no querido como un objeto, pero no es posible escindirse y conservar la integridad.
Para mí, el giro ordinario de las cosas es muy valioso, de hecho, es la fuente de la mayoría de los valores que tenemos como personas y como sociedad. Creo que hay que defenderlo, y tomando una postura de integridad sostengo que no cabe un derecho al aborto. Eso dicho, tenemos que reconocer que prohibir el aborto y dejar todo como está es una forma de violencia. No podemos decir que prohibimos el aborto porque valoramos aquel giro ordinario de las cosas y luego causar o permitir el sufrimiento de a las mujeres por cualquier otro medio, por ejemplo, no garantizándoles un mínimo económico, o cultivando una cultura de machismo. La coherencia es una espada de doble filo.
Otra cosa aparte, es que el aborto como acto pueda llegar a ser justificable. El asunto se vuelve diferente si se lo ve, no como regla sino como penosa excepción, no como derecho sino como tragedia. Se me hace difícil exigir que las mujeres que abortan sean castigadas penalmente (no toda prohibición involucra criminalización) y puedo aceptar que hay casos en que realizar un aborto sea la única forma de evitar un mal mayor. Esta es una discusión aparte, que como se refiere a casos concretos, debe ser discutida también a nivel de casos concretos.
Gustavo Arosemena