Los beneficios del cannabis, especialmente del cannabidol pueden ir desde la regulación de funciones cognitivas superiores (aprendizaje, memoria) hasta calmar los espasmos durante los ataques epilépticos. Además puede ayudar a aliviar el estrés, dolor, a regular el sueño, la ingesta de alimentos, e incluso en los movimientos y control de la postura. 

Ana Cristina Ramos, paciente y activista canábica, dice que le diagnosticaron quistes en los ovarios a los 16 años. Durante varios años, tomó dosis de un gramo de ibuprofeno al día porque “no soportaba pararse”.  El quiste llegó a ser tan grande, que para Ramos era imposible digerir los alimentos. Llegó a perder 40 libras, se le caía el cabello y se le descascaraban las uñas, dice. 

A pesar de los tratamientos con analgésicos, nada funcionaba. Pero desde que empezó a usar aceite de cannabis, en 2015, no le han vuelto a crecer quistes. “Estoy con mi peso ideal, mi pelo está bien, mis uñas me crecen, no tengo desordenes hormonales”, dice Ana Cristina Ramos.