Entre Navidad y Año Nuevo hay un agujero negro. La semana entre fiesta y fiesta suele ser una constante confusión y abotagamiento por tanta comida y brindis. Esos días en los que no sabemos muy bien qué día es, ni cuánto falta para que se acabe el año, deberían ser declarados los días internacionales del recalentado: es él quien nos salva de perdernos en el abismo. 

Las comidas festivas están hechas para ser recalentadas. La magia navideña está en todo lo que nos sobra y sabe mejor al día siguiente: no hay nada más rico que despertarse a la mañana siguiente de la cena de Nochebuena y saber que hay un festín esperándonos entre papeles de aluminio y tuppers en la refrigeradora. Por eso, hoy les traigo unos consejos para que aprovechen al máximo la comida que les sobró de Navidad y la que les quedará de Año Nuevo:

  1. Regla de oro: nunca guardes comida caliente en el refrigerador. Deja que  se enfríe completamente antes de guardarla en el frío. Si la metes caliente, estarías creando un ambiente ideal para que las bacterias hagan su propia fiesta de Navidad.

  2. Otra regla importante: toma en cuenta la cantidad que vas a consumir para que no tengas que recalentar toda la comida y volver a refrigerar. Esto también puede alterar el sabor y la calidad de los alimentos.

  3. Frozen: puedes congelar lo que sobra en recipientes de vidrio o plástico herméticos y marcarlos con la fecha del día que lo haces. No es recomendable congelar por más de tres meses. Además, ¿quién quisiera guardar delicias por tanto tiempo?

  4. Fogón versus microondas: no hay nada como el sabor que adquieren los alimentos cuando utilizamos la estufa o el fogón. Además, dice mi abuelita, el sabor de la comida se conservará por más tiempo. ¡Yo le creo!

  5. A fuego lento: recuerda, los alimentos ya están cocinados, no necesitan altas temperaturas para cocción. Para volver a calentar tu comida, hazlo en llama baja. Otra opción para recalentar tus alimentos es a base de baño María (coloca un bol sobre una olla con agua caliente hasta que ésta hierva): esto permitirá que la comida no se pegue.

  6. En sus propios jugos: utiliza el horno para recalentar carnes. Si te sobraron proteínas del día anterior, puedes echarles más líquido del que usaste en su cocción (licores, salsas, caldos, etc) para que no pierdan su jugosidad ni se sequen con el calor. 

  7. Al dente: si guardaste pasta en el refrigerador, lo más probable es que se haya secado. ¡No pasa nada! Agrega un poquito de leche, mantequilla o un chorrito de aceite y volverá a tener su consistencia original.

  8. Al grano: si te quedó arroz es importante que no lo dejes por más de cuatro horas a temperatura ambiente desde que lo hayas retirado del fuego: es fácil que se generen toxinas y bacterias del cereal del arroz. Refrigéralo cuanto antes y, para volverlo a calentar, usa la opción de baño María para que recupere su humedad, no se seque ni se peguen los granos.

Les dejo una receta perfecta para disfrutar este fin de semana, antes del próximo recalentado. Espero que sigan disfrutando de sus fiestas.

¡Buen provecho!

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Brie con frutos rojos al horno

receta brie al horno

Ingredientes:
1 rueda de queso brie
1 disco de masa de hojaldre
½ taza de cebollas perlas en rodajas finas
1 taza de frutos rojos (moras, mortiños, arándanos, fresas)
1 cucharadita de ralladura de naranja recién rallada
1/4 taza de jugo de naranja recién exprimido
3 cucharadas de azúcar
Pizca de sal
1 cucharada de mantequilla sin sal
Miel, para servir
Rebanadas de baguette o galletas saladas, para servir

6 A 8 PORCIONES / 1 HORA 

En una olla, derrite la mantequilla a fuego medio-bajo. Echa las rodajas de cebollas y déjalas cocinar revolviendo ocasionalmente, hasta que estén tiernas y ligeramente caramelizadas. Tomará entre 4 a 6 minutos.

Agrega la taza de frutos rojos a la olla junto al jugo de naranja, la ralladura, el azúcar y la sal. Revuelve y deja hervir a fuego medio. Luego, reduce la temperatura y deja cocinar a fuego lento durante 10 o 15 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que la mezcla esté muy espesa y el líquido se haya evaporado por completo. Deja enfriar.

Precaliente el horno a 200 °C. Con un rodillo ligeramente enharinado, extiende el disco de masa de hojaldre hasta formar un cuadrado más grande que el tamaño del queso brie. Coloca el queso en el centro de la masa y recorta la masa formando un círculo alrededor de él. Asegúrate de dejar un borde de al menos 5 centímetros.

Coloca la mermelada de frutos rojos que hiciste antes encima del queso extendiéndola de forma uniforme, creando una capa.

Levanta la masa de hojaldre para envolver el queso brie presionando todos los lados del queso firmemente para sellar bien la masa. Utiliza tus manos para hacerlo.

Transfiere el queso brie envuelto en hojaldre a una bandeja para hornear. Mételo al horno precalentado y hornéalo hasta que la masa se haya inflado y esté dorado, de 25 a 35 minutos.

Deja enfriar antes de cortarlo para que el queso tenga tiempo de endurecerse un poco. Sirve caliente con miel y rebanadas de baguette o galletas saladas.