Vivo en el barrio de Pakis (que se pronuncia pakí). Donde están las putas, los distribuidores de droga, ladrones, delincuentes y banqueros. Día y noche se compran drogas, se acuestan las putas y se hacen depósitos millonarios. Se roba el dinero de otros países.

No el mío, o al menos eso espero, aunque estoy seguro que se las ingenian para robármelo también. Todos roban. Te roban los ladrones, te roban los delincuentes, te roban los narcotraficantes, te roban los hoteles 5 estrellas y sus restaurantes, te roban los gobiernos, te roban los bancos, que son los mejores para robar. Con cuello blanco y corbata, sin ensuciarse las manos. Son los verdaderos especialistas del robo. El gobierno te roba, pero realmente son unos cuantos delincuentes. El robo de los bancos es sistémico. Le roban hasta a los gobiernos. Robaron en Ecuador, en Argentina, en Estados Unidos, en Europa. Dicen que Grecia está a punto de quebrar por todo lo que robaron los banqueros de su país y de otros países. Nunca he visto que un Estado quiebre. Pero todo puede suceder. ¿Será que los Banqueros tienen la bendición de dios? Después de todo, ladrón que roba a ladrón…

Sea como sea, decidí aceptar la invitación que me hicieron Cristi y Leo para Zúrich, la ciudad suiza banquera por excelencia. Les robaron a los judíos, a los católicos, a los musulmanes. Ya mucho robo diplomático en Ginebra, mejor abrir nuevos caminos, otros ladrones, a ver si me encontraba la nueva versión de Ali-Babá. Nuevamente en el tren y nuevamente con la cerveza. Por más que te acostumbres, no te deja de impresionar que cada vez que subes al tren en la parte francesa de Suiza, todos hablan francés, las indicaciones del tren están en francés, la gente se parece un poquito más a los latinos. Conforme avanza el tren hacia la parte alamana, todo va cambiando. De repente, ya nadie habla francés, todo es en alemán, las indicaciones en alemán, los nombres en alemán, el aspecto de la gente en general más rubia, más alta, contextura más grande, más anchos, etc. Suiza es dos o tres países en uno. Se hablan 4 idiomas en 4 regiones distintas. En algunas se hablan dos, pero todos conviven en paz. Como escribió Borges en algún relato “un día, un grupo de hombres tomaron la extraña decisión de ser razonables”. Borges, que reposa el sueño eterno aquí, en Ginebra, al lado de Calvino, quizás tenga razón. Esa frase podría ser aplicada tranquilamente a los suizos.  Tienen un consejo presidencial conformado por 7 personas, y cada uno de ellos es presidente por un año, todas las decisiones son tomadas por consenso, las propagandas políticas son carteles colocados en ciertos parques, algunas propagandas de televisión y ya está. Viven la fiesta en una aburrida paz.

Me fui a Zúrich, porque Cristi, que había venido el fin de semana anterior a visitarme a Ginebra, me invitó a pasar unos días en Zúrich y sus alrededores. Ella está casada con Leo. Se conocieron en Ecuador no sé exactamente cómo y tampoco sé exactamente lo que pasó, pero cuando me di cuenta Leo y Cristi estaban habitando mi casa en Guayaquil. De eso me percaté un día, porque llegué, entré al cuarto que ocupaban y vi instalados además de los dos, un Televisor, un DVD, muchas películas, cigarrillos, libros y ropa alrededor. Se habrán quedado dos o tres semanas. Luego se fueron. Ahora viven en suiza ya unos 4 años. Se han comprado su casa y su carro. Prosperan económicamente.

Me bajé del tren. Habían preparado un arroz con frijoles. Frijoles de lata. Pero ya había comido en el tren, así que fuimos directo con las cervezas. Nos tomamos dos o tres antes de salir. Fuimos a una disco de música electrónica. Esto no fue una coincidencia. Fue una elección después de haber revisado en internet todas las actividades lúdicas que sucedían en bares y discos de Zúrich. Te dan el detalle del DJ que toca en cada disco, su historial, su background, un link con su música, etc. Puedes ver todo lo que sucede en la ciudad y según eso hacer tu elección. Elegimos el Techno.

Al día siguiente almorzamos el calentado del arroz con menestra y nos fuimos al centro de Zúrich, a la manifestación contra el 1% que se queda con todo el dinero, es decir, de todos los que de que te roban, son los que más te roban. El famoso occupy Wall Street que se ha esparcido por el mundo. Me enteré de que también ocuparon Guayaquil, aunque no mucha gente la ocupó.

Fuimos al supermercado, compramos pan, quesos, cervezas y vinos. Suficiente para una tarde en la plaza. Nos sentamos juntos a unos músicos y compartimos con ellos nuestros bienes.  Ellos a su vez compartieron su música y sus bienes también. Intercambio popular y solidario. Hacía algo de frío. Quizás unos 8 o 10 grados o menos o más, a quién le importa. Era soportable y además nos la estábamos pasando bien.  Se armó una discusión (todo esto en alemán), entre si deberían dormir en la plaza, frente a dos de los más grandes bancos (Swiss Bank y UBS, United Banks of Switzerland) o si dormir a unas dos cuadras. Con la primera opción, sabían que la policía los desalojaría el lunes, sin embargo era más mediática. La segunda opción no era mediática, pero haría que resistan por más tiempo protestando. Después de una hora y más de democrática discusión, se llegó a la resolución de que era mejor combinar las dos opciones. Los que querían dormir en la plaza (con el riesgo de ser arrestados, pero más mediático), dormirían en la plaza. El otro grupo era más bien un grupo de resistencia.

De repente llegó un grupo de personas vestidas de militares dorados que se autodenominaban los guardianes del oro Suizo. Interrumpieron el tráfico un rato, hasta que llegó la policía y les pidió de manera muy amable que por favor no interrumpan el tráfico y que vayan a protestar a la plaza. Así lo hicieron, marchando como militares y dejando muy en claro que defendían los intereses del oro resguardado.

En la noche, decidimos irnos a una fiesta local en Saint Gallen. Saint Gallen es una ciudad pituca de Suiza. Celebraban una fiesta campesina, OLMA, en donde las vacas descienden de las montañas porque empieza el invierno. No vi ninguna vaca, ni ningún campesino. Lo que vi fue mucha gente borracha por todos lados. Gente que iba y venía. La mayoría estudiantes, adolescentes, pero había de todo. Un viejito borracho tirado a la entrada de este parque en donde se celebraba la fiesta popular daba la bienvenida. Imagino que es una fiesta como la Mama Negra en Ecuador o como el Carnaval de Guaranda. Se trata de emborracharse, como siempre. Parece que el alcohol es la droga más aceptada y consumida en el mundo. No lo veo mal. Pero deberían legalizar otras drogas menos violentas y nocivas. No sé por qué no lo hacen. En Holanda sí. Ahí es prohibido fumar cigarrillos pero no marihuana ni hachís en los cafés. Si entras a un coffee shop (nunca he visto a nadie pedir café, no sé por qué se llaman coffee shops) y prendes un cigarrillo, te sacan a patadas. La ley te lo prohíbe. “Hey you. It’s forbidden to smoke cigarettes inside. Only joints are permitted. Please, fuck off”.

Borrachos iban, borrachos venían. Nos movimos por todos lados como ellos. Como es la parte alemana de Suiza, se toma cerveza más fuerte y se come salchichas con mostaza. En la parte francesa es el vino, el croissant y los quesos. Así es, tres o cuatro países en uno. Dicen que Gadafi había dicho alguna vez, que cada parte de suiza se vaya con los suyos. La parte francesa que se haga de Francia. La parte alemana que se vaya a Alemania. La italiana a Italia y la romana que decida qué mismo quiere ser. Los suizos se enojaron con Gadafi. Ahora que se murió, asumo que están alegres. Por lo menos así lo sostiene la prensa. Pero eso es a nivel mundial y no sé por qué se molestan los otros países, a menos que haya hablado mal de cada uno de ellos. Berlusconi si lo ha hecho, pero parece que a él todo el mundo lo quiere. No solo ha dicho que la raza árabe es inferior, ni que le pareció simpático el joven bronceado que es ahora presidente de Estados Unidos, sino que inclusive andaba a caballo con Gadafi en sus ranchos privados y tiene hasta el día de hoy sus fiestitas Bunga Bunga, en donde aclara que las asistentes son por lo general europeas del este, pero mayores de edad. Gadafi, por el contrario, lo que hizo fue darle los contratos millonarios de construcción a Brasil, China y Rusia y se los quitó a Europa y Estados Unidos. Parece que eso molesta al 1%. Así que se deshicieron de él. Así funciona el sistema. Estás con el 1%, bienvenido a la fiesta. Quieres hacer tu propia fiesta. Te sacan del juego.  Out of the game. That was it. Chao pescao.

Al día siguiente fuimos a hacer pic-nic a la montaña. Mientras todo estaba nublado en Zúrich, subimos a una de las montañas de por ahí. Precioso. Todos los árboles con los colores otoñales. Iban desde un verde muy oscuro, pasando por marrón, café, y algunos árboles ya carecían de hojas. Los picos adornados con nieve y debajo el lago. Era la típica foto hecha cuadro que uno tiene para armar el rompecabezas. Hicimos caminatas por la montana, hasta llegar a una mini cascada. Hacía mucho frío, pero fue muy bueno reencontrarse con la naturaleza.

Regresé a Ginebra. Lunes otra vez.