Josefa, María y decenas de mujeres criminalizadas en Ecuador por abortos espontáneos
Un viernes por la tarde María, de 20 años, se cayó saliendo de su trabajo y comenzó a sangrar. Estaba abortando, pero ella ni siquiera sabía que estaba embarazada. “Fui al baño y sentí que me oriné, pero en vez de orina salió bastante sangre”, recuerda. Compró una toalla sanitaria pensando que le había llegado la menstruación, y aunque el dolor era fuerte, esperó hasta el lunes para ir a que la atiendan a la maternidad en la provincia costera de Esmeraldas, en el norte ecuatoriano. “Me dijeron que no tenía nada, que me iban a hacer una limpieza LEER MÁS
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¿Es un problema legal, moral o de Salud Pública?