Otra vez lo inesperado en el país de las sorpresas electorales
Theresa May, la primera ministra conservadora de Reino Unido, llamó en abril de 2017 a una elección en la que, creía, según los sondeos previos, tendría una amplia victoria. Se equivocó. Convocados para el 8 de junio de 2017, los británicos —lejos de reforzar el mandato de May— volvieron a hacer lo mismo que en el referendo del Brexit: tirar a la basura las encuestas. Los sondeos de opinión pública le daban a May una ventaja de 20 puntos sobre el líder laborista Jeremy Corbyn. Ese margen nacía de la premisa de que los tories —como se los llama a los conservadores en el LEER MÁS
La pobre pesca del Brexit
Los pescadores del pueblo británico de Hastings están convencidos de que su país debe salir de la Unión Europea (UE). Según ellos, las leyes de la UE han causado que la flota de barcos más pequeños de toda Gran Bretaña esté al borde de la quiebra y su oficio, que está por cumplir mil años en este puerto, de la extinción. Pero hay otro motivos menos cuantificables en dinero: el sentimiento de que su país les ha dejado de pertenecer, una campaña liderada por políticos populistas que abanderó el miedo a los migrantes y el nacionalismo, y una sensación de abandono por parte del Estado. El 23 de junio de 2016, una mayoría decidió por referéndum que dejar el organismo continental europeo. ¿A qué le teme el Reino Unido?