Los colaboradores de GkillCity se reunieron, se enfiestaron y celebraron un año de de este experimento.
Un año después, nada de lo que se ha hecho hubiese sido posible sin el concurso indispensable de nuestros colaboradores. Por eso la pasamos tan bien en la fiesta, donde no se celebraba tanto a GkillCIty, como al sentido de pertenencia que hay en ella.
Como dijo José María León Cabrera, en un arranque de euforia tarimera: lo mejor está por venir y es lo que nuestros colaboradores van a escribir. Ellos son, la sal del mundo. Son gkillcitinos para siempre.
¡Salud!