Este tema de las Huecas Pepa me encanta por la comida, por supuesto, pero es especialmente grato cuando puedo visitar restoranes que, a fuerza de tantos años de ir y volver, se han ganado un espacio en mi corazón -a más de mi panza.
Hastiado de la avalancha de pavo y chancho en las recientes fiestas -que en el caso de mi familia suele extenderse hasta bien entrado enero- decidí dejar de lado cualquier intención de visitar los variados y populares puestos de sánduches que pueblan la ciudad y, para cortar por lo sano y entrarle al colesterol bueno, le puse el ojo a los mariscos. Tras el chasco que me llevé en Elbita decidí apostar a seguro, y para eso, nada mejor que mi querida Marisquería Salinas.
La Marisquería Salinas es una hueca que conocí allá por el 2001 cuando paseaba por la vida cual eterno vacacionista. Caí con el filete de pescado con moro y al poco tiempo agregué a la lista varios clásicos, desde los cebiches hasta los espectaculares tallarín con camarón y tallarín con mariscos. En el 2002, ya con algunos meses de viada, aprovechaba siempre las constantes idas por trabajo al Instituto Nacional de Pesca que queda en Letamendi y La Ría para darme un salto hasta la esquina de Argentina y Noguchi, y almorzar opíparamente en la Marisquería Salinas.
La Marisquería Salinas funciona en un local amplio, bastante cómodo y muy fresco, con suficiente parqueo en las calles aledañas. Por boca de su dueño, el señor Rafael Chiriboga Izquieta, me enteré que, como suele suceder con estos sitios, el negocio empezó en un local mucho más reducido que se ubicaba en Abel Castillo y García Goyena. Allí estuvo desde 1988 hasta el año 2000 en que se mudó a su dirección actual gracias al crecimiento de la clientela.
Al preguntarle sobre el nombre del restorán, don Rafael se va de largo con la historia de su natal La Libertad, a la que, recuerda jocosamente, se conocía como “La Hueca” cuando era una parroquia de Salinas. Y de allí viene el nombre, cuenta, pues cuando él abrió el negocio La Libertad y Salinas eran parte del mismo cantón, y sólo recientemente –“de unos dieciséis a diecisiete años acá”, dice- La Libertad es cantón independiente.
Cuando se trata de comida, normalmente la gente no se equivoca. Los platos que más pide la clientela de la Marisquería Salinas son los mismos que ya mencioné como mis favoritos, el filete de pescado con moro y los tallarines con camarón y marinero. Para esta visita mi idea original era almorzar con mi pana @gianniyb y así poder compartir y comentar dos platos distintos. Lamentablemente a @gianniyb el carro le falló en medio camino y debió dedicar su hora de almuerzo a los mecánicos, así que debí contentarme con (re)probar un sólo plato.
El elegido fue el famosísimo filete de pescado con moro, que viene servido con una abundante ensalada de tomate, pimiento y cebolla ligeramente curtida. El filete, apanado a la perfección, es exactamente como me gusta: tierno pero con la consistencia suficiente para no ser de esos que se deshacen. El secreto es que, sin excepción, el pescado que se usa para este plato es picudo u otra clase de pez espada, que tiene una carne mucho más tensa –yo los suelo usar en rodajas, para parrilladas.
El moro es caso aparte. No se trata de un moro al estilo tradicional, jugoso, húmedo y con bastante queso; por el contrario, el moro de la Marisquería Salinas es un arroz amarillo cocido regularmente, con lentejas y pedazos de queso. Es, si se quiere, más un arroz con lentejas que un moro en su forma más lograda. A pesar de ello, es seguramente el acompañante más apropiado para este filete, y sea como fuere, el resultado es sabrosísimo.
En la Marisquería Salinas jamás probé un plato malo, pero debo reconocer que los cebiches no son de mis favoritos en la ciudad. A más de los ya mencionados filete con moro y tallarines -que no pueden dejar de probar-, de lunes a jueves hacen un riquísimo chupe de pescado, especial para recargar pilas. Asimismo, como sucede en varias marisquerías, según el día de la semana uno puede olvidarse de los mariscos y comerse un seco de gallina, chivo o chancho, muy buenos también. Vayan el día que quieran, pero como dice el eslogan del restorán, simplemente “¡Levántate y anda!”. Palabra de huequero crónico.
Ficha Técnica
Nombre: Marisquería Salinas.
Ubicación: Argentina y Noguchi, esquina.
Horario: 8:00 am a 4:00 pm.
Precios: $ 4,50 filete de pescado con moro; $ 6,00 tallarín de camarón; $6,80 tallarín de mariscos; $ 3,00 Chupe de Pescado, $ 3,80 secos.
Rafael Balda