[dropcap]D[/dropcap]esde día lunes 26 de septiembre El Consejo de Seguridad de la ONU comenzó las consultas tras que se presentara la demanda de adhesión del Estado palestino a Naciones Unidas y podría demorar más de cuatro semanas. China, Rusia, Brasil, India, Líbano y Sudáfrica son seis de los nueve países permanentes o no del Consejo de Seguridad que necesita Palestina para obtener una ‘recomendación’ positiva para que oponga el veto anunciado de Estados Unidos.
Palestina busca ser reconocido con sus fronteras de 1967 e Israel manifiesta que el reconocimiento ‘agravaría’ el conflicto. Hamás teme que la creación del nuevo Estado ponga en peligro los palestinos que se encuentran en territorios aledaños.
Cuando escuchamos el ataque mediático a partir del 11 de septiembre al terrorismo islámico, pensamos que todos los musulmanes son terroristas. Primero: el terrorismo no es una ideología sino un arma para sembrar terror, que la usan extremistas islámicos y varias organizaciones sionistas entre 1944 y 1947 para expulsar a Gran Bretaña de Palestina, por ejemplo. Segundo: hay que estar muy desesperados para ‘inmolarse’ (yahidistas) por la liberación de su pueblo y vengando sus muertos porque no hay otra salida para apaciguar su dolor, que es crear dolor en tu enemigo y entrando en el nivel más alto de su paraíso (Janah) como mártir. Pedro Brieger, periodista y sociólogo, titular de la cátedra de Sociología de Medio Oriente en la Universidad de Buenos Aires, sostiene que los atentados de los movimientos islámicos se dan porque el proceso de paz no avanza y porque Israel lleva 44 años de ocupación israelí desde 1967 y la situación cada vez se vuelve más intolerable. Tercero: pocos musulmanes son terroristas y no todos los judíos apoyan las acciones militares del gobierno israelí que deja 3,4 veces más muertos palestinos que las acciones terroristas islámicas.
«Israel controla la vida de unos 3,8 millones de palestinos en Gaza y en la Orilla Oeste, mientras coloniza tierras en las que los palestinos han vivido durante mucho tiempo.»
John J. Mearsheimer y Stephen M. Walt, analistas estadounidenses sobre el lobby israelí en Estados Unidos.
Datos estadísticos
Según el Centro Israelí de Información de los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados en la primera Intifada entre 1987 y 2000 murieron 1551 palestinos y 422 isralíes. En la segunda Intifada murieron 3.848 palestinos y 1.007 israelíes. Una proporción de casi 4 a 1. Desde octubre de 2001 y enero de 2005 se han destruido 668 casas palestinas como ‘castigo’. Desde 1987 y 2005 Israel destruyó 2.276 casas por estar construidas sin permiso en Jerusalem y otros lugares. La pobreza en Territorios Ocupados pasó del 20% en 1967 al 47% en 2004, en Franja de Gaza pasó del 32% en 1967 al 64% en 2004, en Cisjordania pasó del 13% en 1967 al 37% en 2004 y el 10% se encuentran desconectados de la red de agua potable.
Vamos a hacer un poco de justicia con el pueblo judío que lastimosamente en gran parte de su historia ha sido esclavizado y sometido por imperios poderosos: Babilonia, Roma, Alemania, etc. y las tierras palestinas fueron ocupadas desde sirios, romanos, cristianos hasta árabes musulmanes, turcos otomanos, mamelucos egipcios, británicos, etc.
Historia judía en Palestina
La historia hebrea (Génesis) cuenta que su pueblo nace con Abraham, Isaac y su nieto Jacob; sus doce Tribus se iniciaron en Palestina pero, por una sequía, viajaron a Egipto (Primera Diáspora) y fueron esclavizadas por un faraón. Es confirmado por arqueólogos que estas tribus eran seminómadas y pudieron llegar a Palestina entre los siglos XX y XIV a.C. Luego el profeta Moisés guía a su pueblo de regreso a La Tierra Prometida, Canaán, y conquistaron a los cananeos (cerca del siglo XIII a.C.) y las repartió a las doce tribus: dos de ellas al sur (Judá) y las diez restantes al norte (Israel).
Desde aquellos momentos, con la idea de un mensaje de Yaveh, se forma la primera religión monoteísta: el judaísmo. Batallas entre Judá e Israel y contra Transjordania debilitaron a los pueblos y Salmanasar V, rey asirio, en el año 721 a.C., destruyó Israel y fusionó con otras religiones Samaria. Babilonia dominaba el pueblo asirio y en 597 a.C. somete a Judá, luego se conocen como ‘ las diez tribus perdidas’ y Judá fue sometida por los babilónicos.
En 538 a.C. los persas conquistan Palestina, luego en 332 a.C. los griegos y macedonios, después los egipcios y sirios, por último Roma en el año 63 a.C. que es desde donde se conoce generalmente la historia de los judíos. Es importante recalcar que la mayoría de pueblos en el mundo nacen de batallas eternas para abarcar territorios e imponer su cultura donde entra la religión. Se crean las provincias de Decápolis, Siria y Palestina. En el año 70 d.C., luego de que Tito destruyera Jerusalem y el templo de Salomón, se produce la Segunda Diáspora cuando los judíos huyen de Palestina en el 135 d.C. hacia otros pueblos y son discriminados.
En el 330 Palestina es dominada por los bizantinos hasta el 637-638 donde comienza la era árabe-islámica con Omar Al-Khattaab, suegro del último profetas islámico Mahoma y que profundizó su religión incorporando también Egipto, el norte de África, Mesopotania, la Persia sasánida. Desde este punto radica el problema de territorios donde conviven en la historia culturas, templos, lenguas y profetas donde tanto palestinos-musulmanes como israelíes-judíos se basan y donde la fe islámica y el idioma árabe acogieron a todos los grupos semitas excluyendo a los judíos para prevalecer su religión y su dios.
El Imperio Turco-Otomano conquista Jerusalem en 1516 y dominó el territorio hasta 1917 cuando el ejército británico ocupó Siria y Palestina. En 1922 entró en vigor el Mandato Británico de Palestina, cuatro años después de la culminación de la Gran Guerra, Gran Bretaña toma la posta luego de verse muy afectado con la Rebelión Árabe financiada en gran parte por los ingleses.
Notemos que las intervenciones extranjeras y luego apropiaciones de los territorios palestinos sólo han provocado nuevas conquistas a pueblos conquistados por otros conquistadores. Resumiendo, inicialmente Palestina fue habitada por los judíos pero luego fue tomada por los árabes-musulmanes por más de mil años, lo que supera el tiempo de permanencia judía. Actualmente conviven judíos y palestinos (otros están exiliados) en un territorio que debe ser justamente compartido.
A partir de este momento ya conocen el resto de la historia, ya narrada por Fernando Ampuero y Arduino Tomasi en el primer y segundo artículos acerca de Palestina, con la inmigración masiva de judíos a un territorio poblado por palestinos y la desestabilización cultural por su gran diferencia y el desborde de conflictos y guerras.
«Fui a Naciones Unidas llevando nuestras esperanzas, sueños, ambiciones, dolor y nuestra visión de futuro y nuestra necesidad de un Estado palestino.»
Mahmud Abbas, Ramala, septiembre 25, luego de la visita a la ONU en New York.
La ONU en el proceso de paz
En 1947 la ONU avala la creación del Estado judío a cargo de Gran Bretaña dentro de Palestina con 1.100.00 de árabes-musulmanes, 615.000 judíos y 145.000 árabes cristianos. El 14 de mayo de 1948 Estados Unidos fue el primer país en reconocer de facto a Israel como nación y al siguiente año Israel se independiza. Se siguen dando guerras como la Primera Guerra árabe-israelí, Conflicto de Suez con Egipto, Guerra de los Seis Días, Guerra de desgaste no declarada de Líbano, Jordania y Egipto hacia Israel, Setiembre Negro en Jordania, Guerra del Yon-Kipur, etc. La sangre sigue rodando en la tierra donde convergen las principales religiones que dan paz interior a muchas personas en el mundo.
La ONU es una organización internacional que se instaura en 1945, después de la Segunda Guerra Mundial. Guerra que terminó con el genocidio de discapacitados, homosexuales, comunistas, judíos y demás grupos considerados por Hittler ‘no arios’. Consta de 192 países pero sólo 5 (4 fundadores y 1 adherido) tienen derecho a veto. Si sólo uno de ellos se opone a cierto decreto, el mismo es rechazado. Son China, Estados Unidos, Rusia, Francia y Reino Unido.
Curiosamente cuatro de los cinco países son los máximos exportadores de armas a nivel mundial:
1. Estados Unidos, 30%: 6795 millones USD
2. Rusia, 23%: 4469 millones USD
3. Alemania, 11%: 2473 millones USD
4. Francia, 7%: 1851 millones USD
5. Reino Unido, 4%: 1024 millones USD
6. España, 3%: 925 millones USD
7. China: 870 millones USD
Política interna palestina
Palestina cuenta con varios movimientos y partidos políticos que cubren Cisjordania y la Franja de Gaza pero las más influyentes en un 90% son el movimiento nacionalista Al Fatah y el islamista Hamás. Hamás ‘controla’ Gaza y Al Fatah, Cisjordania. Ellos a su vez son controlados por el gobierno israelí.
En marzo de este año sellaron su reconciliación en El Cairo, Egipto, tras cuatro años de disputas. Este acuerdo con Hamás causó malestar en el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu diciendo que iba a continuar las negociaciones de paz pero los procesos de paz se llevan negociando dos décadas y no se ha logrado nada importante. La ruptura de la política interna de la sociedad palestina fue de gran valor para el gobierno israelí para que se desvíe la atención y aislar las negociaciones.
Negociaciones
En la Cumbre de Madrid de 1991 surgen los primeros contactos oficiales entre Israel y Palestina, luego en 1993 con los Acuerdos de Oslo, después en 2000 con Bill Clinton que no prosperaron. Después de esto nace la iniciativa de la creación de un Cuarteto integrado por Estados Unidos, la Unión Europea, la ONU y Rusia que elaboraron la Hoja de Ruta en 2003 que proveía la creación del Estado palestino. Las negociaciones estuvieron estancadas siete años hasta que Estados Unidos las reanuda pero que no han progresado todavía hace diez meses. El pasado domingo 25 de septiembre el Cuarteto propuso alcanzar un acuerdo ‘final’ de paz para 2012.
Hoy gracias al acuerdo entre Hamás y Al Fatah, Mahmud Abbas, presidente de la ANP, el pasado 23 de septiembre en Estados Unidos, presentó una demanda de admisión de Palestina como Estado 194 de pleno de derecho de Naciones Unidas sobre la base de las fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días de 1967, y que incluya a Cisjordania, la franja de Gaza y Jerusalén Este. Estas mismas fronteras que Obama recomendara en mayo de este año y que Netanyahu rechazó al instante.
«La hora ha llegado para que mi orgulloso y valiente pueblo, tras décadas de desplazamiento y ocupación colonial y sufrimiento incesante, viva como los otros pueblos de la tierra, libre en una patria libre y soberana.» — Mahmud Abbas
El Consejo necesitaría 9 votos de los 15 y ningún veto de alguno de los miembros permanentes para aprobar una decisión. Con este reconocimiento podrían acudir a los organismos internacionales, como la Corte Penal Internacional de La Haya, y denunciar la ocupación de sus territorios y las violaciones de derechos humanos cometidas en los mismos.
“El próximo año, quiero ver en esta Asamblea sentada a Palestina como un miembro pleno” — Barak Obama, en la Asamblea General de la ONU de 2010
Pero esto no fue más que una mentira más disfrazada de esperanza porque casi seguro que Estados Unidos veterá la demanda como ya lo ha manifestado en estos días. Palestina tiene un plan intermedio que Sarkozy lo reconoció y apoya como ‘estado observador no miembro’ (antes ‘entidad observadora’). Con este pequeño pero gran paso, que no es exactamente lo que ansía el pueblo palestino, se detendría al menos el proceso de consolidación de las colonias israelíes en territorios palestinos.
En consecuencia al posible nuevo rango le permitiría a Palestina integrar y adherir a las convenciones, tratados, y agencias de la ONU como miembro pleno, suscribir e integrar el Tribunal Internacional de Justicia. Según la ley internacional, la ocupación de territorios, el desplazamiento de poblaciones originarias está considerado un crimen de guerra. Basta conocer esto para comprender el por qué de los sabotajes para aplazar las negociaciones de paz en la ONU y convencer de seguir ‘negociando’ entre las dos partes. Una vez que se logre reconocer la realidad del pueblo palestino, teóricamente Israel deberá pagar por todo. Pero Israel tiene el mejor aliado, Estados Unidos, que sigue solapando todos sus actos como las 26 Resoluciones de la ONU incumplidas.
Israel – Estados Unidos
Después de la disolución de la Unión Soviética, —donde Israel detuvo el avance del mismo en Egipto y Siria y dio información secreta útil sobre su capacidad— Estados Unidos quedó como principal actor influyente de decisiones internacionales. El apoyo estadounidense no ha sido gratis, le ha costado ser un punto para el terrorismo por parte de movimientos islámicos (Al Qaeda, por ejemplo) que manifiestan su descontento hacia la política de la Casa Blanca por, entre otras cosas, dar ayuda al Estado judío y que siga el Apartheid sionista en Palestina.
Muchos analistas creen que esta alianza no es correspondida por Israel -pero es la que hay- ya que no son leales. Lo comprobamos cuando el Estado israelí no cumplen con pactos realizados, cuando proporcionan tecnología estadounidense a China (rival histórico) y en el momento en que se conocen varios escándalos de espionaje israelí al propio Estado ‘aliado’ de Washington como en el caso Larry Franklin.
«Gracias a Netanyahu y Lieberman, el Estado palestino es ahora el favorito de la comunidad internacional y ningún país es más odiado y despreciado que el Estado de Israel.» Carlos Braverman, politólogo y psicólogo israelí, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel.
Hay beneficios que recibe el Estado de Israel por parte de su aliado estratégico (o viceversa) Estados Unidos que son como mínimo curiosos. Una quinta parte del presupuesto estadounidense para ayuda internacional es para Israel: 3.000 millones de dólares al año (comparadas con los 225 millones para Jordania o los 35 para Líbano). Tomando en cuenta que Israel es actualmente un Estado con una renta per cápita similar a España o Corea del Sur. Israel es el único país beneficiario de Estados Unidos que puede omitir su rendición de cuentas del dinero recibido. Y hay más.
Todo este enredo político en el que están involucrados Estados Unidos e Israel no se maneja a distancia, hay grupos sionistas infiltrados en el Congreso americano, poder ejecutivo y el Pentágono. La AIPAC, por ejemplo, es una organización sin fines de lucro en Estados Unidos y la segunda empresa de lobby más poderosa de ese país. Es subvencionada por sus miembros y es la máxima organización judía encargada de fortalecer los lazos entre estos dos países. Estos nexos no sólo resultan políticos o económicos, sino también religiosos porque hay numerosos personajes cristianos evangélicos en el lobby que promueven el ‘plan divino’ como Gary Bauer, Jerry Falwell, Ralph Reed y Pat Robertson, entre otros. La AIPAC compra a legisladores que se comprometan con Israel y a los que no lo hagan dirigirá contribuciones a sus oponentes políticos.
Es de saber que la propaganda para elecciones en Estados Unidos se maneja con recursos privados, lo que remarcan los intereses económicos en el poder político. El Washington Post publica que hasta el 60% de las recaudaciones para demócratas en elecciones presidenciales son de los judíos en Estados Unidos.
«No se puede tener una política hacia Israel que no sea la marcada por el AIPAC.»
Ernesto Hollines, ex-senador demócrata de Carolina del Sur cuando dejó su cargo.
Desde 1982, Estados Unidos ha vetado 42 resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, se aproxima la número 43. Israel debe a Estados Unidos casi 3 mil millones de dólares por créditos económicos y militares. Esto pese a que Israel es el único país en el mundo que tiene armas nucleares ni no produce petróleo como los países vecinos, lo que para cualquier otro país sería un gran impedimento para protegerlo y patrocinarlo.
Este no es sólo un simple conflicto territorial sino también político, económico, religioso, mediático, militar, manchado de sangre y revanchismo. Es una problemática donde no sólo intervienen israelíes y palestinos sino muchas organizaciones sin fines de lucro pero con otros fines; un Israel que ha arremetido contra los derechos humanos y conllevó a una imagen internacional devastada; organizaciones que buscan la paz pero son las máximas productoras de la guerra; países donde sus vecinos están a favor del Estado palestino mientras ellos están sometidos por países aliados que se niegan; gente que piensa que por defender una causa justa en favor de los derechos humanos condenando a los judíos-israelíes se va a convertir automáticamente en antisemitas; a un Estados Unidos buscando poder político en el Medio Oriente y al gobierno israelí que los manipula desde su interior; a 131 gobiernos que apoyan la creación del Estado de Palestina pero los más poderosos mandan —como en la selva— y no ha culminado este asunto que lleva 44 años y tiene algunos más. La verdad no se puede esconder, la esperanza sigue encendida y la mayoría del planeta extiende su brazo a Palestina libre.