Todo comenzó con este video.
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Este video de la masacre aérea en Irak, supuestamente llegó a Wikileaks gracias a Bradley Manning, un soldado de 1,57 metros de estatura y 105 libras de peso, con una biografía no muy distante de la del propio Julian Assange. Fue Manning quien le entregó a Wikileaks 250,000 cables diplomáticos y 500,000 informes del ejército, los cuales son hoy conocidos como los “Diarios de guerra”, de Afganistán y de Irak.
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Luego de que Adrian Lamo lo denunciara por supuestamente confesarle en un chat de internet que fue él quien había entregado la información y los videos a Wikileaks, Manning fue arrestado en Irak y permaneció preso en aislamiento solitario desde Julio del 2010 en Marine Corps Brig Quantico, hasta Abril del 2011, cuando 295 académicos firmaron una carta alegando que las condiciones de su arresto violaban la constitución de Estados Unidos. El Pentágono lo transifirió entonces a Fort Leavensworth, donde entró en contacto con otros detenidos. Su juicio se espera comience en septiembre de este año.
Hay básicamente dos campos de opinion en referencia al susodicho, unos lo ven como un traidor a su patria, y hay quienes lo consideran el hermano espiritual del héroe de la plaza de Tian men, que son los mismos que opinan que sus entregas a Wikileaks, sobre todo los “Diarios de Guerra”, fueron los catalizadores de la primavera árabe y del nacimiento del movimiento Ocupa en Madrid.
Hoy, Julian Assange está atrapado temporalmente en la Embajada de Ecuador en Londres, le ha sido concedido el asilo político, y los medios nacionales se refieren al “delito común” del que se lo acusa en Suecia como “violación”, tomando en cuenta la única acepción que se le da en nuestra tierra: la de inducir al coito al oponente de manera salvaje y violenta.
Eso no es lo que significa en Suecia, ni de cerca.
Y hurgando más profundo podemos claramente ver de quiénes es que estamos hablando.
La verdad es que yo no entiendo cómo puede uno tener relaciones sexuales consensuadas sin condón y que la responsabilidad de esto recaiga no en ambos, si no en uno de los dos singadores. Pero los Suecos son gente recursiva y tienen una respuesta para todo.
El otro ángulo del que hace eco la prensa nacional consiste en insistir que se trata de un «delito común», que no amerita el asilo político. Así opina Antonio Parra, por solo dar un ejemplo.
Creer que a un perseguido político se lo acusa directamente de sus indiscreciones u ofensas contra el poder sería de un ingenuidad tan grande, que semejante «opinión» no merece comentario alguno.
La ceguera de nuestros medios en referencia al tema Assange les impide ver el enorme bien que su presencia le haría a su gremio. Su miopía es absolutamente increíble.
Manning y Assange, con sus actos, nos dan una dimensión de los abusos del poder nunca antes vistos.
Ecuador está en la capacidad de otorgarle la libertad a Assange, más allá de darle asilo político.
Estamos en el deber de traerlo al Ecuador, a través de cualquier medio que sea necesario.
Y, su presencia física en Ecuador, pondría sobre la mesa con aún más contundencia, el tema de fondo: la libertad de Bradley Manning, a quien en vez de tenerlo preso, deberían darle un corazón púrpura.
Andrés Crespo Arosemena