botas_b8.jpg
botas_a1.jpg
botas_a2.jpg
botas_a3.jpg
botas_a4.jpg
botas_a5.jpg
botas_a6.jpg
botas_a7.jpg
botas_a8.jpg
botas_a9.jpg
botas_b1.jpg
botas_b2.jpg
botas_b3.jpg
botas_b4.jpg
botas_b5.jpg
botas_b6.jpg
botas_b7jpg.jpg
botas_b8.jpg
botas_b9.jpg
botas_c1.jpg
botas_c2.jpg
botas_c3.jpg
botas_c4.jpg
botas_c5.jpg
botas_c6.jpg

Alexandra Vaca

https://gkillcity.com/sites/default/files/images/imagenes/57_vaca/botas%20b8.jpg

Don Bota es el diseñador del vestuario y botas de las estrellas de la tecnocumbia y de las strippers de varios night clubs del Ecuador. Desde hace 15 años tiene su negocio, empezó en la 24 de mayo haciendo botas para las trabajadoras sexuales de esa zona, donde los dueños de esos establecimientos le pusieron su singular apodo. Ahora, desde Quitumbe, me cuenta de sueños de fama; su historia tiene algo que atrae y es hoy en día uno de los diseñadores de vestuario de varias estrellas de la música popular ecuatoriana, como Ángel Guaraca, Jaime Enrique Aymara, entre una infinidad de otros artistas. Sueña con hacer una película de su vida y sacar adelante a su grupo de tecnocumbia (del cual es parte su hija mayor) pero no tiene quien invierta en esos proyectos. Quiere heredarle sus conocimientos como zapatero a su hija menor, que mientras le hago fotos, juega entre los moldes de zapatos y me mira de reojo. Es tímida pero sabe todo del negocio; me modela las botas que él mismo le hizo y señala en un libro de fotocopias los trajes que su papá les confecciona a las bailarinas exóticas que, de cuando en cuando, le hacen pequeños encargos.

Don Bota es padre soltero, y la historia con su ex mujer ha marcado su vida y su negocio desde un principio. Lucha por mantener a su hija y recuerda los duros momentos que ha pasado por eso. Aunque su taller es pequeño, funciona también como tienda, donde expone sus prendas y tiene enmarcados, debajo de maniquíes que visten un traje de monja sexy, una máscara de luchador y unas botas que probablemente lleguen hasta las rodillas, los reportajes que le han hecho a través de los años, así como un sinnúmero de pósters firmados por artistas agradecidos.

Sus clientes son por lo general personajes muy particulares, desde famosos cantantes hasta prostitutas, todos satisfechos con el talento e imaginación de Don Bota, con el que «hasta los gatos quieren zapatos».

 

 

Alexandra Vaca