Debería darnos vergüenza ver esta foto que aparece sobre el texto.
A mi personalmente me da coraje, una amiga dijo que le daba risa; pero a todos, 'genéricamente', debería darnos vergüenza. Vergüenza porque esto representa lo que somos como sociedad: un circo mal armado, de esos a los que se les escapan los leones y los payasos actúan ebrios. La parte más atrasapueblo, del pueblo que somos, fue capturada por este gran angular.
Atrás del escritorio sonriendo fue retratado el Intendente de la Policía del Guayas, Julio Quiñónez, famoso por no dejar que las colegialas comentan actos ilegales, incluso ingresando a propiedad privada sin ninguna orden específica. A sus espaldas la prensa, estatal y privada, cumpliendo con su labor de cubrir los espectáculos.
En el banquillo de los acusados podemos ver los pasadores verdes de Daniel Adum Gilbert, artista a quien piden se encarcele por supuestamente pintar en paredes sin permiso de los propietarios. También se lo acusa de pintar el esténcil de Mostacho el Facho sobre las paredes donde el Municipio tapó las obras de Litro X Mate, pintando todo de gris. A su lado encontramos los lentes de Xavier Flores Aguirre, su abogado defensor, quien ha resumido su opinión en GkillCity.com y quien me parece ha dado el mejor argumento acerca del tema.
Del lado contrario está el denunciante Xavier Narváez, director de Justicia y Vigilancia quien ha sido señalado como supuesto encubridor de las torturas perpetradas a un discapacitado y autor de las amenazas a la familia de la víctima. De pie a su lado se ubicó Álvaro Solórzano, el mismo que apareció en televisión repartiendo correazos a los comerciantes informales y el mismo que atrás del Alcalde, insultaba a un juez y que salió a frentear cuando las cosas subieron de tono.
Fuera del cuadro se encontraban Chema Gonzáles, quien en mayo realizó su exposición fotográfica 'RAW' en una vereda debido a la falta de apertura de los centros culturares y quien tomó la foto. También habían varios personeros del Municipio; entre ellos Alejandro Varas, quien ha sido señalado como uno de los que supuestamente sacó a la fuerza a un funcionario público que protestaba en la premiación del Salón de Julio. Él junto a Chedraui han estado parados en varias manifestaciones contrarias al Municipio, en la línea de frente; es la misma dupla que nos hacía señales obscenas cuando intentábamos grabar la fachada de la cárcel municipal para un documental, dos días después de que intentaron abrirnos las puertas del carro mientras hacíamos tomas de paso en el Mercado Central.
Pero el tema de hoy no es el espíritu garrotero de los funcionarios municipales, que creo ha quedado demostrado a través de los tiempos, sino la porquería de país que tenemos. La porquería de función judicial que tenemos, me corrijo; tampoco es justo culpar a todo un país por esto: la comida, las mujeres y la cerveza siguen siendo buenas aún.
¿Por qué el Intendente procesa tan eficazmente este caso, mientras deben haber miles mucho más importantes? ¿Por qué el Director de Justicia y Vigilancia se empecina tanto en castigar a quien pintó un par de paredes, cuando deben haber miles de cosas mucho más importantes? ¿Por qué alguien debería ir preso por pintar paredes sin permiso? ¿Por qué no basta con pintarlas y dejarlas como estaban antes? ¿Por qué alguien preferiría una pared sucia, vieja y dañada a una con pintura de colores? ¿Por qué el Municipio tiene poder sobre el color con el cual uno pinta su propiedad privada? ¿Por qué tienen la potestad, ellos sí, de pintar propiedad ajena sin permiso? ¿Por qué se procesa legalmente a alguien por un esténcil que ni siquiera ha pintado? ¿Por qué es posible que gente señalada por crímenes reales pise las salas de la justicia como acusador y no lo contrario? ¿Por qué a la audiencia va gente que ni sabe cuál es el lío pero hace bastante bulla? ¿Por qué van funcionarios municipales que están acostumbrados a ser guardia de choque? ¿Qué esperaban de todo esto?
Me niego a seguir pagando impuestos para que este par de ineptos se dediquen a darle comidilla al público espectador. Mientras ellos se dedican a cerrar chongos, prohibir carretas de chuzos y procesar legalmente artistas, los criminales verdaderos se están cagando de risa. Las funciones básicas que en teoría justifican la existencia del Estado, incluso para los libertarios moderados son: brindar justicia y seguridad. ¡Y no lo están haciendo! Cada vez que Narváez clausura un local de tragamonedas, hay un ladrón que todo mundo sabe donde vive pero es 'inconstitucional capturarlo sin pruebas'. Cada vez que Quiñonez inspecciona discotecas pasadas las 02h00, hay un acusado de violación que nadie puede citar porque no tienen su número de teléfono.
Aún así hay tiempo para el caso Adum. Imagino que no habían salido en pantalla por un buen tiempo y el show siempre debe continuar. El enano se estaba comiendo a la mujer barbuda mientras el público aplaudía para que ya salgan a la arena. Narváez y Quiñonez saben lo que los camarógrafos quieren y se los dan, de a poquito. Es algo que debería darnos vergüenza como sociedad. Porque ninguna cámara buscaría la lavaza si no supiera que todos comeremos de ella.
'Disneylandia existe para ocultar que es el país 'real', toda la América 'real', una Disneylandia' dijo Baudrillard. Ellos tienen Disneylandia; nosotros tenemos un circo de elefantes flacos y trapecistas adictas. Vergüenza da esa foto; porque resume lo que somos.