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“Si uno oye hablar a los grandes señores, parecería que solo hacen las guerras por temor de Dios y por todo lo que es bueno y hermoso. Pero si uno se fija bien, resulta que no son tan necios, y que hacen la guerra por el beneficio propio. Y la gente pequeña como yo, tampoco se movería, si no fuese por eso.” (Madre Coraje y sus hijos, Bertolt Brecht)

Madre Coraje y sus hijos es una obra teatral que nos cuenta las desgracias que le ocurren a Anna Fierling(Madre Coraje), durante su deambular por distintas ciudades y países en el transcurso de la Guerra de los Treinta Años, donde poco a poco y debido su afán de lucro, primordialmente, va perdiendo uno a uno a sus tres hijos: Eilif, el audaz; Requesón, el probo; Catalina, la muda. Si evalúasemos a Madre Coraje desde el ámbito moral, de seguro no aspiraría al título de “Madre Símbolo” en el día de las madres. Sin embargo, la experiencia de la lectura y análisis en el aula de esta maravillosa obra de Bertolt Brecht y las reflexiones que ha despertado en más de uno de #misalumnos, me tiene escribiendo sobre ella en el día de las madres.

El primer acercamiento de #misalumnos con Brecht no fue muy sencillo. Enfrentarse solos a un texto que no busca la emoción ni la catarsis, sino un completo distanciamiento del lector/espectador produjo un poco de asombro y en la mayoría, incluso, rechazo. Luego entramos a una etapa de investigación y conversación sobre los diferentes aspectos que podíamos abarcar con referencia al contexto de la obra y las técnicas de Brecht que lo que buscaban era no crear empatía con el espectador para que el proceso que exista entre éste y la obra sea netamente intelectual, no emocional y así pudiera emitir una crítica ante lo que se presentaba ante él.

Todo este conocimiento aplicado a la obra que ya teníamos entre manos, nos envolvió en largas discusiones y análisis prolongados; a veces lo aceptaban y celebraban y otras me preguntaban (con preocupación) “¿y usted de verdad se iría a ver una obra de Brecht?”

¿Hay una simbología detrás? ¿Por qué es importante la ideología política de este autor? ¿Si Brecht lo escribió durante la Segunda Guerra Mundial, por qué escoge un escenario tan lejano? ¿Dónde vemos reflejada la defensa del marxismo en esta obra? ¿Qué representa, al fin y al cabo, Madre Coraje?

Fueron muchas las preguntas que nos planteamos durante más de un mes. De a poco, los que en algún momento no comprendían la estructura formal, o los que no tenían idea del pensamiento político de Brecht, sintieron que iban prendiéndose luces con las investigaciones. Ubicaron (ellos solos) a Madre Coraje como la representación del mercantilismo y llegaron luego a conectar a este personaje con sistemas políticos y econòmicos de países en la actualidad. No es una tarea fácil que comprendan que deben salir de la anécdota de la historia y entender la literatura a un nivel más simbólico, sin embargo, lo hicieron y a través de los hijos de Madre Coraje se fueron tejiendo varias hipótesis, en las que se colocaba por ejemplo, a Eilif, el hijo audaz de Madre Coraje, como una suerte de encarnación de los valores de la guerra y de la aceptación de los seres humanos al sistema que viven sin cuestionarse. Por otro lado Catalina, la hija muda de Madre Coraje y el único personaje verdaderamente sensible ante la violencia y destrucción de la guerra, fue designado como un símbolo del pueblo oprimido que siente y no puede expresarse.

#misalumnos se dieron cuenta que el planteamiento de Brecht nos pinta un escenario en el que solo hay pérdidas para todos y es ahí donde pudieron relacionar al marxismo y su defensa, al denunciar este sistema devorador, representado por Madre Coraje, en el que ni el acoplamiento ni las buenas virtudes triunfan, como lo canta el cocinero mientras mendiga comida.

Madre Coraje, para #misalumnos, ha sido una estricta y alejada madre, que los ha tomado de la mano y les ha mostrado con dureza que hay otras realidades fuera de su entorno, que pueden verse reflejadas a través de la guerra, la violencia y la opresión y que no todo va a presentarse de una forma tradicional, que hay que buscar más abajo de lo evidente. Madre Coraje ha cumplido con sacarlos de su zona de confort y los ha puesto al filo de la silla, para que sepan y para que entiendan que la sociedad y un sistema complejo de relaciones económicas y de poder, que suele ser inhumano, los está esperando y que ellos deben hacerse cargo.

“El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.” Bertolt Brecht